Mundos en colisión: políticos y cantantes chocan en duelos de tuitazos y declaraciones
La última polémica del cantautor cubano Francisco Céspedes contra Andrés Manuel López Obrador representa la colisión de dos de los mundos más influyentes
Son innumerables los artistas de la escena musical que han lanzado críticas en contra de figuras de la política a lo largo de los años, incluso si nos ajustamos solo a los tiempos recientes. Hay de todo en la lista: folclóricos, hip hoperos, punks, pero también estrellas de pop en apariencia despolitizadas. Estas críticas suelen hacer ruido en el ámbito de los seguidores del cantante en cuestión o, a lo mucho, en algún encabezado de la prensa que cubre la fuente del espectáculo. Pero, cada vez con mayor frecuencia, los políticos señalados deciden responder y se enganchan en dimes y diretes con los músicos. Y así colisionan dos de los mundos más influyentes en la vida pública, la farándula y el poder institucional, con resultados bastante impredecibles.
Por ejemplo, las invectivas del cantautor cubano Francisco Céspedes contra el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, han causado revuelo en el último mes. Todo comenzó con unas declaraciones en video del músico, en que recordaba indignado la invitación que el Gobierno de México le hizo al presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, para acudir a las celebraciones del Bicentenario de la consumación de la Independencia en 2021. Céspedes, muy crítico con el régimen de La Habana, radica en nuestro país desde 2003 e incluso adquirió la nacionalidad mexicana. “Me cae muy mal el tipo [López Obrador] y ojalá se muera un día”, dijo el compositor, en el colmo del enojo.
La esposa del presidente, Beatriz Gutiérrez Müller, respondió en las redes al músico, recomendándole que “no odie” y señalándole que “México le dio todo”. El alcalde de San Miguel de Allende, Guanajuato, optó por cancelar un concierto ya contratado con Céspedes, por haber ofendido al mandatario. El propio López Obrador ha abordado el asunto en sus conferencias matutinas. Dijo no estar de acuerdo con la cancelación y pidió a sus seguidores no arremeter contra el cantante. Éste, por cierto, respondió airado, señalando que en sus tiempos “los hombres se defendían solos […], frente a frente y no con discursitos mañaneros”. Todavía la semana pasada divulgó una publicación lanzando críticas contra el mandatario y su entorno, pero la borró al poco tiempo.
A pesar de los pedidos de respeto por parte de López Obrador, miles de cuentas identificadas con su movimiento se han dedicado a increpar a Céspedes, al grado de que el músico optó por reservar sus redes en exclusiva para sus seguidores.
Este no es un caso único. Podemos recordar el revuelo enorme que causó la cantante de música urbana Rosalía cuando, tras las elecciones españolas de noviembre de 2019, publicó un tuit con el mensaje “Fuck Vox”, molesta por el avance que el partido de ultraderecha alcanzó en aquellos comicios. La cuenta de tuiter del partido ultra respondió con una frase que citaba, sin mencionarlo, a un histórico falangista, Ramiro Ledesma Ramos: “Solo los millonarios, con aviones privados como tú, pueden permitirse el lujo de no tener patria”.
Algo similar sucedió con el cantante pop ecuatoriano Fausto Miño, quien en agosto de 2022 publicó un video en que comparaba, para mal, al Gobierno del presidente liberal y cercano a los empresarios Guillermo Lasso con el del expresidente populista Rafael Correa. Apenas unas horas después, un airado Correa le respondió en twitter, diciendo que su análisis era “elemental” y declarándose decepcionado: “Creí que era un tipo noble, me buscó muchas veces como presidente…”.
Y, finalmente, otro caso es el de la cantante de música folclórica-electrónica Marbelle, quien publicó en marzo de 2022 un mensaje burlándose del presidente Gustavo Petro y la vicepresidenta Francia Márquez (candidatos en aquel momento del pacto de partidos de izquierda que, a la postre, ganó las elecciones) con expresiones altisonantes. Petro respondió con un tuit irritado, preguntándose si el “uribismo” (en referencia al expresidente derechista Álvaro Uribe) no lograba “nada más” intelectualmente. Marbelle, quien había borrado ya su mensaje, volvió a colocarlo y recrudeció sus ataques contra ambos políticos y “cualquier monstruo izquierdista”.
Estos debates, como se ve, son facilitados o propiciados por las redes, sí, pero también por la curiosa necesidad de algunos poderosos de no dejar una crítica sin responder si creen que quien la lanza tiene suficientes seguidores. ¿Gana el debate político por ello? Que no los diga el siguiente round.
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