Los asesinos del empresario cercano a Marcelo Ebrard mataron también a un testigo del crimen

Triple homicidio la noche del sábado en la carretera que une Ciudad de México y Acapulco, ya en el Estado de Guerrero. La primera noticia que trascendió fue que la policía encontró el domingo en la cuneta los cadáveres de José Guadalupe Fuentes Brito y su hijo José Manuel, de 20 años. Las primeras hipótesis hablan de un asalto que se fue de las manos y se saldó a balazos. En el lugar también estaba la esposa de Fuentes Brito, herida de un disparo en el brazo. Fue trasladada a un hospital. Este lunes, el presidente del Gobierno, Andrés Manuel López Obrador, ha dicho que aquella noche hubo otra víctima: el conductor de un autobús que, según los indicios de la investigación, fue testigo del crimen.

En su conferencia diaria de prensa, López Obrador ha señalado: “Se piensa que el señor de la camioneta vio algo sobre el crimen del señor [Fuentes Brito] y de su hijo y por eso también lo asesinaron (...) Con poca diferencia de tiempo y se considera que fue por lo mismo (...)Todavía no se tiene mucha claridad sobre el caso, son homicidios muy lamentables en la carretera a Chilpancingo”.

Fuentes Brito era un empresario de 42 años de Guerrero involucrado en política. Se le considera el “operador” en el Estado de Marcelo Ebrard, uno de los cuatro aspirantes a representar a Morena, el partido de López Obrador, en las elecciones presidenciales de 2024. El hombre de negocios funcionaba como enlace entre Ebrard y otros empresarios locales de la región, de acuerdo con Reforma. Según el diario mexicano, era dueño de la compañía Corporativo Comercial Millenium y tío del coordinador operativo de la oficina de la Gubernatura, Rubén Fuentes Hernández, pareja sentimental Evelyn Salgado, gobernadora de Guerrero.

El empresario, sin embargo, diversificó sus actividades. Tenía negocios también en el sector inmobiliario, la construcción, automóviles o tecnología. De acuerdo con la prensa local, incluso era el propietario de edificios que alquilaba a las Secretarías de Educación y de Salud estatal.

La noche del sábado, Fuentes Brito conducía una furgoneta azul acompañado de su mujer y su hijo, de regreso a su casa en la ciudad de Chilpancingo. A la altura del municipio de Zupango de Neri, en el kilómetro 252 en dirección a Acapulco, un comando les asaltó, presuntamente con intención de robar el vehículo. No está claro que pasó en ese intercambio que llevó a los atacantes a abrir fuego contra ellos.

“Recibí la muy triste noticia del asesinato de nuestro compañero José Guadalupe Fuentes Brito y su hijo José Manuel. Su esposa, quien viajaba con ellos, también está herida. Demandamos a la Fiscalía del Estado que intervenga de inmediato y este crimen, como todos los demás, sea esclarecido y los responsables llevados ante la justicia”, declaró Ebrard en sus redes sociales.

Alfredo Sánchez Esquivel, legislador de Morena en Guerrero y político partidario también de Ebrard, afirmó: “Esa autopista se ha vuelto demasiado peligrosa y, aunque aquí las autoridades locales dicen que la seguridad en esa vía la corresponde a la Federación, yo creo que se deben tomar medidas porque está muy grave la violencia en Guerrero”.

El Estado, en la costa del Pacífico, es uno de los más pobres, violentos y olvidados de México. Ocupa el séptimo puesto entre las entidades con más asesinatos en lo que va de año. Hace apenas dos semanas, las bandas criminales convirtieron Chilpancingo, la ciudad donde residía el empresario y su familia, en un frente de batalla. La sucesión de episodios violentos incluyó siente cuerpos despedazados en la plaza de la ciudad, la muerte de seis transportistas y manifestaciones que mantuvieron cortadas las carreteras que llevan a Acapulco y Ciudad de México, un caos de fuego, palos y machetes.

Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS México y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este país