López Obrador afirma que una renuncia de Norma Piña no cambiará el curso de la reforma judicial
El presidente mexicano desoye las voces que sugieren la salida de la presidenta de la Corte para suavizar la relación entre el Ejecutivo y el Judicial
Algunas voces se han alzado en las últimas horas señalando que la renuncia de la ministra presidenta Norma Piña al frente de la Suprema Corte podría detener la reforma judicial. No será así, ha dicho Andrés Manuel López Obrador en su conferencia de este martes. “No hace falta que renuncie nadie”, ha señalado el presidente, las modificaciones previstas en el Poder Judicial seguirán su curso, de modo que no solo los ministros, sino también los jueces federales, tendrán que pasar por el voto popular, el punto más polémico de los planteados. La salida de Norma Piña no va a “descafeinar” lo que ya está proyectado, ha asegurado el mandatario. No se trata de una negociación como en tiempos de Salinas de Gortari, ha añadido.
La salida de Norma Piña para serenar los ánimos de una polémica reforma judicial y buscar puntos de encuentro con el poder Ejecutivo se ha planteado estos días tanto fuera como dentro de la Corte. Algunos ministros han criticado el papel que ha jugado en este asunto la presidenta, de cierto inmovilismo y tardío. La reforma, que rechazan si no en todo, en parte, se veía venir desde hace tiempo y las elecciones, con inmensa mayoría morenista, no hizo más que confirmarlo. A pesar de eso, algunos ministros entienden que la presidenta no ha reaccionado con prontitud. Y ahora se esmeran en tender puentes con Claudia Sheinbaum en busca de una salida dialogada. El presidente ha rechazado todo eso. “Será de conformidad con la Constitución y con la ley. El procedimiento está muy claro”, ha remarcado.
Fuera de la Corte, la responsabilidad también se vuelca en Piña. En el segundo foro de los que se están celebrando para debatir la reforma, el senador morenista Ricardo Monreal señaló a la ministra presidenta como la responsable del deterioro de las relaciones entre ambos poderes, por las injerencias de la Suprema Corte, ha señalado, en las medidas que se aprobaban en las Cámaras legislativas. Monreal ha asegurado que antes de la llegada de Piña, las relaciones entre el Ejecutivo y el Judicial eran “institucionales”, y después se tensaron, algo que no ocurría con el presidente Arturo Zaldívar. Incluso ha señalado que López Obrador no había pensado en la reforma hasta entonces, aunque él, Monreal, se lo había propuesto. “La falta de pericia, entendimiento racional e inteligencia política de quien representa a la Corte, provocó y provoca que la rispidez y la falta de razón fueran constantes en los asuntos públicos que a los poderes les quedaban atribuidos de acuerdo con la Constitución”, ha dicho el coordinador morenista en el Senado.
“Norma ha sido lenta, no es hábil políticamente y no opera”, han criticado algunos de sus colegas, cuando ya ven que la reforma es un hecho en sus términos más polémicos. Consideran que la “presión del cargo la abrumó y la aisló”. Los últimos foros de debate, sin embargo, han dado algunos frutos en lo que se refiere al proceso. Los ministros pidieron un cambio paulatino, para que tanto los integrantes de la Suprema Corte como los jueces sean sustituidos paulatinamente y no de golpe a partir de las elecciones populares de 2025. López Obrador concedió ante este reclamo, aunque advirtió de que no consentirá tácticas dilatorias. “Me da mucho gusto que estén participando los ministros, los magistrados, y que estén dialogando, debatiendo el tema. Celebro que estén aceptando que hace falta la reforma en el Poder Judicial, eso es un avance importantísimo, es digno de reconocimiento que ellos acepten que se reforme el Poder Judicial. Ahora, los cómo, las formas, con el diálogo se puede llegar a acuerdos”, señaló recientemente.
El traspaso de Gobierno entre Obrador y Sheinbaum no solo no cambiará la medida planteada en febrero para renovar el poder judicial, sino que los morenistas tienen ahora mayoría suficiente para implantarla y la presidenta electa se ha posicionado en todo momento a favor de las tesis de su antecesor. Las únicas concesiones han sido al diálogo previo, con la organización de estos foros en los que se están discutiendo algunas de las modificaciones. En un momento se pensó que este proceso dilataría los tiempos y la posible aprobación de la reforma caería ya en el nuevo Gobierno, una idea que se ha ido disipando. Todo indica que será en septiembre, antes de que López Obrador abandone el cargo y se jubile. “No habrá tácticas dilatorias”, ha advertido. “Yo creo que lo fundamental es que se lleve a cabo la reforma y que el pueblo participe en la elección”. Por ahora, lo único que parece admitido es que los jueces se vayan remplazando a medida que vaya concluyendo su cargo, en lugar de salir todos en bloque.
Apúntese gratis a la newsletter de EL PAÍS México y al canal de WhatsApp y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este país.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.