Xóchitl Gálvez saca pecho tras el segundo debate presidencial: “Sheinbaum todavía no se recupera de la lona”
La oposición insiste en la mejoría de su candidata respecto del primer encuentro y asegura que su campaña ha recibido un nuevo impulso a poco más de un mes de la cita con las urnas
Más confiada, más suelta y más efectiva en los ataques. Ese es el veredicto de la oposición sobre el desempeño de Xóchitl Gálvez en el segundo debate presidencial. Como en el primer encuentro, el triunfalismo ha sido omnipresente en las tres candidaturas tras el careo del domingo, pero el cambio de ánimo ha sido notorio entre los integrantes de la coalición Fuerza y Corazón por México ―compuesta por el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD)―, convencidos de que los errores, las dudas y el nerviosismo son cosa del pasado. “Sheinbaum todavía no se recupera de la lona”, declaró la candidata presidencial inmediatamente después de concluir su participación. La idea que domina los mensajes del frente opositor en el posdebate es que aún se puede dar la pelea y que no todo está definido, sobre todo en los otros frentes abiertos de la elección: el Congreso y las nueve gubernaturas en disputa.
Del traje sastre al huipil, Gálvez había hecho público un ejercicio de autocrítica y adelantado que iba a “mandar al carajo muchas cosas” que la habían hecho sentir encorsetada durante el primer debate, empezando por su ropa y, según se intuye, asesorías sobre su imagen y sobre cómo debe lucir una aspirante presidencial. La candidata mandó varias señales en sus primeras declaraciones a los medios tras el debate. Su equipo puso en primera fila a Santiago Taboada, el aspirante de la alianza a la Jefatura de Gobierno de Ciudad de México, para poner de manifiesto que la mira también está puesta en la capital y otros territorios clave. En primer plano también aparecía Alejandro Alito Moreno, el líder nacional del PRI, para enviar el mensaje de que su relación con los partidos goza de buena salud. Y después de dar sus impresiones sobre un supuesto nocaut a su rival (pese a que el grueso de los analistas no vio un golpe fulminante), agradeció a sus asesores por la preparación. La abanderada dedicó mucho más tiempo a entrenar para el combate cuerpo a cuerpo y despejó su agenda en los días previos para concentrarse en una cita crucial para sus aspiraciones. “¿Saben por qué sí se pudo? Porque nosotros hablamos con la verdad”, dijo una sonriente Gálvez.
El llamado spin impulsado desde la cúpula panista es que no solo se ganó el debate, sino que el triunfo fue “contundente”. Ese fue el adjetivo que utilizó en un par de publicaciones el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés. “Xóchitl Gálvez ganó contundentemente el debate”, expuso y compartió una encuesta posdebate de Massive Caller, la casa que da mayor intención de voto a la candidata opositora y la pone prácticamente empatada con Sheinbaum, en contracorriente a la mayoría de las encuestadoras. “Contundente victoria de Xóchitl Gálvez en el debate y como lo mencionó: por supuesto que ganaremos la Ciudad de México”, aseguró Taboada.
Ildefonso Guajardo, reconocido por Gálvez como uno de sus principales asesores en la preparación de este debate, celebró que la candidata encontró hueco para el contraste, pese a que la encomienda parecía cuesta arriba porque el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador presume resultados en temas macroeconómicos, como el tipo de cambio y la reducción de la pobreza, y laborales, como el aumento del salario mínimo. “Mientras la candidata de las mentiras trató de hacer una defensa inútil del desastre que ha sido Morena en cinco años, Xóchitl le habló y despertó al pueblo de México”, señaló el secretario de Economía durante el Gobierno de Enrique Peña Nieto. “Vimos a una Xóchitl como la queríamos ver: combatiendo”, agregó Enrique de la Madrid, parte también del equipo concentrado en la preparación de la candidata. “Esta es la cara de una ganadora chingona”, celebró Kenia López Rabadán, su jefa de oficina. “Ya se van”, comentó Santiago Creel, un coordinador de campaña que ha privilegiado las gestiones en la trastienda sobre las apariciones mediáticas y públicas.
La ola de felicitaciones se extendió por los dos últimos abanderados panistas. Ricardo Anaya volvió a los reflectores públicos al asegurar que “Xóchitl no solo ganó el debate, sino algo más importante: la confianza de la gente”, mientras que Josefina Vázquez Mota se sumó a los cumplidos a la candidata. El expresidente Felipe Calderón dijo que el triunfo fue “claro”. “Hay consenso también entre los analistas de que estuvo mucho mejor que en el primero”, comentó. El exmandatario también se hizo eco de varias publicaciones de Gálvez, en las que aseguró que Morena “se va a llevar la sorpresa de su vida” el próximo 2 de junio y se burló de la pifia de una foto editada en la que Sheinbaum aparece con seis dedos. Un Vicente Fox mucho menos mesurado retomó la narrativa del “nocaut” y aseguró en sus redes que la aspirante oficialista “cavó su tumba”.
“En el ánimo del electorado opositor era importante dar la batalla y acomodar algunos golpes, porque nadie quiere ver a su candidata derrotada antes de la derrota”, comenta Carlos Bravo Regidor. El analista político sostiene que es pronto para echar las campanas al vuelo y hablar de un “segundo aire” en la campaña de Gálvez, pero sí lee un cambio en la moral y “un respiro” de la oposición. “Hay una sensación de alivio porque Xóchitl Gálvez dio un mal primer debate y tuvo un mejor segundo debate, una sensación de alivio de que dio una mejor batalla, de que puso mucho más contra las cuerdas a Claudia Sheinbaum, de que la hizo ver muy mal, de que no está liquidada, como dijo Máynez”, agrega.
El consenso general de los analistas es que, más que cambiar el sentido de las votaciones, los debates refuerzan y alimentan las cajas de resonancia de los apoyos con los que ya se cuenta. Y aunque las reacciones se centran en la confrontación con el oficialismo, tienen como destinatario a las bases de seguidores de la oposición, que se habían llenado de escepticismo en el primer debate. Recuperar el ánimo de los votantes es importante a la luz de la batalla por el Legislativo y las gubernaturas en liza, por el “efecto de arrastre” de las candidaturas presidenciales. “Fue, sin duda, un resultado halagüeño para la coalición opositora, que eleva su autoestima electoralista, y podría igual alcanzar en reflejo cierta repluralización del Congreso y posiciones locales”, señala el analista Miguel Eraña, aunque subraya que la ventaja que dan las encuestas a Sheinbaum es una loza pesada. “Al final, es bueno para la democracia que no haya aún total certidumbre de resultados”.
Bravo Regidor afirma que, al margen de la contienda presidencial, hay una “guerra de posiciones en el próximo gobierno” y que la oposición tiene la mira en “cosechar pequeñas victorias”, pese a los avisos de los sondeos sobre “una gran derrota”. En su opinión, también hay cada vez más visos de que se construye una narrativa en paralelo para justificar el descalabro y que pone a Jorge Álvarez Máynez como un “chivo expiatorio” y el culpable de que la contienda no esté más cerrada, pese a que muchas de las razones para que esto no sucediera “están dentro de la propia campaña de Gálvez”. El candidato de Movimiento Ciudadano es tachado de “esquirol” por los simpatizantes del frente opositor, un reclamo cada vez más recurrente. “Es innegable que nuestro crecimiento tiene asustados a los de la vieja política”, sostuvo Máynez.
La candidata opositora no tiene actividades públicas en agenda para este lunes, aunque sí ha dado varias entrevistas a los medios para reforzar la tesis y posicionar el mensaje de que sigue en la pelea. El tercer debate será el próximo 19 de mayo y los temas serán política social, inseguridad y crimen organizado, migración y política exterior, y democracia, pluralismo y división de poderes.
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