La compañía, propietaria de Oreo, Toblerone o Cadbury, se enfrenta a una sanción de 337,5 millones de euros por violar las normas de competencia de la UE para mantener altos los precios
El afán por la repostería en el confinamiento hace escasear la harina, cuya demanda se duplica mientras se triplica la de la levadura y obliga a aumentar la producción
La compañía suiza comenzó en 2002 una pelea judicial contra la británica Cadbury para que los tribunales reconocieran como propia y exclusiva la forma de las cuatro barritas de su célebre snack