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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Y sin quemar

Los lectores opinan sobre las protestas violentas, el periodismo, el 23-F y el precio de los libros electrónicos

Cartas al director
Agentes de la Ertzaintza observan como se quema un contenedor durante los altercados producidos en una manifestación contra el encarcelamiento de Pablo Hasél en Bilbao.H.Bilbao - Europa Press (Europa Press)

En un pasado no muy lejano, los salarios en España eran ínfimos, no había sanidad ni educación universales, las mujeres no tenían derecho ni a abrir una cuenta corriente y mucha gente seguía emigrando a Alemania. Carecíamos de los derechos de reunión, asociación y manifestación, y por repartir una hoja pidiendo sindicatos libres te metían cuatro años en la cárcel. Eso era el fascismo de verdad. Miles de nosotros arriesgamos la vida o ir a presidio y nos organizamos en partidos y sindicatos ilegales. En aquellas luchas también había gente que rompía escaparates, pero nosotros mismos los apartábamos porque sabíamos que esa violencia provocaba miedo en vez de adhesiones. Conseguimos las libertades democráticas para hombres y mujeres sin quemar un solo contenedor.

Jaime Martínez Muñoz. Majadahonda (Madrid)


Una semana de ruido con voces sensatas

Vivimos una época difícil para todos, ciudadanos y responsables políticos. Coronavirus, crisis económica, polarización política, y ahora crisis social y violencia.

En una semana de un ruido ensordecedor y de pocas certezas, leer a Elvira Lindo, en su descripción del rapero, de cuyo nombre ni ella ni muchos ciudadanos queremos acordarnos, aporta serenidad y sosiego. Su reflexión es ponderada, sin agresividad. Expresa lo que muchos pensamos del rapero, de la violencia desatada y de un vicepresidente que no acaba de saber que no se puede “estar en misa y repicando”.

El mayor valor de una democracia es que el Gobierno aporte certidumbre al ciudadano. El vicepresidente segundo introduce demasiado ruido en el sistema. Ese ruido explica en parte ese “es que no podemos más” del alumno de Máriam Martínez-Bascuñán. El editorial del domingo 21 abunda en esta reflexión. Otros muchos artículos, otros muchos ciudadanos, hacen una reflexión similar. Ojalá los responsables políticos oigan a quien no escribe, ni habla, desde la crispación y la confrontación, sino desde la preocupación por una ciudadanía desconcertada por la incertidumbre.

Rosa Conde. Madrid


En el 23-F, con la Constitución

Así se posicionó valientemente EL PAÍS hace 40 años, con los valores democráticos y el buen periodismo. Con todo aquello que se había conseguido recientemente y que un grupo de fanáticos intentaron tirar por la borda, manchando el uniforme y el honor de la Guardia Civil, así como la dignidad de los militares. Quisieron que volviera una España en blanco y negro pero no lo consiguieron, porque la democracia prevaleció. La palabra y la ley se impusieron sobre aquel teniente coronel que parecía sacado de una zarzuela.

Borja Oraá Saiz. Bilbao


Un trabajador coloca libros en una librería.
Un trabajador coloca libros en una librería.Alberto Ruiz (Europa Press)


Piratas de la cultura

Tengo mucho interés en leer una novela que me han recomendado. La busco en la librería; en papel cuesta 19 euros. En esta cantidad van incluidos derechos de autor, editores, librero, etcétera. Si lo compro, lo podré leer y prestar tantas veces como quiera. Lo busco en la tienda digital; su precio es 15,19 euros. Se me quitaron las ganas de leerlo. ¿Por qué ese precio tan caro en el libro digital? Además de los derechos de autor, ¿qué otros costes justifican este precio?

Carmen Alonso Núñez. Madrid


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