Las Miércoles de la vida real
El personaje de ‘La Familia Addams’ se convierte por sus frases y su manera de ser en objeto de debate en las redes
Imagino que, salvo que vivan en un búnker, ya habrán oído hablar de Miércoles, la hija de la familia Addams, interpretada por Jenna Ortega y dirigida por Tim Burton en la serie de Netflix más celebrada de los últimos tiempos. Tanto que se ha convertido en la producción en inglés más vista en una semana en la historia de la plataforma, un dato que tiene especial relevancia al tratarse de una propuesta juvenil. Es decir: parece que esta historia ha emocionado a todos los jóvenes del mundo al mismo tiempo. Pero ¿qué tiene la nueva Miércoles Addams que conecta tanto con el universo ...
Imagino que, salvo que vivan en un búnker, ya habrán oído hablar de Miércoles, la hija de la familia Addams, interpretada por Jenna Ortega y dirigida por Tim Burton en la serie de Netflix más celebrada de los últimos tiempos. Tanto que se ha convertido en la producción en inglés más vista en una semana en la historia de la plataforma, un dato que tiene especial relevancia al tratarse de una propuesta juvenil. Es decir: parece que esta historia ha emocionado a todos los jóvenes del mundo al mismo tiempo. Pero ¿qué tiene la nueva Miércoles Addams que conecta tanto con el universo teen? Lo que la distingue es que sus conductas están fuera de la norma y que sufre acoso escolar por ello. Hasta aquí podría ser una de tantas historias de instituto, pero Miércoles no está dispuesta a cambiar, ni a soportar a sus agresores. Al contrario, ella se acepta como es y se defiende de quienes le hacen daño, lo que la convierte en un ejemplo para millones. “Me gusta ser una isla bien fortificada y rodeada de tiburones”, sentencia. ”Me gusta arriesgarme. Socializar no demasiado”, asegura. O: “Yo no entierro hachas. Las afilo”. Miércoles tiene la diferencia pero también el power.
Pero, “¿cuántas Miércoles en la vida real son víctimas de acoso escolar?” se pregunta Occimoron en Twitter. Y sigue: “Romantizamos las diferencias porque las vemos en una serie pero luego, si las vemos por la calle, las señalamos y las acosamos”. En efecto, en la vida real, Miércoles lo estaría pasando mucho peor que en la ficción. Tanto como todos los colectivos que la han convertido en símbolo. Así, cuando el particular baile de Miércoles del Bloody Mary de Lady Gaga se convirtió en un trend de Tik Tok, fueron muchas (sobre todo mujeres) las que reivindicaron a Miércoles como icono autista y denunciaron que un baile idolatrado en la ficción, hubiera sido marginado en la vida real. “Miércoles Addams solo os gusta como concepto, no como persona”, denunciaba la joven @tree.alesh en Tik Tok.
En cambio, “superdotada del montón” defendía otro punto de vista en Twitter. “Yo no le veo un solo rasgo de autismo a Miércoles”. Y añadía: “Te están indicando desde el minuto uno de la serie que es altas capacidades. El tema principal es su destacable pensamiento sintético y su disincronía emocional. Y habla únicamente con sarcasmos y metáforas”. Y casi al mismo tiempo, El Español aseguraba que Miércoles es en realidad una niña con TDAH. Aunque lo cierto es que da igual si Miércoles es TDAH, altas capacidades, autista o simplemente una adolescente en transición. Porque lo que nos enseña este personaje es que más allá de cualquier etiqueta, lo que distingue a alguien que sufre es su dolor.
Así, Miércoles nos recuerda cómo muchas de las personas que padecen acoso (o exclusión) se enfrentan con las mismas explicaciones que ha recibido este personaje: “Es porque eres autista”, “es porque eres TDAH”, “es porque eres altas capacidades”, “es porque eres gay”, “es porque eres distinto…”. Pero es mentira. El acoso no es la respuesta a un síntoma sino una patología tan extendida como consentida. Carecemos del reconocimiento social del dolor, propio y ajeno. Nos educan para negar las diferencias y el daño mientras la vida, como bien sabe Miércoles, duele a todo el mundo. Nada va a ser fácil (y mucho menos en un instituto). Por eso es un alivio que alguien tenga el valor del admitirlo, aunque sea una niña psicópata que tiene como mejor amiga una mano amputada.