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editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Nuevos y viejos empleos

Los efectos en el mercado del trabajo de la transformación tecnológica exigen la anticipación de los poderes públicos

Una fila de casas de clase obrera en la localidad industrial de Redcar (Middlesbrough). Al fondo, una de las fábricas de acero que cerró hace años dejando a miles de personas desempleadas.
Una fila de casas de clase obrera en la localidad industrial de Redcar (Middlesbrough). Al fondo, una de las fábricas de acero que cerró hace años dejando a miles de personas desempleadas.CARLOS ROSILLO
El País

El mercado laboral global se enfrenta a novedades estructurales que anuncian cambios de profundo calado para los próximos años. Varios y poderosos factores confluyen en la transformación que provocará la creación de muchos empleos vinculados al nuevo contexto económico y político, así como la destrucción de muchos otros de tipo tradicional que perderán sentido. Entre los sectores más afectados por esta transformación figura el de los medios, el entretenimiento, la tecnología de la información y las comunicaciones digitales. El informe publicado esta semana por el Foro Económico Mundial (el conocido como Foro de Davos) sobre la base del punto de vista de unas 800 empresas de referencia proyecta que esta turbulencia afectará a empleos que corresponden aproximadamente a un cuarto del mercado laboral formal tan solo en los próximos 5 años, comportará la creación de 69 millones de empleos propios de la actividad económica de nueva generación y, en paralelo, la desaparición de 83 millones de los tradicionales. El saldo entre creación y destrucción sería negativo en un 2%. La OIT maneja previsiones más optimistas, con una perspectiva de creación de 100 millones de puestos y la destrucción de 75 millones hasta 2030.

Los factores que promueven estos cambios van desde la revolución tecnológica que dispara la demanda de ciertos perfiles (como análisis de datos o la tecnología de mitigación del cambio climático) hasta las tensiones geopolíticas que promueven una reorganización de las cadenas de suministro y producción a lo largo y ancho del planeta. Estas dinámicas convocan a los poderes públicos a activar potentes herramientas en varios sentidos y entre ellos perfilar los sistemas educativos que preparen a la ciudadanía para un nuevo contexto. Será fundamental asegurar que esta transición sea lo menos traumática posible, en particular en lo que hace a la exigencia de avanzar en la transición verde como uno de los elementos impulsores. Decenas de millones de trabajadores a escala global perderán sus puestos de trabajo debido a las transformaciones a las que asistimos. Aunque por el camino se creen otros tantos empleos, que pueden llegar a ser incluso más, el riesgo mayor está en neutralizar los efectos devastadores que puedan tener en quienes se queden sin empleo y sin acceso a los nuevos. Los cálculos del informe indican que seis de cada diez trabajadores necesitarán formación adicional de aquí a 2027.

La pérdida de empleos manufactureros en Occidente debido al desplazamiento industrial hacia otros países ha alimentado un fuerte malestar social que ha acabado engrosando las filas de los nacionalpopulismos europeos. La preservación de la cohesión y justicia social no puede quedar fuera de los planes de previsión a corto y medio plazo de las empresas y de los Estados ante la voracidad de los cambios por venir. La extrema volatilidad de la situación y la imprevisibilidad de los giros que la tecnología impone invitan a una especial cautela ante las proyecciones demasiado inflexibles, pero las corrientes profundas del mundo contemporáneo prevén cambios que alterarán la vida y las expectativas de trabajo de millones de personas. No es tan relevante su cuantificación precisa como la necesidad de adelantarse a ese escenario concibiendo una sólida concertación entre Ejecutivos y agentes sociales —en el interior de cada país— pero también con una coordinación internacional que prevea y mitigue los efectos más destructivos de una transformación que no debería llevarse por delante a quienes carecen de recursos de adaptación laboral o reciclaje profesional.


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