_
_
_
_
EDITORIAL
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Éxitos diplomáticos de Zelenski

Ucrania logra un rotundo respaldo a largo plazo para fortalecer su posición frente a las pretensiones de Putin

Zelenski, el domingo en la Cumbre por la Paz en Ucrania celebrada en Suiza.
Zelenski, el domingo en la Cumbre por la Paz en Ucrania celebrada en Suiza.URS FLUEELER / POOL (EFE)
El País

A falta de victorias en los campos de batalla, el presidente Volodímir Zelenski está culminando con éxito una amplia gira diplomática dirigida a aislar a Rusia y asegurar el apoyo internacional y el suministro de armas a Ucrania, incluso en caso de una victoria de Trump en las elecciones presidenciales, para sentar las bases de la negociación de una paz justa y duradera. En tres cumbres consecutivas esta pasada semana, la de Berlín para organizar la reconstrucción, la del G-7 en Bari bajo presidencia italiana y la celebrada en Suiza para promover las negociaciones de paz, Ucrania ha obtenido sustanciales resultados políticos.

La Comisión Europea se ha comprometido en Berlín a promover para este mes de junio las conversaciones de adhe­sión, justo antes de que empiece la presidencia semestral de Hungría, el único país que se opone. Los países del G-7 han habilitado un paquete de 50.000 millones de préstamos a Ucrania, financiados con los intereses de los activos bancarios rusos congelados fuera de Rusia. El grupo ha lanzado también una dura advertencia a China por su apoyo a Moscú, especialmente por el suministro de materiales y componentes de doble uso a la industria militar rusa.

Finalmente, la cumbre de Lucerna ha reunido este fin de semana a más de un centenar de países para arropar el plan de Zelenski. Es un primer paso para unas futuras negociaciones entre Moscú y Kiev que permite dibujar el mapa exacto de la correlación internacional de fuerzas. Rusia declinó la invitación. China, su principal apoyo material y diplomático, tampoco quiso asistir. Otras potencias del llamado Sur Global, como India, Brasil, México, Arabia Saudí o Emiratos no han firmado el comunicado final para no incomodar al Kremlin. La cumbre ha rechazado las amenazas de uso de armas nucleares y la ocupación militar de la central nuclear de Zaporiyia. También ha señalado el peligro de usar el comercio de cereales como arma de guerra, pide el intercambio de todos los prisioneros y la devolución de los millares de niños ucranios secuestrados por Rusia y exige el respeto a la integridad territorial. Si algo ha limitado la iniciativa de paz suiza es la sombra de la doble vara de medir de Washington y sus aliados europeos según se trate de Vladímir Putin o de Benjamín Netanyahu.

Moscú ha exhibido simultáneamente su peculiar concepto de unas negociaciones de paz, por si todavía no han terminado de entenderlo quienes critican la ayuda militar a Ucrania y demandan exclusivamente vías diplomáticas. Para sentarse a dialogar, Putin exige como premisa lo que equivale a una rendición de Kiev: la renuncia a la incorporación a la OTAN, que es su garantía futura de seguridad, y el reconocimiento de la soberanía rusa sobre cuatro provincias ilegalmente anexionadas y ahora solo parcialmente ocupadas. La exigencia ni siquiera corresponde a la situación de ambas fuerzas sobre el campo de batalla, sino que es una cesión de territorio actualmente en manos de Kiev.

El mensaje a Putin es claro. Con matices en el compromiso de cada país, la comunidad internacional le está diciendo que no permitirá que Ucrania sucumba por falta de ayuda militar y diplomática. En la cumbre por el 75º aniversario de la OTAN en Washington en julio, Zelenski recibirá una nueva confirmación de su candidatura de adhesión. Tras la ofensiva diplomática ucrania y habiendo empezado a recibir la ayuda estadounidense congelada durante seis meses, Kiev necesita ahora que le acompañen los hechos en el frente para contener la ofensiva rusa y estabilizar las líneas. Con esa premisa, se abre la posibilidad de una negociación sin condiciones previas de un alto el fuego.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_