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Curar por WhatsApp en la guerra de Sudán: “La desesperación que veo en los ojos de mis pacientes es desgarradora”

Más de 100 médicos voluntarios del país africano realizan consultas virtuales con enfermos atrapados en la violencia que no tienen cómo acudir a una consulta. Entre el 70% y el 80% de los centros sanitarios en zonas de conflicto están cerrados o apenas operativos

Hospital Al-Naw guerra Sudán
Un paciente es atendido en el hospital Al-Naw, en la ciudad sudanesa de Omdurman, en enero 2023. El centro es uno de los pocos que sigue en funcionamiento en este país africano, asolado por la guerra.Mostafa Muhamed

Ahmed Hassan, residente desde hace mucho tiempo en Jartum, asolada por la guerra civil sudanesa, yacía débil y febril, confinado en su cama mientras la malaria se apoderaba de su cuerpo. A finales de agosto, la infección empeoró hasta el punto de que, por un momento, creyó que la muerte era inminente. Estaba a pocos kilómetros del hospital más cercano, pero sin forma de llegar hasta él porque los combates se intensificaban en los alrededores de la capital. Entonces, recurrió a un salvavidas inesperado del que había oído hablar, pero que nunca había probado: la clínica virtual. Hassan asegura que, sin los consejos que recibió de aquellos profesionales sanitarios a través de WhatsApp, no habría sabido “qué hacer para mejorar”.

En respuesta a la urgente crisis sanitaria, un equipo de médicos voluntarios —muchos de ellos sudaneses afincados en el extranjero— ha puesto en marcha una clínica virtual. Su objetivo es ofrecer servicios de diagnóstico gratuitos para los sudaneses que permanecen atrapados en el país, a través de plataformas como WhatsApp ―ampliamente utilizada en Sudán― y Telegram, donde los pacientes pueden consultar sus casos y obtener recetas. En total, componen la iniciativa cerca de 120 médicos voluntarios y especializados en medicina interna, cirugía, ginecología, odontología y psiquiatría. La plataforma utiliza mensajes de texto, llamadas de voz e intercambio de archivos, garantizando tanto la privacidad como la seguridad de los datos de los usuarios.

Zainab Hamed, médica generalista y voluntaria de la iniciativa, reconoce que el concepto de clínicas virtuales “no es novedoso” y que ya se empleó en crisis sanitarias precedentes como la pandemia de coronavirus. Pero en Sudán, se ha comenzado a usar debido a la guerra. “Los intensos combates, especialmente en Jartum y Darfur, han restringido gravemente la movilidad de los médicos, lo que les ha llevado a utilizar por primera vez plataformas como WhatsApp para ofrecer consultas gratuitas”, explica a EL PAÍS.

Sudán es escenario de una crisis sanitaria sin precedentes tras un año y medio de guerra civil entre las Fuerzas Armadas Sudanesas (FAS), y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR). La situación humanitaria en el país es ya catastrófica: hay más de 8,7 millones de personas desplazadas, más de tres millones han cruzado a países vecinos y la guerra está causando cientos de miles de muertos y heridos, además de numerosas víctimas de abusos, como la violencia sexual y las torturas. La malnutrición es extrema, la ayuda humanitaria que llega a las zonas afectadas no es suficiente y la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que entre el 70% y 80% de centros sanitarios situados en las zonas del país más afectadas por los combates están cerrados o funcionan parcialmente.

El viernes pasado, un ataque con drones contra el Hospital Materno Docente Saudí, en la ciudad de Al Fasher, en Darfur del Norte, dejó un saldo de al menos 70 personas fallecidas y varias decenas de heridos, un hecho condenado firmemente por el secretario general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus. A principios de enero, Médicos Sin Fronteras (MSF) dejó de prestar apoyo sanitario en el Hospital Universitario de Bashair, en Jartum, uno de los últimos centros médicos públicos que funcionaban en esa zona, debido a las amenazas y violencia contra médicos y pacientes por parte de grupos armados.

No podía quedarme de brazos cruzados viendo cómo se desmoronaba el sistema sanitario de mi país
Sara Abdel Jalil, pediatra sudanesa

Hamed considera que la clínica virtual ha sido un salvavidas en zonas rurales y territorios destrozados por la guerra. “La desesperación que veo en los ojos de mis pacientes es desgarradora. No tienen a quién recurrir. Formar parte de esta clínica significa que aún puedo ofrecer ayuda, aunque sea a través de una pantalla”, afirma.

Desde su creación, la clínica ha prestado servicios de diagnóstico a unos 500 pacientes, la mayoría de los cuales se encuentran en Sudán, aunque algunos desplazados han recurrido a ella desde el vecino Egipto. “No podía quedarme de brazos cruzados viendo cómo se desmoronaba el sistema sanitario de mi país”, declara Sara Abdel Jalil, especialista en pediatría afincada en Reino Unido y parte del equipo que puso en marcha estas consultas online. “Esta clínica virtual me permite mejorar las cosas, aunque viva en el extranjero”, dice.

A largo plazo

Los fundadores de la iniciativa pusieron en marcha una fase de prueba entre enero y abril de 2024, con el objetivo de mantener las operaciones mediante el apoyo de la comunidad. Luego, la iniciativa se asentó y funcionará al menos hasta abril de este año, pero los voluntarios quieren prolongarlo más allá. “Estamos en esto a largo plazo”, asegura Abdel Jalil, “no renunciaremos a nuestra gente, ni siquiera cuando la situación pinte mal”.

Los pacientes a los que atienden suelen padecer dolencias comunes como infecciones, enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión y también desnutrición. Todo agravado por la falta de instalaciones médicas. “Una madre llamó, desesperada porque su hija tenía fiebre. Después de aconsejarle la medicación, volvió a llamar llorando, para decirnos que su hija se encontraba mejor. Momentos así nos recuerdan por qué hacemos este trabajo”, comenta Abdel Jalil.

La falta de acceso a pruebas y medicamentos para los pacientes de las regiones rurales sigue siendo un problema. A veces, tienen que viajar horas para encontrar una farmacia
Zainab Hamed, impulsora de la clínica virtual

La doctora Hamed señala que el éxito de las clínicas virtuales depende de que los médicos se ganen la confianza de los pacientes y los animen a compartir su información médica. Recalca que un historial médico completo, que incluya síntomas, medicación y alergias, resulta decisivo para poder ofrecer diagnósticos precisos hasta en un 70% de los casos. “Aunque este porcentaje puede variar en función del caso concreto, el historial del paciente sigue siendo un factor fundamental en el que se basan los médicos para tomar decisiones”, subraya.

A pesar de los éxitos, la clínica virtual se enfrenta a numerosos obstáculos, sobre todo para llegar a pacientes de zonas alejadas donde internet funciona mal y donde hay una importante carencia de medicamentos y de medios técnicos para confirmar un diagnóstico. “Podemos asesorar y sugerir tratamientos, pero la falta de acceso a pruebas y medicamentos para los pacientes de las regiones rurales sigue siendo un problema. A veces, tienen que viajar horas para encontrar una farmacia que tenga los insumos necesarios”, explica Hamed. Una estrategia, reconocen los médicos, es asociarse con organizaciones humanitarias y empresas farmacéuticas para conseguir medicamentos y suministros esenciales para las regiones más necesitadas.

Aunque la clínica virtual ofrece una solución temporal a la crisis sanitaria de Sudán, quienes están en primera línea recuerdan que será necesario reconstruir la infraestructura sanitaria del país. “La iniciativa demuestra el potencial de la telemedicina y de la importancia de la colaboración de sudaneses expatriados y refugiados, pero es solo una parte de la solución”, afirma Mahmoud Taj El-Din, presidente del Comité Ejecutivo de Médicos Sudaneses por la Paz y el Desarrollo, una organización de voluntarios. “Si somos capaces de conseguir más apoyo y de llegar a un mayor número de pacientes, podríamos revolucionar la asistencia sanitaria en Sudán”, confía.

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