Mozambique y la vacuna contra el papiloma humano: de recomendación a realidad en dos décadas
El país africano introduce a escala nacional la inmunización a niñas preadolescentes contra un virus que se cobra la vida de más de 300.000 mujeres cada año en el mundo
El reciente anuncio del Gobierno de Mozambique de la introducción a escala nacional de la vacuna contra el virus de papiloma humano (VPH) cierra un ciclo que empezó más de dos décadas atrás. En ese momento, se dieron los pasos que han continuado durante todo este tiempo, siempre en colaboración con instituciones de distintos ámbitos –Ministerio de Salud de Mozambique, investigación, desarrollo, incidencia, donantes, GAVI (la Alianza para la vacunación)–, con el objetivo de abordar los complejos desafíos inherentes a la introducción de una nueva intervención en salud.
La vacunación de niñas preadolescentes contra los tipos de virus del papiloma humano (VPH) que causan cáncer cervical (de cuello uterino) es la herramienta más eficaz, segura y equitativa para reducir la incidencia de un cáncer que se cobra la vida de más de 300.000 mujeres cada año en el mundo. Más del 85% de ellas se concentran en países de ingresos bajos y medianos (PIBM) –principalmente en África subsahariana– y el 87% de las muertes ocurren debido a la detección tardía y al limitado acceso al tratamiento eficaz.
Con una incidencia y mortalidad de 50,2 casos por 100.000 y 38,2 por 100.000, respectivamente, en Mozambique, el cáncer cervical representa un tercio de los casos de cáncer en mujeres adultas y del 21% del total de muertes por cáncer en el país. La investigación desarrollada ha demostrado la relación entre la infección por VPH y las lesiones cancerosas consistente con patrones globales que muestran que más del 70% de los cánceres de cuello uterino son atribuibles a los tipos 16 y 18 del VPH frente a cuya infección protege la vacuna.
En 2001, la colaboración estratégica sobre VPH y cáncer cervical entre ISGlobal, la Fundação Manhiça (CISM), el Hospital Central de Maputo, el Ministerio de Salud de Mozambique (MISAU) y el Institut Català d’Oncologia (ICO) permitió generar información básica y datos clave para avanzar en esta urgente cuestión de salud pública en Mozambique. Aquellos estudios iniciales permitieron determinar la prevalencia de la infección por VPH en las mujeres, identificar los genotipos relacionados con la vacuna contra el VPH en mujeres con y sin cáncer cervical, así como describir la prevalencia y la etiología de las infecciones de transmisión sexual y la prevalencia de la neoplasia cervical.
En 2011, GAVI anunció su decisión de introducir vacunas contra el cáncer de cuello uterino en los países elegibles, respondiendo a la demanda de los mismos y a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que sugería vacunar contra el VPH a niñas de nueve a 13 años a través de programas nacionales de inmunización allí donde el cáncer de cuello uterino representaba una prioridad de salud pública y donde la introducción era factible.
¿Cómo convertir esa recomendación genérica en una realidad en Mozambique? Muchos esfuerzos, recursos y voluntades han confluido a lo largo del tiempo para lograr avances. Desde ese momento, que coincidió en ISGlobal con la creación de la Iniciativa de Salud Materna, Infantil y Reproductiva, se incluyó la introducción de la vacuna contra el VPH en Mozambique como una de las líneas de trabajo. Para ello, abogamos ante GAVI para que Mozambique fuera incluido en el grupo de países de ingresos bajos y medianos (PIBM) en los que hacerlo.
Desde 2012, GAVI ha costeado la introducción de la vacuna contra el VPH en PIBM. Sin embargo, la financiación está supeditada a la implementación previa de un proyecto de demostración antes de la introducción a escala nacional, con el fin de evaluar la viabilidad y capacidad del modelo de ejecución propuesto.
Tras la aprobación de GAVI de un proyecto de demostración de la vacuna contra el VPH en Mozambique, el CISM, ISGlobal y la Fundação para o Desenvolvimento da Comunidade (FDC) colaboraron con el Ministerio de Salud de Mozambique (MISAU) y el Ministerio de Educación y Desarrollo Humano (MINEDH) para llevar a cabo el primer proyecto demostración de vacunación contra el VPH en el país. Por otro lado, el CISM fue designado por el MISAU como responsable de la evaluación del programa piloto.
No cabe, sino celebrar la decisión de Mozambique que contribuirá a mejorar la salud y la vida de miles de mujeres en los próximos años
En el caso de Mozambique, además del proyecto piloto financiado por GAVI, el país implementó dos proyectos adicionales financiados por el gobierno, en diferentes provincias (Maputo Cidade, Manica, Cabo Delgado) a fin de incluir aspectos socioculturales en contextos diversos.
Entre 2013 y 2016, investigadores del CISM e ISGlobal llevaron a cabo estudios adicionales –cruciales para proporcionar una base para la toma de decisiones basada en evidencia y específica al contexto–, para informar sobre aspectos necesarios antes de la introducción de la vacuna contra el VPH en Mozambique. Por una parte, se evaluó la viabilidad y aceptabilidad de implementar el programa de vacunación contra el VPH en niñas preadolescentes en áreas rurales y urbanas (a través de un proyecto de colaboración financiado por el departamento de Cooperación Internacional del Ayuntamiento de Barcelona y la Fundación Aga Khan). Además, se realizó una evaluación económica de los costos durante el proyecto de demostración de la vacuna y se realizaron dos estudios de cobertura para evaluar el alcance de la inmunización y de los mensajes de sensibilización en escuelas y comunidades.
Finalmente, se implementó un proyecto de fortalecimiento de las capacidades de los profesionales de la salud en Mozambique y otros grupos como profesores y responsables educativos provinciales y distritales así como líderes comunitarios, financiado por la Fundación “la Caixa”, con el objetivo de preparar a los colectivos involucrados en la administración a nivel nacional.
Aunque en el año 2016, la mayoría de los países beneficiarios habían completado ya proyectos de demostración, pocos habían ampliado la administración en todo el país. Esa última parte, en definitiva, traducir el conocimiento de las fases previas en programas, es a menudo la más difícil. La voluntad política –impulsada en este caso por la oficina de la esposa del Presidente de la República de Mozambique– fue clave para recorrer la última parte del camino. Finalmente, Mozambique ha dado ese paso y forma parte del pequeño grupo de PIBM que han incluido la vacuna contra el VPH en su programa de inmunización. Solo de esta manera puede plantearse la posibilidad de cumplir uno de los objetivos de la estrategia recientemente lanzada por la OMS de vacunar al 90% de las niñas hasta los 15 años en 2030.
Solo así puede plantearse la posibilidad de cumplir uno de los objetivos de la estrategia recientemente lanzada por la OMS de vacunar al 90% de las niñas hasta los 15 años en 2030
La vacuna contra el VPH es altamente eficaz y segura contra la infección y las lesiones precancerosas. La evidencia más reciente ha determinado que, entre las mujeres que la recibieron cuando tenían 12 o 13 años, la reducción del cáncer cervical es del 87%. Por otra parte, la creciente evidencia sobre los beneficios de la administración de una única dosis de la vacuna es también esperanzadora.
Son resultados especialmente relevantes, tanto para los programas de vacunación en los PIBM, donde el problema del cáncer de cuello uterino es un problema de salud pública mucho mayor que en aquellos con sistemas bien establecidos de vacunación; como también para la detección en el contexto actual de la pandemia en el que la disponibilidad de vacunas (y su distribución y administración) es aún más complicada, y el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva es más difícil para muchas mujeres, especialmente de los grupos más desfavorecidos.
Por todo ello, solo celebrar la decisión de Mozambique que contribuirá a mejorar la salud y la vida de miles de mujeres en los próximos años.
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