Dos jueces contra prácticas que traspasaron fronteras
El último imputado vip ha sido Baltar, acusado de prevaricación continuada
Dos jueces han abierto en el último año y medio sendas causas judiciales que quitan el sueño a políticos de dentro y fuera de la comunidad. El caso Campeón, una trama de subvenciones y contratos públicos fraudulentos, estalló en el Juzgado de Instrucción número 3 de Lugo a solo unos meses de las elecciones generales de 2011. La magistrada Estela San José puso en el punto de mira al entonces ministro de Fomento, José Blanco, a un exconsejero del BNG, y otros dos cargos, así como a otros cuatro mandos del Gobierno de Feijóo. El Tribunal Supremo mantiene imputado a Blanco y en Cataluña se investiga una derivada por la adjudicación del negocio de las ITV.
A escasos metros del despacho de esta juez, su colega Pilar de Lara y la Operación Pokémon, estremecieron con el fantasma de la corrupción otra precampaña, en septiembre, un mes antes de los comicios gallegos. En total hay una treintena de imputados entre los que se encuentran cuatro alcaldes (dos del PSOE y dos del PP), incluido los de Santiago y Lugo y cuatro concejales, entre los que también hay uno del BNG, que entregó su acta. El caso, además, ha roto gobiernos de coalición en Lugo y Ourense.
El último imputado vip ha sido el expresidente de la Diputación de Ourense, José Luis Baltar, acusado de prevaricación continuada por un centenar de contrataciones presuntamente ilegales. Y, en menor escala, el caso Orquesta alcanzó a cuatro alcaldes y tres concejales, tanto del PSOE, como del PP y de un partido independiente en la Costa da Morte.
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