Melilla exige a Marruecos que explique por qué su Marina mató a dos jóvenes
"Emin y Pisly eran españoles; no marroquíes", gritan los manifestantes musulmanes Solo el Partido Popular rechazó acudir a la protesta convocada por los padres de las víctimas
Numerosos melillenses, en su mayoría jóvenes musulmanes, recorrieron hoy viernes el centro de su ciudad, precedidos por una bandera de España, al grito de “somos españoles” y “Emin y Pisly eran españoles; no marroquíes”.
Coreando estos y otros eslóganes querían exigir a las autoridades de Marruecos que aclaren de una vez las circunstancias de la muerte de Abdeslam Ahmed Ali, apodado Pisly, de 24 años, y de Amin Mohamed Dris, Emin, de 20, que fallecieron, ayer hizo dos meses, a manos de la Marina Real marroquí.
Al margen de una sucinta y poco verosímil explicación dada a través de la agencia de prensa oficial MAP, Rabat ni siquiera ha entregado a las familias la autopsia que se practicó a los dos jóvenes en Nador —la ciudad colindante con Melilla— ni sus escasas pertenencias.
Un miembro del Gobierno de Marruecos, su portavoz, Mustafa el Khalfi, se pronunció, por primera vez, el jueves pasado —60 días después de la muerte— sobre la actuación de su Marina que costó la vida a los dos españoles. Confirmó que se estaba aún investigando y precisó que sus resultados se harán llegar por “vías diplomáticas”.
“La nula colaboración de Marruecos está provocando una ruptura sicológica entre los musulmanes melillenses y el vecino país del que muchos son originarios”, constataba al teléfono uno de los responsables de Coalición por Melilla (CpM), el partido musulmán de la ciudad.
La manifestación, retransmitida en directo por Internet, había sido convocada por los padres de las víctimas, con el respaldo de todos los partidos de oposición, para pedir también al Gobierno español que trate de hacer aflorar la verdad presionando a Marruecos.
Dos miembros del Gobierno español anunciaron en noviembre que se conocería pronto el resultado de la investigación marroquí, pero no ha sido así. Sus gestiones han sido tibias porque no quieren enajenarse la colaboración de Rabat en la lucha contra la inmigración subsahariana, más numerosa este año en Melilla.
Precedidos por una gran pancarta en la que se podía leer “Queremos la verdad”, en cuyas extremidades habían colocado los retratos de Emin y Pisly, los manifestantes recorrieron el centro de la ciudad de 84.000 habitantes. Encabezaban el cortejo las familias de los jóvenes y el grueso de la clase política local musulmana, socialista, etcétera.
Solo faltó el Partido Popular que gobierna Melilla cuyo presidente, Juan José Imbroda, justificó su ausencia porque el lema de la convocatoria “echa para atrás”.
“¡Marruecos mata; España calla!”, era el eslogan inicial, pero para atraer a Imbroda los convocantes lo cambiaron por uno más inocuo: “¡Queremos justicia!”. Abdeslam Ahmed, padre de Pisly, ofreció incluso al presidente de la ciudad elegir él el lema.
“Hay que olvidarse de la ideología política, de los rencores” para apoyar a esas dos familias, declaró la diputada musulmana Dunia Almansouri tendiendo la mano al PP.
Al partido de Imbroda no le pareció suficiente. No acudió ni uno solo de sus militantes, ni siquiera a título personal. Horas antes de que arrancase consideró “innecesaria” la iniciativa porque “desde el Gobierno no se ha cejado de trabajar para lograr el esclarecimiento de los hechos”, declaró un portavoz del partido al diario Melilla Hoy.
Hace dos meses Imbroda tachó de “brutal asesinato” la muerte de ambos melillenses, pero ahora trata de no tensar la cuerda con Rabat. Pensando acaso en él, los manifestaron gritaron “no nos mires, únete”. También vociferaron: “Es un asesinato; no un incidente”.
Los padres de Emin y Pisly recibieron, a principios de esta semana, la autopsia que se hizo a sus hijos en Melilla, cuando Rabat entregó sus cadáveres a principios de noviembre. De su lectura han sacado la conclusión de que se les golpeó antes de dispararles a bocajarro.
De ser cierta esta interpretación la versión oficial marroquí no se tiene en pie. Aseguraba, el 28 de octubre, que la Marina Real les dio el alto, pero que ellos desobedecieron y trataron de darse a la fuga con la zodiac en la que navegaban frente a Punta Negri (Marruecos). Por eso abrieron fuego. No llevaban droga a bordo.
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