Altos cargos del PP buscan un cambio en RTVE ante las próximas elecciones
La situación económica del ente debilita los apoyos políticos de su presidente
Alcaldes relevantes, barones autonómicos y ministros clave se quejan, en privado y con mucha insistencia, de la información de RTVE. Creen que el Gobierno, que controla la televisión pública con un presidente y un jefe de informativos de su confianza, no está sabiendo aprovechar esa baza políticamente. Tras las elecciones europeas —en las que esta formación perdió 2,5 millones de votos, lo que hace temer una debacle en las autonómicas y municipales de 2015— la presión ha subido, según coinciden las fuentes del PP y del Gobierno consultadas.
Ese creciente malestar, sumado a la difícil situación económica de RTVE, ha hecho que altos cargos populares presionen al Ejecutivo para que dé un vuelco a RTVE, cambie a la cúpula y la utilice políticamente pensando en unas elecciones clave. “Con esta RTVE no podemos ir a las elecciones”, resume un miembro del Gobierno, en una frase muy extendida entre todos los consultados. “Es ahora o nunca, tiene que ser este verano, es algo urgente, casi todo el PP está de acuerdo”, resume otro dirigente. Es una decisión que está, como todas las importantes, en manos de Mariano Rajoy y en este caso además de Soraya Sáenz de Santamaría, que está muy encima de RTVE y fue el principal apoyo de Leopoldo González Echenique, su actual presidente.
Nadie sabe si Rajoy tomará finalmente este julio la decisión que muchos esperan, pero lo que sí saben las fuentes consultadas, al máximo nivel, es que Echenique ha perdido mucho apoyo político porque los datos económicos no le avalan y, sobre todo, porque se empeña en resistirse a lo que le reclaman desde diversos frentes: que haga un nuevo ERE para reducir la plantilla.
Julio Somoano, jefe de informativos, también recibe muchas críticas en el Gobierno porque consideran que no ha sido capaz de hacer unos informativos influyentes que sirvan a los intereses políticos del Gobierno. Aunque también tiene algunos defensores en el Ejecutivo. En público nadie habla con tanta naturalidad, pero en privado el análisis político es claro: “Todos los Gobiernos utilizan la televisión pública, nosotros también debemos hacerlo si queremos recuperar el voto perdido", resume un miembro de la cúpula.
El Gobierno decidió recortar la subvención directa a través de los Presupuestos Generales del Estado un 46% (el doble que en el resto de las empresas públicas) y en RTVE entran ahora 250 millones de euros menos al año que en la última etapa de Zapatero. Las políticas de austeridad (ahorrar en programas, congelar la emisión de las series más caras, renunciar a derechos deportivos) no han sido suficientes y la corporación lleva varios años en pérdidas. En 2012 tuvo un déficit de 113 millones de euros, los mismos que en 2013. Y para este año las perspectivas no son halagüeñas.
RTVE necesita urgentemente dinero. Inútiles han sido las insistentes reclamaciones al Ministerio de Economía. La televisión pública esperaba ya en el mes de febrero recibir una inyección de 120 millones de euros. “Si no llega el dinero, esto revienta”, explican fuentes de RTVE. Además del recorte de la subvención directa del Estado, las fianzas de RTVE se han visto perjudicadas por el descenso de los ingresos en otra de las partidas clave: la tasa que obligatoriamente tienen que pagar los operadores de telecomunicaciones y las televisiones privadas. Esta recaudación —que venía a compensar el fin de la publicidad en TVE— ha sido inferior a lo previsto a causa de la crisis publicitaria. Solo la retirada de Vodafone supuso 30 millones menos de ingresos. Con los 120 millones que Echenique ha pedido al Gobierno podría terminar el ejercicio en equilibrio y alejar el fantasma de una crisis institucional en la corporación.
Las dificultades económicas de RTVE han tenido un efecto inmediato en la audiencia. La televisión pública se mantiene a duras penas por encima del 10% de cuota de pantalla y ha perdido la hegemonía en una de las áreas más simbólicas: los informativos. La oposición política, y no pocos trabajadores, atribuye esta caída a la falta de credibilidad de los telediarios. En pocos años, han visto escapar la mitad de los espectadores. Esta es una de las bazas que juega en contra de Somoano, que nunca ha sido bien visto en sectores del PP cercanos a su secretaria general, María Dolores de Cospedal. Algunos barones del PP, que ya se preparan para entrar en campaña, son los que más fuertemente reclaman el relevo de Somoano. Tampoco lo tiene fácil el director de TVE, Ignacio Corrales, a quien se le responsabiliza del hundimiento de la parrilla.
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