Marjaliza, el mago de las voluntades
El conseguidor de la red Púnica se manejó con soltura entre el PP y el PSOE de Madrid
La noche del 25 de mayo de 2003 la euforia prendió en la sede socialista de Valdemoro, Madrid. El candidato Rafael Simancas se encaramaba a la presidencia regional con la promesa de atajar los desmanes del cemento. Un promotor inmobiliario desembarcó en la fiesta de la victoria. Era el conseguidor de la red corrupta Púnica David Marjaliza Villaseñor. Aunque la izquierda no gobernó —dos diputados tránsfugas socialistas frustraron la elección de Simancas— Marjaliza cumplió con el ritual que le atribuyen sus conocidos. “Ponía una vela a Dios y otra al Diablo”, confirma un exmilitante del PP de Valdemoro.
El señor del ladrillo Marjaliza (Madrid, 1968) es un hombre desconfiado, alérgico a las fotografías y obsesionado con la seguridad. Apenas circulan imágenes de este emprendedor que hizo caja al calor de su amigo de juventud, el antiguo número dos de Esperanza Aguirre Francisco Granados, con quien compartió las aulas del colegio privado Sámer Calasanz. Hoy, los dos duermen en la prisión de Soto del Real.
El éxito de este hombre se explica por una habilidad innata para moverse con soltura por los despachos del poder municipal del Sur de Madrid. Extendió sus redes al PP a través de Granados. Pero también tocó a la puerta del PSOE. Un informe interno de los socialistas de Valdemoro remitido a Ferraz al que ha tenido acceso EL PAÍS revela un desembarco de afiliaciones sufragadas por el constructor desde 2003 en la agrupación local. Marjaliza llegó a controlar a la mitad de los 331 militantes y al entonces portavoz socialista Antonio Serrano Soldado, según este documento. Parte de los intrusos procedían del PP. Serrano se reconvirtió tras abandonar la política en socio de firmas del constructor. Hoy, figura entre las cuatro decenas de arrestados por pertenecer a la trama corrupta. “Marjaliza habría sido una de los principales perjudicados de mi gobierno”, zanja el diputado Rafael Simancas, que disolvió la agrupación tras descubrir la maniobra, en el verano de 2007.
Valdemoro fue el laboratorio del modelo Marjaliza. El promotor llegó a manejar a través de decenas de sociedades el 60% del suelo urbanizable en esta localidad que duplicó en una década su población (73.000 habitantes), según un exdirectivo de la promotora grupo Dico que pide el anonimato. Esta fuente reconoce que su antigua empresa desembolsó una comisión ilegal de seis millones para hacerse con un presunto negocio de un centenar de chalés. Un exjefe de personal del Ayuntamiento explica así la supuesta mecánica de la especulación. “Marjaliza figuraba a la cabeza de un entramado de empresas que controló entre 2004 y 2007 la compra de suelo en Valdemoro. Los terrenos se vendían con los precios fijados por el arquitecto municipal. No había tasaciones privadas. El chófer del conseguidor permanecía durante días ante el Ayuntamiento”, apunta esta fuente. El arquitecto municipal, José Luis Navarro también está detenido. “Marjaliza ha sido el Juan Antonio Roca de Valdemoro”, añade Antonio González, del partido local TUD en referencia al cerebro del caso Malaya.
Mortimer, que es como apodan los suyos al empresario, se convirtió en un asiduo del despacho de Granados en su época de alcalde de Valdemoro (1999- 2003). Llegó a tramitar en él asuntos de su constructora Obrum. Un portavoz de un grupo de afectados por deficiencias de las viviendas Senderos del Olmo, construida por Marjaliza, visitó en enero de 2003 al conseguidor en el despacho de Granados. “Intentaron comprarme para que dejáramos de manifestarnos”, recuerda.
La conexión panameña de la trama
La madeja societaria de la red Púnica se extiende a Panamá. La firma Bonanno Media SA, inscrita en este país, incluye en su organigrama al exalcalde socialista de Cartagena José Antonio Alonso y al hermano del ingeniero informático que actuaba como conseguidor de negocios de la trama en Valencia, Alejandro de Pedro Llorca. La empresa se registró el pasado mayo con un capital de 10.000 dólares (7.970 euros), según el portal Panadata, que procesa información del registro público de Panamá. Alonso y De Pedro recurrieron para la inscripción de la sociedad al agente financiero Adams & Adams. Su web ensalza el país centroamericano como un destino de bancos off shore (paraíso fiscal) donde se protege la confidencialidad de la información.
“No voy a decir nada. Solo soy un trabajador más. Todo se aclarará en su momento”, responde el también informático Adrián de Pedro Llorca. El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco envió el pasado jueves a prisión a su hermano Alejandro. Se le considera el captador de negocios en Valencia de la red corrupta que fraguó negocios con los Ayuntamientos gobernados por el PP de Gandía, Denia o Valencia.
El grifo del crédito siempre estuvo abierto para Marjaliza, que explotaba 5 locales de máquinas recreativas, tanteó el negocio de la producción cinematográfica y ha reconocido haber regularizado más de 10 millones en el extranjero. Caja España-Duero concedió un préstamo de 16 millones a una de sus sociedades, Vancouver. “Comenzaron a darle dinero con una facilidad impresionante. Sus empresas carecían de bienes. Estaban avaladas por otras empresas y estas por otras y así...”, explica una fuente de la entidad. Caja España-Duero, que confirma la operación, no ha cobrado ni un euro del préstamo. El comercial que captó el multimillonario negocio de Marjaliza fue despedido.
Una red de 91 empresas componen los tentáculos del conseguidor. La madeja apunta vínculos con conocidos de los tribunales. Uno de ellos es el prestamista imputado por estafa en varios juzgado de Madrid, Antonio Arroyo Arroyo. Sociedades de Marjaliza adquirieron créditos hipotecarios a Arroyo para propiciar el deshaucio de sus viviendas, según el abogado Carlos Javier Galán. EL PAÍS ha intentado sin éxito contactar con el prestamista, uno de los reyes de los créditos exprés en España.
investigacion@elpais.es
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