Bruselas abre un expediente a España por la situación del agua en Doñana
La sobreexplotación del acuífero es uno de los principales problemas del parque
La Comisión Europea ha abierto un procedimiento de infracción contra España por el mal estado del acuífero de Doñana. La sobreexplotación de esta reserva de agua subterránea es uno de los principales problemas de este importante espacio protegido.
El Gobierno de Andalucía tramita, desde 2007, un plan de ordenación de los regadíos del entorno de Doñana, que aspira a terminar con el uso ilegal del agua para la agricultura. Este plan, que ha pasado por las manos de cinco consejeros autonómicos de Medio Ambiente, aún no ha sido aprobado. WWF ha afirmado este martes que el expediente europeo se abre por la vulneración de las directivas Hábitats y Marco del Agua.
El procedimiento de infracción de Bruselas ha sido comunicado al Ministerio de Asuntos Exteriores, que a su vez lo ha remitido al de Medio Ambiente. El departamento de Isabel García Tejerina se ha puesto ya en contacto con la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) y con la Junta de Andalucía. La confederación, encargada de supervisar la cuenca en la que está ubicada Doñana, ya ha remitido al ministerio los informes sobre su actuación en la zona, según indicaron fuentes de este organismo. Entre otras medidas, los agentes fluviales llevan meses realizando inspecciones en la zona para cerrar los pozos ilegales que se emplean para la agricultura. En una de esas inspecciones a finales de noviembre, tres de estos agentes fueron retenidos durante una hora en una finca por unos 200 agricultores, que los amenazaron e insultaron. La confederación ha denunciado el caso a la Guardia Civil.
Por su parte, la Consejería de Medio Ambiente, que actualmente se encuentra en la fase final del proceso de aprobación del plan de ordenación de regadíos, ha indicado este martes que actualmente está recopilando la información para remitirla al ministerio.
La organización WWF interpreta que la apertura del procedimiento de infracción supone un "mensaje muy claro" de Bruselas sobre la ineficacia del trasvase de aguas a Doñana, contemplado en el nuevo plan de cuenca del Guadalquivir, y del plan de ordenación de los regadíos.
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