EE UU tendrá hasta un máximo de 3.000 marines en la base de Morón
El Congreso da luz verde a la reforma del convenio de Defensa con Washington
El Congreso de los Diputados da luz verde este jueves al acuerdo para convertir la base de Morón de la Frontera (Cádiz) en la sede permanente de la fuerza del Mando de EE UU para África.
El secretario de Defensa estadounidense, Chuck Hagel, pidió a principios de diciembre a su homólogo español, Pedro Morenés, la conversión en indefinido del permiso temporal para desplegar una unidad de marines en la base sevillana y el aumento de la cifra máxima de efectivos, que pasaría de 850 a 3.000. Si se autoriza, el límite de tropas permanentes de EE UU en España aumentará en más del 60%, pasando de 4.750 a 7.750.
El Pentágono ya ha adelantado que no piensa apurar el tope de 3.000 efectivos y que lo que pretende es tener un colchón para caso de crisis. Sin embargo, según las fuentes consultadas, hasta ahora no ha precisado si el contingente permanente se mantendría en 850 o aumentaría, lo que tiene implicaciones sobre los servicios requeridos por la base y el empleo que generaría. Aunque la mera previsión de casi cuadruplicar el número de marines en caso de crisis ya requeriría acondicionar la infraestructura de la base.
El acuerdo supone, según las fuentes consultadas, el arranque de una negociación en la que habrá que aclarar muchos extremos; por ejemplo, si la escalada en el número de efectivos desde la situación de normalidad hasta la de crisis es automática o requiere la autorización del Gobierno español.
Las tropas americanas con carácter permanente crecerán más del 60%
También habrá que definir las misiones. Cuando la Fuerza Especial de Respuesta de Crisis del Cuerpo de Marines (SP-MAGTF Crisis Response) llegó a Morón en abril de 2013, con solo 500 militares y permiso para un año, se dijo que su tarea principal consistiría en “la ejecución de operaciones de respuesta ante crisis, contingencias de ámbito limitado y operaciones logísticas para proteger instalaciones, personal y ciudadanos estadounidenses en el norte y oeste de África”. La unidad nacía marcada por el asalto al consulado estadounidense en Bengasi (Libia), en septiembre de 2012.
Un año después se prorrogó su estancia, se aumentaron de 500 a 850 los efectivos, y se le añadió como misión el adiestramiento y la realización de ejercicios conjuntos en Europa y África. Ahora, el Gobierno quiere que la unidad no solo proteja intereses estadounidenses “sino también los de España y los demás países de la OTAN en África, Europa y Oriente Próximo”. De momento, la unidad de marines de Morón se ha desplegado en Sigonella (Italia), para intervenir en Libia ante su creciente inestabilidad, ha protegido la evacuación de ciudadanos americanos en Sudán del Sur y ha participado en la misión contra el ébola en Liberia.
La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría aseguró al término del Consejo de Ministros, en el que se dio luz verde a la negociación de la reforma del convenio, que el despliegue de los marines “fortalece la seguridad” tanto de España como de sus aliados y agregó que, en la negociación que ahora se abre, se abordarán “aquellos elementos que deben contribuir a mejorar los efectos que tienen estos acuerdos, especialmente los aspectos laborales”. Los trabajadores de Morón han sufrido ya tres expedientes laborales, que se han saldado con 240 despidos, y temen que la sustitución de la empresa estadounidense que presta servicios en la base, el 27 de marzo, ponga en riesgo más empleos.
La autorización temporal para el despliegue de los marines acaba el 19 de abril y se da por sentado que habrá que aprobar una tercera prórroga, pues para esa fecha no habrá concluido la tramitación de la reforma, que debe aprobar el Parlamento.
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