Perfil de los miembros de la Mesa del Congreso
Ana Pastor es la primera mujer que preside el Parlamento desde Luis Fernanda Rudi
La Mesa del Congreso contará en la XII legislatura con tres representantes del Partido Popular; entre ellos, la presidenta de las Cortes, Ana Pastor; dos del PSOE, entre los que no figurará Patxi López, titular del último Parlamento; dos de Unidos Podemos; y dos de Ciudadanos, que logra ambos puestos gracias al acuerdo con los populares. La presidencia de Pastor ha provocado la salida de la Mesa de Celia Villalobos, con quien mantiene diferencias.
Ana Pastor (PP). La primera mujer que preside el Parlamento desde Luis Fernanda Rudi en la segunda legislatura de José María Aznar. Leal a su amigo y jefe político, Mariano Rajoy, Pastor ha conseguido labrarse buena fama entre los suyos, pero también entre el resto de partidos, que aprecian su seriedad y capacidad de trabajo. Nacida en Cubillos del Pan (Zamora), pero pontevedresa de corazón como Rajoy, es Licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Salamanca. Ha formado parte de los equipos del actual líder del PP desde 1999, cuando él era ministro de Educación y Cultura y la nombró subsecretaria.
En 2001 fue nombrada subsecretaria del Ministerio de Presidencia y, un año después, tras desembarcar Rajoy en Interior, ocupó el mismo puesto en ese departamento. José María Aznar la nombró ministra de Sanidad en 2002 y, en apenas dos años, llevó a cabo una profunda remodelación de la Administración sanitaria y logró el consenso de todos los grupos para la Ley de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud. Durante la primera legislatura de Rajoy ocupó la cartera de Fomento, en el momento más álgido de la crisis: apenas dispuso de presupuesto en un departamento que normalmente se utiliza para dar alegrías a los distintos territorios. En todo este tiempo ha tenido varios frentes abiertos, algunos especialmente delicados, como la huelga de pilotos de Iberia, la paralización de las obras del Canal de Panamá o el accidente ferroviario de Angrois.
Alicia Sánchez Camacho (PP). De 49 años, Sánchez Camacho es la actual presidenta del PP catalán. Durante el XII Congreso Autonómico del Partido Popular de Cataluña, celebrado los días 5 y 6 de julio de 2008 en Barcelona, fue proclamada candidata a las siguientes elecciones y en los comicios convocados en el Parlamento de Cataluña en 2010 logró 18 escaños, el mejor resultado del PP en Cataluña. En las siguientes elecciones autonómicas, ya en 2012, superó esa marcha y llevó a su partido hasta los 471.197 votos y 19 escaños.
Durante estos años ha ejercido una oposición dura al nacionalismo y ha sufrido un enorme desgaste, personal y político. El PP se veía también estancado. El pasado verano, antes de que se convocasen las elecciones del 27 de septiembre, habló con Rajoy y le pidió dejar su puesto en Cataluña y ser trasladada a Madrid en las listas al Congreso. El 20-D fue la número tres por Barcelona y salió elegida. Sánchez Camacho es Licenciada en Derecho y pertenece al Cuerpo Superior de Técnicos de la Administración de la Seguridad Social, trabajó en varios cargos con ministros del PP en la cartera de Trabajo y estuvo de agregada laboral en Washington. Está divorciada y tiene un hijo, cuyo padre es el exministro Manuel Pimentel.
Rosa Romero Sánchez (PP). Fue durante mucho tiempo la eterna promesa del PP de Castilla-La Mancha, donde ocupó diversos cargos internos, y se apuntó incluso como posible candidata para competir por la presidencia autonómica que luego ostentó Dolores de Cospedal. Tras las elecciones del 20-D, a sus 45 años y tras perder en las últimas elecciones municipales la alcaldía de Ciudad Real para su partido, dejó de nuevo la política autonómica para acceder al mayor cargo de su carrera como vicepresidenta de la Mesa del nuevo Parlamento. Romero nació en Ciudad Real y fue alcaldesa de esa capital entre 2007 y 2015. Es licenciada en Ciencias Políticas en la Universidad Complutense de Madrid. Se afilió al PP en 1994 y ha sido presidenta provincial del PP de Ciudad Real. Está casada y tiene dos hijos.
Micaela Navarro (PSOE). La presidenta del Partido Socialista (Andújar, Jaén 1954) ha logrado, por méritos propios y a lo largo de su dilatada militancia socialista, no despertar la menor animadversión partidista a pesar de no haber estado siempre en la ortodoxia de la mayoría que hubiera en cada momento. Ya fuera en el PSOE de Andalucía o en el federal. Esté donde esté "no ofende y lleva el sentido clásico de la fraternidad socialista en todas sus acciones", dicen de ella quienes la conocen. Su sentido de la ética y de las relaciones humanas la he llevado siempre a ocupar cargos de gestión relacionados con las políticas sociales y la igualdad entre hombres y mujeres.
Para esta tarea la llamó José Luis Rodríguez Zapatero en su ejecutiva del PSOE en el 2000 y, después, hasta 2008 fue nombrada consejera de Igualdad y Políticas Sociales en el Gobierno andaluz con Manuel Chaves al frente del Ejecutivo autónomo. Al igual que Chaves y el siguiente presidente andaluz, José Antonio Griñán, fue llamada para presidir el partido en Andalucía y también el PSOE federal. Las difíciles relaciones entre la dirección andaluza y la de Madrid no la han afectado. La valoran en los dos ámbitos. Su talante conciliador ya lo ha demostrado en la corta legislatura anterior y ahora Pedro Sánchez, al volver a proponerla, quiere que así siga siendo. Su lealtad y su compromiso le han hecho merecedora del afecto y el respeto en su partido, y de la consideración de los demás.
Juan Luis Gordo (PSOE). Nada se le escapará en los movimientos que puedan producirse en la Mesa del Congreso. Segoviano de 57 años, su experiencia al haber pasado por todos los escalones de la política, y también en puestos de la Administración local, además de la parlamentaria, ha movido a Pedro Sánchez a colocarle en el órgano de dirección del Congreso. Un veterano apreciado por sus compañeros, pero, sobre todo, por el secretario general del PSOE de Castilla y León, Luis Tudanca, que ha sido el impulsor principal de su candidatura. Nada que objetar por parte de Sánchez a que este político segoviano —que empezó como concejal de su pueblo, Sangarcía, en 1997— defienda los intereses del PSOE en la Mesa.
Tanto en las comisiones técnicas de las que ha sido miembro en el Senado y, después, en el Congreso ha despuntado por sus conocimientos, pero sin olvidar nunca los colores que defendía. También en la Comisión de Radiotelevisión del Congreso en la que ha fustigado duramente a los gestores de la televisión pública tanto por su gestión como por la orientación ideológica. Nunca ha dejado de defender la vuelta a la ley del Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero por la que era necesario el consenso parlamentario para elegir al presidente de la corporación.
Su escuela, no obstante, ha sido la de tratar con la oposición, ya sea como parte de ella o desde el Gobierno, central o autonómico: defendió al Gobierno de España como subdelegado del Gobierno (socialista) en Segovia. Ha transitado por todos los escalones de la política.
Ignacio Prendes (Ciudadanos). El diputado vuelve como vicepresidente primero a la Mesa del Congreso, en la que ya fue secretario segundo en la pasada legislatura. Su destino pudo ser otro. La dirección de Ciudadanos barajó la posibilidad de negociar que ocupara la presidencia de la Cámara antes de conocer los resultados del 26-J. Tras perder ocho diputados y casi 400.000 votos respecto al 20-D, los estrategas de este partido descartaron la operación ("No nos toca", dijeron). Prendes ha protagonizado un viaje relámpago desde UPyD a Ciudadanos, y de Asturias a Madrid.
Era diputado autonómico de la formación de Rosa Díez en Asturias y su candidato a la presidencia del Principado, hasta que fue expulsado justo antes de las últimas elecciones en esta Comunidad (20 de marzo de 2015). Según la dirección de UPyD, negociaba desde sus filas su paso a Ciudadanos. Crítico con Díez ("Es triste que Rosa se deslice por la paranoia", dijo), Prendes acabó incorporándose a la formación de Albert Rivera y siendo elegido diputado autonómico de nuevo. Luego ganó las primarias al Congreso por Asturias y logró el escaño. Abogado y exletrado de empresas, es respetado por los dirigentes de la formación por su experiencia en política y su trayectoria profesional.
Patricia Reyes (Ciudadanos). Ya ocupó una secretaría de la Mesa del Congreso en la pasada legislatura. Afiliada de Ciudadanos desde 2014 y concejal del partido en Boadilla del Monte (Madrid), esta abogada está especializada en la lucha contra la violencia de género, forma parte de los grupos de trabajo del partido en la materia y defiende la necesidad de contar con los profesionales de la justicia en la reforma de la ley, así como de dotar de más medios a los Ayuntamientos para que se conviertan en protagonistas de la lucha contra esta lacra. En el partido confían en su experiencia como jurista. Tras las elecciones de diciembre de 2015 fue una de las representantes de esta formación que aprovechó una excepción recogida en los estatutos para combinar dos cargos públicos al mismo tiempo: concejal y diputada de las Cortes de España.
Gloria Elizo (Unidos Podemos). La diputada por Toledo Gloria Elizo (Madrid, 1966) es una dirigente de máxima confianza de Pablo Iglesias. Presidenta de la Comisión de Garantías Democráticas del partido desde su constitución como fuerza política organizada, en noviembre de 2014, Elizo es también la responsable de los servicios jurídicos de la formación.
Volverá a sentarse en la Mesa del Congreso, al igual que en la anterior legislatura. Como abogada de Podemos fue, por ejemplo, la impulsora, junto con Carlos Jiménez Villarejo y Jaume Asens, de una querella contra Jordi Pujol y Marta Ferrusola. Además de estar presente en varias reuniones clave en el partido, también ha participado en la toma de contacto con distintos colectivos profesionales como la organización profesional de los inspectores de Hacienda. Participó activamente en la precampaña y en la campaña de las elecciones generales.
Tras ser incluida, antes del 20-D, en el equipo de Iglesias que ganó las primarias, este le aseguró el puesto de salida en la candidatura de Toledo, lo que le valió uno de los dos escaños logrados por Podemos en Castilla-La Mancha. En su perfil biográfico, publicado en el portal de transparencia del partido, se describe así: "Pura lucha, como mujer, como madre, como ciudadana que pretendía asumir su cuota de responsabilidad para hacer un mundo mejor, como profesional del derecho, sin esconderme, mojándome en cada uno de las oportunidades de reclamar mi dignidad, la mía y la de muchos más". "Yo por ellos madre, y ellos por mí", zanja citando al cantautor Chicho Sánchez Ferlosio.
Marcelo Expósito (Unidos Podemos). Será el representante de las alianzas territoriales de Podemos en el órgano rector de la Cámara baja después de que fracasara el intento de Pablo Iglesias de forzar al PSOE a votar a Xavier Domènech, portavoz de En Comú Podem, como presidente del Congreso. Marcelo Expósito, nacido en Puertollano (Ciudad Real) en 1966 y diputado por Barcelona de la candidatura de confluencia alentada por Ada Colau, será uno de los secretarios de la Mesa, como ya lo fue entre enero y mayo. Artista multimedia y activista, fue uno de los promotores de la plataforma municipalista Guanyem Barcelona.
Empezó a participar en los movimientos sociales en los noventa. Su biografía señala que "formó parte del movimiento de insumisión antimilitarista, de la organización de protestas antiglobalización y de las redes europeas contra la precarización". El Movimiento 15-M, la iniciativa Democracia Real Ya y la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, el movimiento antidesahucios impulsado por Colau, le abrieron un nuevo horizonte. Actualmente, es miembro de la dirección de En Comú Podem, aunque trabaja profesionalmente en el campo cultural desde hace 25 años. Dio clases y cursos en instituciones académicas y autónomas de Europa y América Latina como el Museu d'Art Contemporani de Barcelona, la Universitat Pompeu Fabra o la Universidad de Buenos Aires. También ha publicado libros sobre producción cultural, activismo, historia del arte y cine; por ejemplo, sobre Chris Marker o Pere Portabella. Su relación con Cataluña comienza en los años ochenta y, desde hace 15 años, vive en Barcelona. Decidió sumarse a la candidatura de En Comú Podem porque, asegura, "ha llegado la hora de un nuevo pacto social por el que la gente común gobierne y las instituciones se pongan al servicio de la ciudadanía".
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