Federico Trillo: Salidas de tono y traspiés de un político caído en desgracia

El exministro Federico Trillo ha protagonizado a lo largo de su carrera un buen número de polémicas y traspiés. Algunas de sus frases se han convertido en clásicos de su biografía, como el "manda huevos" pronunciado desde su puesto de presidente del Congreso. También quedarán para el recuerdo la narración en tono épico del desalojo de Perejil o gestos reprobables como el lanzamiento de una moneda a una periodista que le interrogaba sobre la guerra de Irak.   

Al entonces presidente del Congreso se le escapó esta expresión tras dar paso a una votación el 17 de abril de 1997. Trillo olvidó el micro abierto y sus palabras fueron captadas con claridad por las cámaras. Se lamentaba así de la compleja redacción del texto de la enmienda que se sometía a la consideración de los diputados. 

El Prestige. "Las playas están esplendorosas"

"Las playas estaban limpias y esplendorosas; la visión era magnífica. No es el apocalipsis que nos han descrito". Así hablaba el 25 de diciembre de 2002 el entonces ministro de Defensa, Federico Trillo, de la situación de las playas gallegas un mes después del vertido del Prestige, una de las mayores catástrofes ecológicas en España. Ese mismo día, EL PAÍS consultó con varios expertos y sus conclusiones diferían del análisis de Trillo: la zona tendrá una lenta regeneración.  

Ocurrió en septiembre de 2003. El ministro de Defensa realizaba una visita a los destacamentos de varios países en Irak. Tras unas breves palabras proclamó, en El Salvador, con énfasis: "¡Viva Honduras!". Retumbó la respuesta de los soldados salvadoreños: "¡Viva Honduras!". El lapsus fue corregido por el mismo tras ser advertido por los mandos militares con un: "La prensa dará cuenta de ello".  

Lanzamiento de una moneda a una periodista 

El Gobierno de José María Aznar usó como argumento para la intervención en Irak la presencia de armas de destrucción masiva en el país. Cuando los inspectores de la ONU recordaron que nunca dieron por sentado que éstas existieran, el Ejecutivo se negó a dar explicaciones. Este asunto fue el desencadenante de una acción poco usual para un ministro: el lanzamiento de dinero a la prensa. En una comparecencia pública celebrada el 16 de febrero de 2004, el ministro respondió a una pregunta de una periodista de la SER de esta forma: "Llevo una semana guardando el mismo euro para el que me preguntara por las armas de destrucción masiva, pero como he sabido que empiezan a perder interés, se lo ha ganado usted". Entonces, Trillo hizo rodar la moneda por la mesa en dirección a la periodista.

El énfasis y la épica en la liberación de Perejil 

En la biografía de Federico Trillo siempre estará presente el inicio de la narración en el Congreso de la liberación del islote español de Perejil, tomada por varios soldados marroquíes en julio de 2002. El ministro no desaprovechó la oportunidad de añadir énfasis y épica a un episodio que provocó un periodo de tensas relaciones con el país vecino. "Al alba y con tiempo duro de levante... con fuerte levante, 35 nudos de viento, salieron cinco helicópteros, tres helicópteros Cougar que transportaban dos equipos de operaciones especiales, con un total de 28 soldados que llegaron a la isla Perejil, y otros dos helicópteros Bolkov que se quedaron sobrevolando la zona en misiones de apoyo". 

En 2015 Trillo recibió 345.000 euros de una constructora

El ex ministro, Federico Trillo, y el diputado del PP Vicente Martínez Pujalte admitieron en 2015 que cobraron 345.000 euros de una constructora especializada en obra pública mientras eran diputados, aunque recalcaron que cumplieron con todos los requisitos legales y sus obligaciones fiscales.Trillo destacó entonces en un comunicado que esa relación "había sido filtrada" por la Agencia Tributaria y la Fiscalía Anticorrupción, y consideró "inadmisible" que se utilizasen "de forma manipulada y sesgada datos tributarios de los contribuyentes".

Su etapa como embajador también ha sido accidentada, incluso desde antes de llegar a Londres. Días antes de su nombramiento, el flamante ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo había asegurado que las embajadas las ocuparían diplomáticos de carrera y no políticos. La designación de Trillo lo obligó a desdecirse y le provocó el primer sobresalto en el ministerio. A comienzos de 2015 fue juzgado después de una demanda por acoso laboral de una secretaria de la Embajada a la que despidió. La juez lo absolvió, pero dejó constancia de su sorpresa por la presencia activa en la legación diplomática de una diputada del PP, antigua jefa de gabinete en su etapa como ministro de Defensa. Además, el Foreign Office le ha convocado cinco veces para quejarse por la actitud “provocativa” de la Armada española en aguas próximas a Gibraltar.