El 68% de los jóvenes españoles cree que tendrá que “trabajar en lo que sea”
La mitad es optimista y opina que su situación mejorará el próximo año, según el Barómetro de la FAD
El 68% de los jóvenes españoles cree bastante probable que tendrá que “trabajar de los que sea” para acceder al mercado laboral. Esta es la situación de maestros que emigran a Londres para servir cafés y aprender inglés o de licenciados en periodismo que venden ropa en las tiendas del centro de Madrid. Pero los jóvenes, a pesar de seguir sufriendo las crudas consecuencias de la crisis económica, son optimistas y confían en sí mismos. El 47% cree que su situación mejorará en el próximo año, aunque el 21% considera probable tener que irse fuera para trabajar. Estos son los datos del Barómetro 2017 elaborado por el Centro Reina Sofía de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD). El estudio se basa en 1.247 encuestas online a jóvenes de entre 15 y 29 años.
Estudiar un máster, mejorar el inglés o, en definitiva, formarse en "algo" es el refugio de más de la mitad de los jóvenes para sobrellevar el desempleo y la precariedad laboral. El 68,2% se plantea esta opción como bastante probable para "estar mejor preparado" y tener más opciones para encontrar trabajo (el 41,6% de los menores de 25 años está en paro según los datos de la última EPA). Cinco de cada diez encuestados tiene claro que sus oportunidades de empleo serán peores que las de sus padres y el 65% considera que las expectativas de mejora de las condiciones laborales en España empeorarán o serán iguales en los próximos años.
Ante este panorama, ¿de dónde sacan el dinero los jóvenes? El 32,5% dice no tener ingresos propios y confiesa que depende completamente del dinero de la familia, mientras un 32,8% tiene como fuente de ingresos su propio trabajo. Aun así, seis de cada diez encuestados cree que seguirá dependiendo económicamente de la familia a corto plazo. En cuanto a los gastos, el 28,7% dice poder pagarlos todos. El perfil de este joven es: mayor de 25 años, con estudios universitarios y de clase alta. Los que solo puede cubrir gastos de bolsillo (24,3%) suelen ser más jóvenes, no tienen trabajo y pertenecen a clases bajas o media-baja.
¿Qué les importa y qué les preocupa?
El bienestar personal es lo que más importa a los jóvenes. El 80% considera muy relevante tener éxito en el trabajo, mantener una buena relación con la familia o ganar dinero. Pero el estudio señala que se ha producido un cambio en la actitud y en los intereses de estos en los últimos años. "Cada vez están más implicados en lo comunitario, en lo que pasa en el barrio, y se preocupan más por el orden y la seguridad. Este cambio puede estar asociado a los efectos de la crisis", ha dicho Anna Sanmartín subdirectora del centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud. Entre sus preocupaciones y los problemas que más les afectan, los salarios bajos, la precariedad laboral y el paro ocupan las primeras posiciones.
Deterioro de la confianza en las instituciones
La escasa confianza de los jóvenes en las instituciones se consolida. El 40% de los encuestados dice no fiarse de ninguna. Los partidos políticos son los que cuentan con mayor desaprobación. Un 63,9%de los jóvenes no confía en ellos. Le siguen las instituciones religiosas (32,8%) y el sistema financiero/bancario (28,9%). La más valorada es la policía, pero solo para el 22,2%. A este grupo de "más confiables" se suman los medios de información digitales para el 15% frente al 7,4% de los medios convencionales.
Respecto a la participación en la política, la mitad del colectivo (47,5%) se limita a votar cuando hay elecciones. Sin embargo hay un grupo minoritario de jóvenes, aunque creciente, que se interesa más por la política, aunque por la no formal. Uno de cada cuatro se implica y considera útil participar en huelgas, manifestaciones o concentraciones.
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