El fracaso en Cataluña de la vía unilateral modula el discurso de Bildu
La formación mantiene el derecho a decidir, pero lo condiciona
EH Bildu ha registrado en el Parlamento vasco una proposición no de ley en la que pide al Gobierno central el cumplimiento íntegro del Estatuto de Gernika. Con esta iniciativa reconoce, por primera vez, la validez del régimen autonómico al reclamar su cumplimiento. Además, en coincidencia con la crisis secesionista catalana, EH Bildu también ha modulado su visión del independentismo admitiendo que el desafío soberanista en Cataluña y la respuesta del Gobierno han marcado las claves a considerar en el futuro de la política territorial.
La petición registrada la semana pasada reclama el traspaso de las competencias pendientes al País Vasco. La iniciativa sorprendió a la totalidad de las fuerzas políticas porque la izquierda abertzale siempre había despreciado el régimen autonómico —de "estatutillo" calificó históricamente Herri Batasuna al Estatuto de Gernika— y no existía otra opción que la independencia de Euskadi. Por vez primera reconocía la validez del régimen autonómico al reclamar su cumplimiento. "No renunciamos a cotas de poder territorial en el avance a la independencia de Euskadi. No hay dilema entre autonomía e independencia. Ya no estamos en eso. No es la izquierda abertzalede hace 10 años", señala Jon Iñarritu, senador de EH Bildu, que recalca que su formación es un crisol de culturas políticas de distinto origen —Eusko Alkartasuna, Aralar, Alternatiba y Herri Batasuna— aunque tiende a identificársele exclusivamente con Batasuna.
Además del reconocimiento del régimen autonómico, en coincidencia con la crisis secesionista catalana, EH Bildu también ha modulado su visión del independentismo. Iñarritu admite que el desafío soberanista en Cataluña y la respuesta del Estado español han marcado unas pautas clave a considerar en el futuro de la política territorial.
"El Estado español ha exhibido su fortaleza, ha respondido con la vía judicial al independentismo catalán y su respuesta ha contado con el respaldo total de la UE, que es clave. El independentismo catalán no ha contado con el apoyo de ningún país europeo. También se ha comprobado que el independentismo no puede plantearse determinadas metas sin una mayoría más amplia que la catalana", destaca Iñarritu.
Pero para el senador de Bildu, de todas las enseñanzas de la experiencia secesionista catalana la clave está en el fracaso del ejercicio de la unilateralidad por parte del independentismo para avanzar en sus objetivos. "Cataluña ha demostrado que hay que apostar por la vía del diálogo y la negociación bilateral para avanzar. Es lo que recomienda la Unión Europea. Solo cuando se ciega totalmente la vía bilateral hay que acudir a la unilateral".
Los movimientos de Bildu los han percibido los partidos vascos. "Bildu antes defendía la vía unilateral a la independencia. Ahora apuesta por la bilateralidad efectiva, por el diálogo y la negociación. También ha cambiado su manera de ejercer el derecho a decidir. Ahora defiende que las mayorías con las que está contando el independentismo catalán son insuficientes y que se necesitan mayorías mucho más amplias. Tiene en cuenta la posición europea. Y si antes presionaba al Gobierno vasco para que fijara una fecha para ejercer el derecho a decidir, ahora ya no lo hace porque, tras la experiencia catalana, se ha dado cuenta de que se mete en un callejón sin salida", coinciden en señalar fuentes nacionalistas y no nacionalistas.
Pero los partidos vascos creen, también, que en estos movimientos de EH Bildu de modulación del derecho a decidir existe un "interés táctico" de la formación independentista para facilitar su acercamiento al PNV y a Podemos en la ponencia de reforma del Estatuto de Gernika que, a partir de la próxima semana, entra en la fase de presentación de propuestas. PSE y PP ya han anunciado su rechazo tajante al llamado derecho a decidir, al que consideran un factor de división y confrontación en el seno de las sociedades y con el Estado.
La visita a la patronal
Junto a esta operación táctica, de adaptación a la realidad impuesta por la crisis secesionista catalana, los partidos vascos perciben otra operación más estratégica en EH Bildu: el reconocimiento institucional. La última expresión de su esfuerzo es el encuentro que esta semana mantuvieron, por vez primera, la cúpula de EH Bildu, con Arnaldo Otegi a la cabeza, y la de la patronal vasca Confebask, con su presidente, Roberto Larrañaga, también al frente.
Otegi buscaba ansiosamente este encuentro desde que el pasado octubre la patronal vasca excluyó a la formación independentista del homenaje que organizó en Euskadi a los empresarios asesinados, secuestrados y extorsionados por ETA. Confebask excluyó a Bildu por la complicidad histórica de Batasuna con ETA. Esta semana, tras el encuentro, Bildu emitió un comunicado en el que reveló su objetivo. "Se abre un nuevo ciclo de relaciones normalizadas". Además de Confebask, Bildu ha multiplicado sus contactos con embajadas, con la universidad, con sectores industriales y sociales. "Bildu es la segunda fuerza política vasca y aspira a gobernar", resalta Iñarritu.
El punto más débil de una renovación
Bildu, tras su legalización en 2011, obtuvo un excelente resultado y se consagró como segunda fuerza política vasca. Pero en las elecciones generales de junio de 2016 fue sorprendida por Podemos, que le desbancó. En las elecciones vascas de septiembre de 2016 recuperó su segunda posición. Pero, tras el aviso de Podemos, ha hecho un gran esfuerzo por hacer valer su potencia organizativa y presencia pública en la que aventaja con creces al nuevo partido. También ha renovado su imagen con caras nuevas, que nadie vincula a la antigua Batasuna, como las tres mujeres que encabezaron la lista al parlamento en las tres provincias vascas.
Su punto más débil es el tratamiento a las víctimas del terrorismo de ETA, que le ata al pasado. Iñarritu subraya que se están dando pasos y cita la presencia de Bildu en los homenajes a víctimas de ETA como Fernando Buesa, Miguel Angel Blanco, Ignacio Iruretagoyena, José María Korta, entre otros, así como las peticiones de perdón de los alcaldes de Renteria y Azpeitia y la colocación de placas de homenaje a las víctimas del Ayuntamiento de Pamplona, cuyo alcalde es de Bildu.
Desde instituciones como el Gobierno vasco se exige a Bildu no sólo el homenaje a las víctimas sino el reconocimiento de la injusticia del daño que se les causó. Iñarritu, tras recalcar que muchos de quienes componen Bildu estuvieron en contra de la violencia, señala: "Se están dando pasos. Nadie pensaba hace diez años que estaríamos donde estamos. Se necesita tiempo. Todo se andará".
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