Los Pujol envían a Villarejo una carta a prisión para pedirle ayuda ante la justicia

Josep Pujol Ferrusola, tercero de los siete hijos del expresident Jordi Pujol, remitió en mayo al comisario jubilado José Manuel Villarejo una carta a la prisión de Estremera (Madrid), en la que este último se encuentra, pidiéndole ayuda para desactivar las acusaciones de corrupción que pesan sobre él y su familia. En la misiva, Josep proponía al policía delatar a quienes le encargaron la llamada Operación Cataluña, según fuentes de la defensa de los Pujol. Villarejo no ha contestado

La carta llegó el 23 de mayo a la prisión de Estremera, donde el policía permanece encarcelado desde noviembre de 2017, acusado de cohecho, revelación de secretos, falsedad documental, organización criminal y blanqueo por encabezar la trama de corrupción policial del caso Tándem. Fue una de las dos únicas misivas que Villarejo recibió aquel mes, según fuentes penitenciarias. En el remite figuran el nombre y el primer apellido del tercer hijo del expresidente catalán y una dirección de Barcelona.

Fuentes de la defensa precisan que el escrito fue iniciativa del propio Josep Pujol, que no informó a sus abogados. En ella, el hijo del exmandatario recuerda a Villarejo las dos reuniones que ambos mantuvieron en 2014, sobre las que el hijo de Pujol tuvo que declarar en la Audiencia Nacional a finales de 2015 después de que la Policía Nacional encontrase en el registro de su vivienda una libreta en la que hacía alusión a las mismas.

Órdenes de altos cargos

En la carta, Josep Pujol recalca al comisario que en aquellas dos citas este último presumió de haber sido quien impulsó la investigación contra la familia Pujol al convencer a finales de 2012 a Victoria Álvarez, exnovia del primogénito Jordi Pujol Ferrusola, y al empresario Javier de la Rosa para que declararan contra los Pujol. El hijo del expresident también le recuerda que en el segundo encuentro se arrogó haber conseguido los datos de las cuentas bancarias de Andorra que precipitaron la imputación de parte de la familia y que todo lo había hecho siguiendo órdenes de altos cargos del Gobierno de Mariano Rajoy. Villarejo negó estos extremos en una entrevista en La Sexta en la que aseguró en su día que se reunieron a iniciativa del hijo del expresidente catalán.

Josep Pujol pide en la carta a Villarejo que, ahora que es el comisario el que se encuentra en apuros judiciales, le ayude a aclarar ante el juez José de la Mata, que instruye el caso Pujol, que buena parte de la información que sustenta las acusaciones contra él, sus padres y sus hermanos es “falsa”. Para ello, le pide que delate a aquellos que le encargaron dichos trabajos dentro de la llamada Operación Cataluña contra el secesionismo catalán. Fuentes de su defensa precisan que en la misiva no faltan las apelaciones a la compasión. La carta no ha tenido aún respuesta, añaden estas fuentes.

En su declaración en la Audiencia Nacional de noviembre de 2015, el tercer hijo del expresidente catalán aseguró al juez De la Mata que el primer encuentro se fraguó tras recibir una llamada de un abogado madrileño que le propuso la reunión con el policía ahora encarcelado. Josep vivía entonces en Madrid y aceptó la cita, que se celebró en febrero de 2014 en el despacho del letrado y en un momento de efervescencia del caso Pujol: la policía había elaborado un primer informe sobre los presuntos negocios ilícitos de su hermano mayor Jordi y de la exesposa de este, Mercè Gironés.

Según su relato de aquel encuentro, el comisario —que entonces estaba en activo y dependía del número dos de la Policía, el comisario Eugenio Pino— le ofreció echar tierra sobre los procedimientos judiciales en curso contra la familia a cambio de que su padre renegara del independentismo que, unos meses antes, había abrazado. Villarejo también le pidió supuestamente que los Pujol comenzaran a “colaborar” con la Policía aportando información comprometedora sobre Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Ni Josep ni ningún otro miembro de la familia Pujol aceptaron el ofrecimiento del policía.

En verano de 2014, salieron a la luz los movimientos de las cuentas en Andorra de Marta Ferrusola y cuatro de los hijos (Pere, Mireia, Marta y Oleguer). El 25 de julio de ese año, el expresidente catalán confesó que su familia había mantenido una fortuna oculta a Hacienda durante tres décadas. Pujol defendió que el capital procedía de un legado de su padre. Meses después, en octubre, Josep Pujol, que aún no estaba imputado en la causa, mantuvo el segundo encuentro con el comisario. En esta ocasión, en un hotel de Madrid cuyo nombre no especificó al juez. Fue entonces cuando el policía se atribuyó el mérito de haber logrado los datos sobre las transferencias e insistió en su oferta de “colaboración” que también fue rechazada. Josep Pujol fue finalmente imputado un año después.