Susana Díaz: “Como presidenta de Andalucía no estoy dispuesta a que insulten a esta tierra”

La candidata socialista a la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha arrancado la campaña electoral este jueves  en Granada, en un acto plagado de banderas verdes y blancas y con claros mensajes simbólicos que anticipan las líneas de lo que será su discurso: la defensa de los valores andaluces y la reiteración de sus logros en esta legislatura como ejemplo de una Andalucía moderna alejada de la percepción generalizada de atraso que se tiene. Todo como un marcado contrapunto de la campaña negativa, de desgaste y de insultos que, ha sostenido, está haciendo el resto de partidos.

El acto, celebrado en el Palacio de Congresos de Granada, ha comenzado con una declaración de intenciones: un vídeo promocional en la que la locutora habla con acento andaluz y se refiere a Andalucía como una “tierra con acento”. Una referencia clara al eje sobre el que la dirigente socialista quiere que pivoten estos próximos 15 días: los problemas de la comunidad. También supone una reivindicación meridiana ante los ataques y las declaraciones inapropiadas sobre los andaluces que varios dirigentes nacionales han realizado en los últimos meses, el último, la alusión al “gracejo” de la presidenta de Andalucía del senador Luis Aznar la semana pasada en el interrogatorio de la comisión de investigación sobre financiación ilegal de partidos políticos.

Ella misma, se ha referido a ese comentario en su discurso y ha defendido la dignidad de la comunidad frente a quien critica sus tópicos. También ha hecho alusión a la necesidad de defender a los niños de Andalucía, una apelación directa y clara a las palabras de la exministra Isabel García Tejerina sobre las diferencias de nivel educativo entre los escolares de esta comunidad y los de otras regiones, o las críticas a una serie de televión porque no se entendía. “No estoy dispuesta como presidenta de Andalucía a que insulten a esta tierra, porque no hay tópicos mejores que otros, cuando un andaluz se incorpora a otra comunidad o a otro municipio lo hace con respeto y ese mismo respeto queremos para nosotros y esa Andalucía es la que queremos construir, una Andalucía decente mejor para los niños y niñas”, ha dicho.

“Andalucía es grande y nadie va a impedir que siga avanzando”. Esa línea beligerante frente a quienes desprecian Andalucía ha sido constante en su intervención que se ha prolongado más de una hora. “Venimos a hablar de esta tierra a defender esta tierra. Quien viene aquí para ganar en España está considerando a Andalucía inferior porque no lo harían en otros territorios”, ha dicho en alusión a la campaña que están desarrollando los líderes nacionales del PP y Ciudadanos.

“Vamos a ganar porque se ve el cariño en la calle y porque se ven los nervios en los demás. ¿Habéis visto la cara de nervios que tienen los demás?”, ha comenzado la presidenta. “El PSOE gana la Junta de Andalucía porque quiere la gente”, ha continuado, como reacción a quienes cuestionan estas casi cuatro décadas de Gobiernos socialistas ininterrumpidas. “Puedo llamar a la movilización de Andalucía para decirle a la gente que la mejor manera de contestar a quien ofende, insulta, nos desprecia o no entiende cómo hablamos es participando masivamente el 2 de diciembre, contestando a las ofensas en las urnas” ha insistido.

Díaz ha destacado cómo la Andalucía de hoy no se parece en nada a la que nació con el autogobierno. Ha hecho referencias a otros logros poniendo cuidado en escoger ejemplos de cada provincia para ilustrar su implicación con toda la comunidad, cada uno también en distintas materias: educación, sanidad, innovación, para dejar patente la carga ideológica que subyace.

La presidenta andaluza ha reivindicado los derechos de la mujer, amenazados, ha señalado, por uno de los partidos emergentes en estas elecciones, Vox. Ha hecho hincapié en la libertad de la mujer. “No puedo entender que todavía haya mujeres sin rostro, perdidas por la explotación sexual. Me niego a que en este país no se impulsen normas para abolir la prostitución”, ha remarcado en alusión a otra cuestión que divide al feminismo: cómo abordar el problema de la prostitución y la trata, prohibiéndola o regulando los derechos de quienes la practican, como defiende Podemos. Díaz ha avanzado que, si vuelve a gobernar, aprobará una ley que abola prostitución.