¿Cómo de determinante será el voto femenino en las elecciones andaluzas?
En la comunidad las votantes no se decantan en función del género, pero en un año con gran protagonismo de la mujer, la tendencia puede cambiar
El diseño parlamentario que surja tras el dos de diciembre convertirá al Parlamento Andaluz en el más paritario debido a la obligatoriedad de las listas cremallera. 16 hombres y 16 mujeres concurren en las candidaturas de las cuatro formaciones principales: PSOE, PP, Adelante Andalucía y Ciudadanos. Dos mujeres repiten también como aspirantes a presidir la Junta: Susana Díaz, por el PSOE, y Teresa Rodríguez, por Adelante Andalucía. En una comunidad donde el censo también es mayoritariamente femenino en todas y cada una de sus provincias, 3.230.811 mujeres podrán acudir a las urnas en las elecciones autonómicas en Andalucía, frente a 3.068.091 hombres, según los datos de la Oficina del Censo electoral y en un año especialmente marcado por la vida pública, podría parecer que el voto de la mujer y las propuestas de igualdad de los partidos pudiera ser determinante en estos comicios. El factor de género, sin embargo, no es el condicionante principal a la hora de elegir papeleta de las andaluzas.
“En Andalucía no hay diferencias ideológicas en función del sexo. La mayoría de la población se considera de centroizquierda”, explica Carmen Ortega, directora del Centro de Análisis y Documentación Política y Electoral de Andalucía, el CIS andaluz. “Donde sí se nota diferencia es en la elección entre los viejos y los nuevos partidos”, señala. Según Ortega la mujer es más reticente a votar a Podemos o Ciudadanos, con independencia de que el candidato sea hombre o mujer, “por su carácter más conservador”. En esta comunidad, sostiene la experta, “la edad y el sexo influyen, pero la religión es un factor más determinante: los católicos votan más a los partidos más tradicionales”.
La decisión de Elena Rodríguez, propietaria de una empresa de naranjas ecológicas en El Viso del Alcor (Sevilla), va a estar determinada relativamente por las políticas de género que presenten los partidos. Ella es una mujer agricultora y eso pesa más que el hecho de ser meramente mujer. “Las propuestas feministas de los programas que a mí me afecten sí van a influir con mi voto. El partido que haga propuestas sobre la mujer rural y en concreto la mujer agricultora tendrá mi apoyo”, explica. Tras 15 años trabajando para grandes empresas, incluida una incursión en política como edil y secretaria general del PP en su pueblo, en 2016 Rodríguez lo dejó todo para centrarse en su plantación familiar de naranjos de 23 hectáreas, que hasta entonces dirigía su marido en solitario.
Cuando ella tomó las riendas generó una marca propia y estableció una tienda online que representa el 1% de sus ventas. De las 700 toneladas de naranjas que produce al año, el 98% va fuera de Andalucía –“Aquí no hay tradición por la fruta ecológica”, se lamenta-, llegando a exportar a Bélgica, Francia, Estonia, Emiratos Árabes o Turquía. “Estoy en el campo día y noche. Persigo con el coche a las 12 de la noche a los ladrones de naranjas. ¿Qué me diferencia de un hombre? Nada. Y, sin embargo, yo noto la discriminación al 100%”, se queja Rodríguez. “La visibiliad de la mujer en la PAC es casi nula. Hemos conseguido acceder a la cotitularidad de las tierras, pero tiene que ser el hombre el que firme el consentimiento para ese reconocimiento. Es como con Franco”, se lamenta.
Raquel Serrano es presentada como un ejemplo de éxito de mujer emprendedora en Andalucía. Con 28 años, esta ingeniera de Diseño Industrial de Alahurín de la Torre (Málaga) es la creadora del prototipo FIIXIT, una ortesis que permite al paciente de una fractura bañarse y mantener su higiene Escayolas. Tiene dos trabajadores a su cargo y factura entre 2000 y 3000 euros al mes y trabaja para ortopedias de toda España. Su sentido del voto, como avanzaba Ortega, no va a estar influido por las políticas de género de los partidos, sino por las respuestas que den los partidos a su condición de autónoma. “Las políticas de igualdad me generan desconfianza”, asegura. “Cuando me dan un premio, me pregunto si me los están dando porque mi empresa es la mejor o porque soy mujer”, sostiene. “Donde yo veo una brecha es en la diferencia entre autónomos y asalariados. Esa es mi reivindicación, por la desigualdad que sufrimos los autónomos. Aquí da igual que seas hombre o mujer. Yo no puedo operarme, porque si falto al trabajo, mi empresa se hunde”, sostiene.
Pasar del eslogan a la práctica
Serrano no votará el día dos de diciembre movida por la afinidad de sexo. “A mí no me influye que los candidatos sean hombres o mujeres, lo que espero es que sean los mejores”, dice. Pero el hecho de que haya una mujer al frente de la Junta de Andalucía y de que sean dos las aspirantes que pugnan por ser la presidenta no es considerado, sin embargo como algo coyuntural en Andalucía. “Aquí, las mujeres no son el adorno de ninguna lista electoral, sino que suponen una verdadera revolución en cuanto a toma de decisiones”, explica Belén Zurbano, experta en políticas de género y profesora de la Facultad de Periodismo de la Universidad de Sevilla.
Zurbano considera que el movimiento #Metoo, el 8M y, en el caso de Andalucía, la movilización contra La Manada, van a tener influencia en estos comicios autonómicos. “En estas elecciones va a ser decisivo no tanto el discurso de género como la existencia de propuestas feministas efectivas para el Gobierno”, sostiene. Pasar del eslogan a la ejecución materia de medidas es lo que reivindica Rodriguez, Serrano y también Amparo Díaz, abogada y experta en violencia de género y trata. Ella conoce muy bien las buenas intenciones detrás de las leyes, pero los problemas de llevarlas a la práctica. “Tenemos grandes leyes, pero que no han llegado a crear una dirección clara y unitaria. Faltan normas e instrucciones intermedias que impidan que el éxito o el fracaso del sistema dependa del voluntarismo de las personas que intervienen”, recalca. Para Díaz tan importante como las propuestas, son las personas que vayan a ejecutarlas. “Va a ser muy importante ver qué mujeres vayan a poner al frente de los proyectos, porque a veces las personas más ambiciosas en temas de género acaban siendo relegadas o se les dota de poco presupuesto”, advierte.
Díaz sostiene que las políticas de igualdad y en concreto las relacionadas con la violencia de género, no son una prioridad para los partidos. En lo que va de campaña, solo los partidos de izquierdas han hablado de feminismo y han anunciado medidas específicas a favor de la mujer. Adelante Andalucía celebró un acto monográfico sobre la mujer y la candidata socialista, Susana Díaz, en todos sus mítines hace referencias a iniciativas sobre igualdad y lucha contra el maltrato, la prostitución y la trata. El resto de partidos de centroderecha, excluyendo a Vox, ha obviado ese tema.
“La igualdad de género no puede ser una cuestión de partidos, ni de progresismo ideológico, sino una obligación de Estado”, afirma Zurbano. Pero la diferencia a la hora de hacer propuestas sí es percibida por las electoras. “De los partidos de derechas no esperamos nada, ya han dicho que quieren revisar la ley del aborto”, dice Oliva Costa, directora, productora y guionista de cine y miembro de la junta directiva de la Asociación Andaluza de Medios Audiovisuales. “Que no haya mujeres en los partidos de izquierdas sería un error político y estratégico. Cuando son los hombres los que determinan la agenda, los temas de mujer siempre se posponen”, sostiene. Costa es una firme defensora de la importancia de que las mujeres estén implicadas en la toma de decisiones. Su asociación se sentó en la mesa de negociación de la Ley Audiovisual y la Ley de Cine de Andalucía, consiguiendo incorporar la perspectiva de género en el articulado. “Si no hubiéramos estado presentes, no hubiéramos conseguido incluir que en las bases reguladoras, a la hora de puntuar los proyectos, se valorara que haya más de una mujer al frente de la dirección o del guion”, explica. Estas dos leyes a las que se refiere Costa son de las más avanzadas a nivel estatal.
“Si una mujer entra en política, cambia la mujer, si entran muchas, cambia la política”, dijo Michelle Bachelet, cuando estaba al frente de ONU Mujeres. La sociología sostiene que las mujeres andaluzas no votan en clave de género, pero hay muchas incógnitas que se resolverán el día dos. El cambio de tendencia, como pasó en EE UU en las recientes elecciones legislativas, puede ser una de ellas.
Desequilibrio en las propuestas de los partidos
Los partidos que hablan en cada mitin de medias para fiomentar la igualdad y garantizar los derechos de la mujer son PSOE y Adelante Andalucía. La confluencia es la que tiene un programa más extenso de medidas (hasta 38 específicas frente a las 25 concretas del PSOE) , si bien en la selección de 24 iniciativas que aprobarían en sus dos primeros años de Gobierno si se hicieran con la Junta, solo incluyen ley de igualdad retributiva de los y las empleadas públicas.
Ambas formaciones hacen referencias en todos sus mítines a los temas relacionados con la igualdad. Un planteamiento que contrasta contra lo que hacen PP y Ciudadanos, donde estos temas brillan por su ausencia. Sus programas respectivos incluyen apartados relacionados con la igualdad y la violencia de género con propuestas vagas.
En Vox sí se alude en sus actos a los temas de género. En elloos se denuncia lo que denominan "hembrismo y yihadismo de género". El partido de Pablo Casado lleva en su programa "la guerra a la dictadura de género". "Lo que se ha conseguido constantemente se va para atrás. Todos los días existe una lucha entre el retroceso y el avance", advierte Amparo Díaz, abogada experta en violencia contra la mujer y trata.
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