El PSOE propone armonizar el impuesto de sucesiones y fijar un mínimo exento común
Hacienda prepara una homogeneización de este impuesto dentro de la reforma de la financiación autonómica
Las promesas electorales se las lleva el viento; especialmente las fiscales. Pero la derecha plantea una rebaja general de impuestos, mientras que el programa del PSOE para el 28-A pasará por "reforzar la progresividad", según un documento interno al que ha tenido acceso EL PAÍS. Los socialistas prometen armonizar el impuesto de Sucesiones, que los conservadores optan por eliminar: Hacienda prepara una homogeneización de esa figura dentro de la reforma de la financiación autonómica, con la fijación de un mínimo exento común para toda España.
El programa socialista es un misterio: la campaña ha empezado y el programa sigue sin conocerse, en parte por la estrategia de perfil bajo por la que han optado los estrategas del PSOE (a pesar de que esa táctica dio pésimos resultados en Andalucía). El programa, en fin, no termina de aparecer. Pero este diario tuvo acceso este viernes a media docena de documentos internos bajo el epígrafe Elecciones Generales 2019, centrados en la política económica y en la territorial. No hay grandes sorpresas. Pero sí alguna novedad: por el lado fiscal, el partido de Pedro Sánchez pretende apuntalar la progresividad del sistema tributario. "El Gobierno del PP [de Rajoy] subió los impuestos 60 veces, principalmente a la clase media y trabajadora", apunta el texto, que promete las ya conocidas reformas del IRPF y Sociedades, más una tasa Tobin (a las operaciones financieras), una tasa Google (a los servicios digitales) y un fuerte impulso a la fiscalidad verde.
La novedad aparece en el impuesto de Sucesiones, uno de los más distributivos del sistema fiscal y uno de los más señalados por PP, Ciudadanos y Vox, que apuestan por una rebaja drástica o incluso su eliminación. El Gobierno andaluz acaba de aprobar una bonificación del 99% en ese impuesto. El plan del PSOE, en cambio, pasa por reformarlo a escala nacional, "ya que actualmente es demasiado heterogéneo entre comunidades autónomas", reza el documento, con competencia fiscal a la baja entre Gobiernos regionales.
Retos de la política territorial
El PSOE apostará en su programa por la cooperación multilateral con las comunidades autónomas y los gobiernos locales, "respetando la diversidad ideológica del país", según uno de sus documentos de campaña.
La cooperación y el trabajo conjunto con todas las administraciones serán su receta para responder al desafío de la España vaciada, así como para garantizar los servicios sociales que dependen de entidades locales y autonómicas. Los socialistas consideran que la relación del Ejecutivo central con las comunidades estaba "aparcada" en el pasado y critican la "desidia mal disimulada" del PP ante el reto demográfico.
El objetivo del PSOE es abordar la armonización "en el marco de la reforma del sistema de financiación", según fuentes de La Moncloa. Se trataría de excluir del pago a las clases medias "a través de un mínimo exento representativo", y de establecer "una escala progresiva a partir de ese mínimo exento".
La clave de bóveda de ese diseño es el mínimo exento, y ahí aún no hay pistas claras. Sin embargo, el documento de trabajo apunta por dónde pueden ir los tiros: en 2017, solo el 0,6% de las declaraciones superaron los 800.000 euros, según el citado documento. Ese 0,6% concentra una cuarta parte de la base imponible —casi 50.000 millones de euros—, y todo parece apuntar a que la cifra final pueda estar alrededor de ese número.
El documento elabora también un análisis comparativo de la propuesta de rebajas tributarias del PP. Eleva su impacto hasta los 18.900 millones. Asegura que esa cifra "pone en riesgo la sostenibilidad de las cuentas públicas". Y destaca además que se trata de "una propuesta regresiva" que beneficia "a las rentas más altas": "Sería un regalo fiscal a los ricos", concluye, básicamente en el caso del IRPF, Sucesiones y Patrimonio.
En lo relativo a las propuestas sobre Administraciones Públicas, lo más interesante es que el documento plantea una subida de sueldos de los funcionarios "en paralelo con el aumento del coste de la vida", tras "muchos años de pérdida de poder adquisitivo de sus retribuciones". En el sector industrial no hay grandes novedades: el PSOE tiene previsto proponer un Pacto de Estado por la Industria (mil y una veces preanunciado) y un plan estratégico de apoyo a la automoción de 2.634 millones, publicitado también reiteradamente en las últimas semanas pero que no ha podido evitar el anuncio de 600 despidos en Barcelona por parte de Nissan.
Tono complaciente
La economía española ha empezado 2019 con una dinámica positiva, pero la desaceleración global empieza a hacer mella: el Gobierno estima que el PIB crecerá el 2,1% este año, prácticamente el doble que la zona euro. "Las perspectivas para el primer trimestre son de cierta desaceleración (...) Se sigue creando empleo y se sigue reduciendo la tasa de paro", apunta el documento en un tono complaciente que casa mal con la ralentización de la economía europea.
Ese excesivo optimismo se aliña incluso con algún dato falso: el texto asegura que "España ha cumplido el objetivo de déficit en 2018". Y no: el déficit cerró en el 2,6% del PIB, el más abultado de Europa y medio punto por encima del objetivo pactado en su momento con Bruselas. La deuda pública roza también el 100% del PIB y deja a España como claro candidato al contagio si vuelven las curvas en el mercado de deuda pública, con Francia e Italia elevando los déficits previstos para 2020.
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