La EMT de Valencia sufre una rocambolesca estafa de cuatro millones de euros
Una directiva transfiere la suma a una cuenta externa tras ser víctima presuntamente del fraude del CEO
La Empresa Municipal de Transportes (EMT) de Valencia ha informado este viernes de que ha sufrido una estafa rocambolesca. Su jefa de administración transfirió entre el 3 el 20 de septiembre cuatro millones de euros a una cuenta bancaria en Hong Kong creyendo que participaba en una operación confidencial de la compañía pública, cuando en realidad, según fuentes cercanas a la investigación, estaba siendo una víctima de la conocida como estafa del CEO (consejero delegado).
Se desconoce todavía el grado de implicación en los hechos de la directiva, Celia Zafra, que llevaba 35 años trabajando en la EMT de Valencia y ha sido despedida de forma fulminante. Lo que parece claro es que en menos de tres semanas ordenó ocho transferencias desde la cuenta de Caixabank donde la empresa tiene depositados los fondos a otra del Bank of China en Hong Kong, que no respondieron al pago de suministros ni de servicios y que infringieron el protocolo interno de la EMT para la autorización de pagos, por un importe total de 4.040.000 euros.
La principal hipótesis con la que trabajan los investigadores es que la exresponsable de administración fue víctima de una estafa extendida internacionalmente que consiste en que el alto directivo de una empresa recibe por correo electrónico lo que parecen instrucciones del presidente o dueño de la compañía indicándole que debe transferir de forma urgente una elevada suma de dinero a una cuenta externa con el pretexto de cerrar una operación. Celia Zafra recibió un falso correo electrónico en nombre del consejero de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, en el que se le ordenaba llevar a cabo una misteriosa operación para adquirir una empresa en China que debía guardar bajo secreto.
La mujer, con la que este periódico ha intentado contactar sin éxito, respondió que así lo haría y, según las mismas fuentes, se convirtió sin saberlo en una especie de zombi de la organización que ha perpetrado la estafa.
Llamadas telefónicas
En los días siguientes, Zafra recibió varias llamadas telefónicas de un hombre que se presentó como intermediario en la supuesta compra corporativa. El individuo le pidió que le mandara diversos documentos, en uno de los cuales figuraban las firmas del gerente de la EMT y de la responsable del área financiera, la imagen escaneada de los DNI de ambos así como una carta de pago sin rellenar. La presunta organización criminal confeccionó con ellos documentos falsos que utilizó para vestir el fraude y que remitía a la propia responsable de administración de la empresa de transportes.
Esta, siguiendo las indicaciones que le daba una voz al otro lado del teléfono, ordenó supuestamente al banco que ejecutara los pagos obviando el protocolo que exige la entrega de documentos originales y una doble autorización mediante las firmas digitales tanto del gerente como de la jefa financiera de la EMT.
"El despido", ha dicho este viernes Grezzi al término de una reunión extraordinaria del consejo de administración de la empresa, "se fundamenta en un incumplimiento grave y culpable de la trabajadora, que no informó a sus superiores, no cumplió el protocolo de pagos ni se empleó con la mínima diligencia exigible".
Bloquear el dinero
La Empresa Municipal de Transportes (EMT) descubrió el presunto fraude el lunes, cuando un responsable de la oficina de Caixabank en Valencia llamó al gerente, Josep Enric García Alemany, para preguntarle por las inusuales operaciones que la compañía llevaba varias semanas realizando, según ha explicado Grezzi. El gerente pidió explicaciones a la responsable de administración, y esta le reveló los detalles de su supuesta misión confidencial que, hasta donde ha llegado de momento la investigación, no había compartido con nadie más en la empresa.
El martes, después de recopilar la información, la EMT denunció el caso a la Policía Nacional y, a través de Interpol, a la de Hong Kong. El objetivo es que los fondos sean bloqueados en la ciudad asiática y pueda recuperarse al menos una parte. "Vamos a ser implacables para llegar hasta el final y poner todos los medios a nuestra disposición para recuperar el dinero", ha afirmado el edil. Con el dinero estafado la empresa podría haber comprado entre ocho y 12 autobuses, según fueran híbridos o convencionales.
Hace dos años, el FBI aseguró que el llamado fraude del CEO había afectado ya a empresas públicas y privadas, grandes y pequeñas, de más de un centenar de países.
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