El PP, dispuesto a terceras elecciones si Sánchez no logra un acuerdo con ERC
Casado quiere reformar la ley electoral para evitar bloqueos, pero no ahora
Pablo Casado desoye los llamamientos de Pedro Sánchez para que el PP se abstenga en su investidura tanto como los de Ciudadanos apelando a un pacto a tres para evitar que Podemos e independentistas sean imprescindibles. Los populares creen que el PSOE y ERC llegarán a un acuerdo pero, si esa vía falla, descartan la abstención y asumen que habrá nuevas elecciones, las terceras. Casado quiere reformar la ley electoral para evitar bloqueos. “El PP no es sustitutivo de ERC ni de Podemos, sea cuando sea”, avisó Pablo Casado el pasado martes, tras la constitución de las Cortes Generales.
“Si vamos a unas terceras elecciones, será responsabilidad de Pedro Sánchez. Él nos ha metido en este lío. El PP va a estar en su sitio, [va a] ejercer una oposición firme, responsable y coherente”, señaló el vicesecretario de Comunicación, Pablo Montesinos, tras la última reunión del comité de dirección del partido.
Casado cree que facilitar la investidura de Pedro Sánchez sería equivalente a “la desaparición voluntaria del PP como alternativa al socialismo”. “Si desaparece el PP como alternativa, desaparecerá la Constitución”, declaró esta semana. Para los populares, aliarse con los socialistas equivaldría a dejar la oposición en manos de Vox.
Fuentes de la dirección del partido lo explicaban en términos más prosaicos, comparando la negociación para la investidura con una noche en una discoteca: “No puedes venir a ligar conmigo a las seis de la mañana después de haber visto cómo lo intentabas con todas toda la noche”. Casado ha lanzado estas semanas mensajes en esa línea: “El PP no se va a dejar humillar”.
En todo caso, los populares creen que la negociación con ERC está encarrilada, porque “los independentistas no han tenido otra oportunidad igual y la van a aprovechar”, en palabras de la dirección, y que cada día que pasa Sánchez tiene más difícil “dar marcha atrás”. “No creo que Sánchez vaya a venir a rondar a nuestro balcón en enero”, si la investidura no se materializa en diciembre con Podemos, ERC y los regionalistas, apuntan las mismas fuentes.
El escenario sería “más incómodo” para el PP, admiten los populares, si Ciudadanos se uniera al pacto entre el PSOE y Podemos para evitar que el Gobierno dependa de los independentistas. Sánchez se reunirá con Inés Arrimadas, que sigue apostando por un pacto con el PSOE y el PP sin la formación de Pablo Iglesias, algo que los populares descartan. Casado, por su parte, se reunirá con el presidente en funciones si le llama, pero solo para reiterarle su rechazo a facilitar la investidura con la abstención de sus 89 diputados.
Sí está dispuesto a ofrecer, como ha hecho en todas sus reuniones, lo que llama “la gobernabilidad”, esto es: pactos de Estado en grandes materias, como pensiones, violencia machista, infraestructuras…; el apoyo del PP si “vuelven los desórdenes públicos en Cataluña y hay que aplicar el 155” y una reforma de la ley electoral para evitar el bloqueo político. La apuesta del PP es dar una prima al ganador, pero está dispuesto a negociar otras fórmulas siempre que no haya que cambiar la Constitución, un melón que los populares no quieren abrir ahora.
El PP mejoró notablemente su presencia en el Congreso gracias a la repetición electoral: de 66 pasó a 89 diputados. Atribuye esa mejora a las apelaciones al voto útil entre el electorado del centro derecha y cree que los últimos movimientos de Vox, al que responsabilizan de que Podemos tenga tres puestos en la Mesa del Congreso, también acercan a los votantes a sus siglas. Con Ciudadanos desactivado, en manos de una gestora y con 10 diputados, y la persistencia del bloqueo, los populares creen que podrían provocar un vuelco electoral. Los 89 escaños del 10-N son 23 más que en abril, pero aún muy lejos de los 137 que dejó Rajoy cuando fue desalojado de La Moncloa por la moción de censura.
Injusto escenario
A Casado le parece injusto que, si llega el escenario de las terceras elecciones, se trate de responsabilizar a su partido de la repetición de los comicios. La presión sobre sus filas para evitarlos se dispararía y resurgiría el debate interno sobre la llamada abstención técnica. Fuentes de la dirección señalan que no pueden planteársela porque al conservar Sánchez la mayoría en el Congreso (con el apoyo de Podemos, los independentistas y los regionalistas), el PSOE podría incumplir todos los pactos a los que llegaran para cerrar la abstención de los populares en la investidura del líder socialista, incluyendo un eventual acuerdo sobre los Presupuestos.
Es el mismo argumento que utilizan para descartar un Gobierno de concentración o gran coalición: “Sánchez podría destituir a los ministros del PP en cualquier momento y nosotros no tendríamos mayoría para forzar una moción de censura”.
“Un acuerdo con el PSOE”, añaden, “solo supondría alargar la agonía”. Todo está muy pensado, advierten. De momento, para el PP, no es no.
"Cuando el centro derecha se divide, gana el PSOE"
El PP alude constantemente a la unión del electorado de centro derecha y a la fallida operación de coalición preelectoral España Suma. “Cuando el centro derecha está dividido, Pedro Sánchez gana”, declaró este sábado el vicesecretario de comunicación del partido, Pablo Montesinos. “Lo hemos visto en las últimas elecciones generales y lo hemos comprobado también en la configuración de la Mesa del Congreso”, añadió. Montesinos acusó a Vox de haber provocado que la izquierda saliera “fortalecida” al rechazar su oferta para repartirse los puestos con Ciudadanos y lo extrapoló a cualquier nueva negociación. “El mensaje es nítido: el centro derecha tiene que estar unido porque si no, la izquierda sale ganando. Gana Sánchez”, insistió.
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