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Llegó a la política, como hoy mismo ha reconocido, con muchas incertidumbres. Cuatro años después de bregarse como portavoz parlamentaria y de dirigir de forma clara la política institucional de la izquierda abertzale desde la Cámara de Vitoria, Maddalen Iriarte (San Sebastián, 1963) se ha consolidado como la opción más estable de la segunda fuerza política vasca para plantar cara, como candidata a lehendakari, a un Íñigo Urkullu al que las encuestas le dan como claro vencedor, sin todavía haberse levantado el telón de las autonómicas vascas. Con ella al frente, EH Bildu ha mejorado los resultados en las elecciones autonómicas y en las municipales y forales con una imagen más moderada.

Iriarte (San Sebastián, 1963) ha reconocido este lunes que Arnaldo Otegi, “un lujo de compañero”, le tuvo que agarrar de la mano para dar el paso en 2016. Hoy ha asumido la decisión de la Mesa Política de la coalición para liderarla en estas elecciones con naturalidad y “responsabilidad”. Sabe que ya no es solo conocida por sus más de treinta años de experiencia en la televisión pública vasca (ETB), sino por sus intervenciones desde el estrado del Parlamento, defendiendo el independentismo catalán, el derecho a decidir que asegura que tienen los vascos, el euskera y la igualdad entre hombres y mujeres, y por sus cara a cara, sin arrugarse, con los primeros espadas del resto de partidos políticos. Además, no estará sola. Otegi, inhabilitado hasta 2020, va a imitar el modelo de bicefalia del PNV, manteniendo a salvo la voz del partido para cederle a Iriarte la del futuro gobierno y parlamentos, si logra la victoria o articular una mayoría que desbanque al PNV y PSE-EE.

Iriarte no ha sido fabricada desde un molde en la factoría de la izquierda abertzale. Al igual que Jasone Agirre, una de sus compañeras de Bizkaia, pero también de Uxue Barkos, aunque esta última en Geroa Bai, la coalición que lidera el PNV en Navarra, representa una generación de políticas que ha roto el miedo a la confrontación mirando al objetivo de una cámara, pero sin miedo a expresar sus ideas en los programas de debate a los que asistían antes de saltar a las listas de los partidos.

La candidata a lehendakari ha sido colaboradora en medios como el diario Gara en defensa del derecho a decidir, y defensora de avanzar en la construcción de un proceso hacia la independencia en Euskadi, similar al catalán. En los últimos tiempos y tras la sentencia del procés, comparte con EH Bildu la apuesta por la política, por un independentismo posibilista más próximo a ERC que a quienes siguen abrazados a las vías unilaterales. Una posición que está convirtiendo a la fuerza independentista vasca en una de las más influyentes desde el punto de vista político en el panorama nacional, de toda su historia.

Iriarte, como ya hiciera el lehendakari, Juan José Ibarretxe, asocia en sus discursos la independencia de Euskadi a un mejor nivel de vida de los vascos, y rechaza las “interferencias” y la dependencia de las decisiones de los tribunales españoles que al final, acaban por limitar con sus resoluciones las decisiones del Parlamento vasco. La candidata cree que el PNV no es un socio fiable, aunque ha defendido la capacidad de llegar a acuerdos para seguir ensanchando las bases del soberanismo. La alegría del pacto entre el PNV y EH Bildu en torno a las bases del nuevo Estatuto, se han transformado en críticas, cuando el partido de Andoni Ortuzar ha intentado ensanchar el acuerdo hacia el PSE y Elkarrekin Podemos.