_
_
_
_

Nerea Irigoyen, viróloga: “Si no lo prevenimos ya, el dengue o el zika serán endémicos en Europa”

La científica española recibió 3 millones para investigar en la Universidad de Cambridge virus como el del zika y del Nilo Occidental, que cada vez extienden más su alcance debido al cambio climático

Nerea Irigoyen delante de la instalación de retratos en la Universidad de Cambridge.
Nerea Irigoyen delante de la instalación de retratos en la Universidad de Cambridge.Jacqueline Garget

Justo 10 días después de que supiéramos que 2024 fue el año más cálido registrado en el planeta y el primero en que se superó un aumento de 1,5 grados de media respecto a niveles preindustriales, Estados Unidos salió del Acuerdo de París. Ha sido una de las primeras medidas de Donald Trump como presidente de un país que es el primer responsable histórico del calentamiento global.

El incremento del nivel medio de temperatura del planeta produce fenómenos extremos más intensos y más frecuentes, pero no solo eso. También aumenta el hábitat y favorece la reproducción de las especies de mosquitos que transmiten virus como el dengue, el virus del Nilo Occidental o el zika. Estas enfermedades, que provocan epidemias en Latinoamérica y antes nos parecían estrictamente tropicales, se han disparado en todo el mundo y ya llevan unos años adentrándose en Europa.

Nerea Irigoyen Vergara (1981, Zaragoza), doctora en Biología Molecular, es experta en flavivirus (virus que se propagan por artrópodos) y lidera desde 2018 un grupo de investigación en zika en la Universidad de Cambridge, Reino Unido. En 2023 se convirtió en una de las pocas españolas en conseguir una Wellcome Trust CDA Fellowship, una beca de 2,6 millones de libras (unos 3 millones de euros) para financiar su investigación. Su objetivo es comprender los mecanismos del virus que entre 2015 y 2016 tuvo al mundo en alerta; en concreto, cómo afecta la infección de zika a las células cerebrales humanas. La viróloga subraya que es momento de investigar, concienciar y actuar, porque “la situación está empeorando y hay que tomar acciones preventivas ya”.

Pregunta. El verano pasado fallecieron nueve personas en Andalucía por un brote del virus del Nilo. Asociamos los mosquitos al calor, pero, aunque estamos en invierno, la Diputación de Sevilla ya ha anunciado acciones de prevención y tratamiento. ¿Por qué hay que empezar ya a tomar medidas?

Respuesta. Venimos del año más caluroso de los registros, los veranos cada vez son más largos y cada vez habrá más mosquitos, especialmente si vivimos episodios de danas o lluvias, porque se dan las dos cosas que estos insectos necesitan: calor y agua. Tenemos que adelantarnos y tomar medidas antes de que los mosquitos eclosionen, mientras están en estado de larva. En zonas como Andalucía el problema son los arrozales, por eso necesitas eliminar todas las larvas para que no se cree una superpoblación de mosquitos que acabe interaccionando con los humanos y transmitiendo el virus.

P. También hubo casos de dengue en Tarragona, y los dos últimos veranos han sido particularmente fuertes en Francia y el norte de Italia, ¿por qué son zonas más propicias?

R. Toda la cuenca mediterránea está muy expuesta a mosquitos transmisores de virus, solo hay que ver cómo el mosquito tigre (cuyo nombre científico es Aedes albopictus) ha llegado al sur de Europa. En 2023, París fumigó por primera vez sus calles para impedir que hubiera una escalada de casos de dengue. Este mosquito puede transmitir ese virus, y también el zika y el chikungunya. Hay otro mosquito, el Aedes aegypti, que puede transmitir las mismas enfermedades y también la fiebre amarilla. La clave está en las temperaturas. El mosquito tigre necesita entre unos 17 y 29 grados, y el Aedes aegypti, que transmite mejor, un poco más altas, hasta los 34 grados. Es decir, hay sitios en Europa donde estos mosquitos pueden sobrevivir fácilmente.

P. ¿La presencia de estos mosquitos ha provocado que estos virus se conviertan en endémicos, es decir, son enfermedades que se han establecido de forma fija en España?

R. Depende. El virus del Nilo Occidental sí, ya es endémico, porque se empieza a ver durante todo el año y en distintos animales, como pájaros, que actúan como reservorios principales del virus. El del dengue o el del zika no, pero si no ponemos ningún tipo de medida preventiva, haremos que acaben siendo endémicos en Europa. Lo que sí hay son casos de transmisión autóctona, es decir, gente que no ha viajado a ningún país tropical y se están contagiando. Como los mosquitos ya están establecidos aquí, si tú viajas a un país donde hay dengue, zika o chikungunya, te infectas y vuelves a Europa, puedes iniciar un ciclo de transmisión autóctona si otro mosquito te pica y después transmite la enfermedad.

P. ¿Qué habría que hacer para que en España y Europa esos virus no se conviertan en endémicos?

R. Sobre todo tener mucho control de los mosquitos, poniendo trampas para poder determinar el tipo y cantidad, así como con campañas de fumigación y de control de larvas en invierno y a principios de primavera. También hay que formar a los sanitarios para que puedan reconocer los síntomas de estas enfermedades y concienciar a los ciudadanos. Y, por supuesto, hay que invertir más en ciencia en enfermedades virales emergentes. En España también está la iniciativa de Mosquito Alert, una plataforma de colaboración ciudadana para que la gente pueda compartir información sobre los mosquitos con los que se encuentra en su entorno. Así se pueden rastrear, localizar los puntos calientes y saber qué tipos hay.

P. ¿Qué más podemos aportar los ciudadanos para prevenir y para cuidarnos?

R. Hay que tener mucho cuidado con la acumulación de agua y cubrir o vaciar todos esos recipientes donde se puede estancar, como las macetas o las ruedas de los coches, porque es a donde van los mosquitos y donde las larvas pueden crecer. En países de Latinoamérica y el sudeste asiático lo tienen muy interiorizado. Estuve en Guatemala y nada más entrar a los cementerios hay un aviso. Nosotros todavía no somos tan conscientes. Cubrirse el cuerpo, llevar ropa de colores más claros y poner mosquiteras en casa son otras cosas que tenemos que empezar a hacer.

P. En zonas donde estos mosquitos son autóctonos, ¿puede que una opción sea eliminar estas especies?

R. Esto de momento se está haciendo a pequeña escala, en sitios donde hay una gran prevalencia de virus para poder asegurar que no se descontrolen los sistemas sanitarios. Pero siempre que eliminas una especie hay que tener en cuenta cuáles son las consecuencias en la cadena trófica. Por ejemplo, se están liberando mosquitos genéticamente modificados para ser estériles, así las poblaciones se reducen y se controla la transmisión de virus. Otra cosa que se está haciendo en sitios como Indonesia o Australia es introducir en los mosquitos una bacteria que se llama Wolbachia, que hace que el insecto ya no pueda albergar el virus.

P. Con todas estas medidas, ¿está mejorando el contagio de estas enfermedades?

R. No, con el cambio climático está empeorando. Estamos viviendo una epidemia de dengue brutal, la peor. En Europa no tenemos el nivel de casos de Latinoamérica, como en Argentina o en Brasil, donde hay millones, pero es algo que aquí antes no estaba ocurriendo y ahora sí, y además viajamos más. Todavía podemos hacer algo, pero igual dentro de 10 años esto se ha desbocado.

La investigadora infectando con el virus del Zika en el laboratorio.
La investigadora infectando con el virus del Zika en el laboratorio.Fotografía cedida por Nerea Irigoyen.

P. Si no podemos controlar a los mosquitos transmisores de estos virus, ¿es posible crear una vacuna?

R. Con el dengue es muy complicado, porque tiene cuatro serotipos (es el mismo virus, pero con ciertas diferencias). Si te infectas con dengue de un tipo, la primera reacción no suele ser mala. Creas anticuerpos y si un mosquito te vuelve a transmitir el mismo tipo, igual no te pasa nada. Pero si te toca otro tipo, los síntomas son peores porque utiliza los anticuerpos como una especie de amplificador. Esto es muy problemático para la creación de vacunas, necesitas una que proteja los cuatro tipos por igual porque, si no, puedes descompensar y crear un problema mayor. Esto pasó con la vacuna Dengvaxia de Sanofi Pasteur. El zika también interacciona mucho con el dengue, entonces muchos expertos creen que habría que hacer una vacuna frente a los cuatro tipos de dengue y zika, y esto es más complicado todavía.

P. Lamentablemente, el zika se hizo muy famoso en 2015 cuando empezaron a nacer niños con microcefalia en Brasil en los que se encontró ARN del virus. Ya hace 10 años de eso, ¿qué pasó?

R. Al principio nadie sabía por qué y luego se asoció a que las madres durante el embarazo se habían contagiado con zika, el virus había pasado al feto, había infectado su cerebro y le había impedido desarrollarse. Esto es como la punta del iceberg: la microcefalia es lo máximo que puede pasar, pero se ha visto que hay muchos niños que nacieron aparentemente con la cabeza con un volumen normal que también han tenido problemas de desarrollo. Hay muchos niños que son ciegos, sordos, tienen un retraso motor o de desarrollo mental por el virus del zika. Esto es un horror, y encima en comunidades muy pobres donde las madres tienen que dejar de trabajar para cuidarles. También hubo un gran pico de abortos ilegales en Sudamérica en esa época y llegó a ser una de las causas de muerte más común para mujeres. Estamos hablando de comunidades donde además hay mucha violencia sexual contra ellas, que en muchos casos no pueden elegir quedarse embarazadas. Este virus tiene una problemática social. Ahora hay menos casos y mucha gente dejó de investigar el zika, pero vendrá la próxima epidemia, y por eso estamos trabajando en ello.

P. ¿Cómo lo están haciendo?

R. Una de las investigadoras postdoctorales de mi equipo desarrolla modelos muy sofisticados para estudiar la neuropatología del virus. Hace organoides de cerebro, como si recrearas un cerebro muy pequeñito, diminuto, en una placa de Petri que se puede mantener hasta un año en cultivo. Así puedes estudiar qué pasa en los distintos estadios de gestación del cerebro de un feto si se infecta con zika. Queremos comparar los resultados si se hace con zika americano y con zika africano, que ahora mismo solo circula en África. Se pensaba que este no hacía nada, porque no se ha observado que cause microcefalia ni problemas en los niños, pero lo que hemos visto es que en realidad es mucho más agresivo con las células. Nuestra hipótesis de trabajo es que si te infectas con él estando embarazada, lo que te provoca es un aborto, mientras que el zika americano permite la supervivencia del feto, pero con déficit y problemas.

P. ¿Puede esta investigación utilizarse para estudiar otros flavivirus?

R. Sí, queremos desarrollar estos modelos de forma muy sistemática, con técnicas novedosas de neurotropismo y patogénesis, para utilizarlos en otros virus que también infectan al cerebro, como el virus del Nilo, que ha sido mucho menos investigado en este aspecto.

P. La pregunta que es obligatorio hacer desde hace dos años: ¿tiene sentido utilizar inteligencia artificial para investigar en este tipo de virus?

R. Creo que la IA sí se puede utilizar mucho para modelos de predicción epidemiológica, para estudiar los mosquitos, qué tipo de temperatura y humedad les gusta, qué lugares prefieren… Para entrenar esos modelos hacen falta muchos datos, y en temas de flavivirus los hay porque siempre ha existido mucha colaboración con países más en vías de desarrollo. Por ejemplo, el Instituto Pasteur en París tiene muchas deslocalizaciones en África y Latinoamérica.

P. Hablando de colaboración, eres una de las fundadoras de la Sociedad de Científicos Españoles en el Reino Unido, con la que tratáis de promover la comunicación entre la comunidad de investigadores españoles del Reino Unido. Se cumplen cinco años del Brexit, ¿os ha puesto las cosas más difíciles?

R. En el plano científico creo que ha sido desastroso. Durante unos años se ha perdido el acceso a financiación europea, los presupuestos se redujeron para muchos investigadores y ahora necesitas un visado para poder trabajar aquí. Los trámites son mucho más complicados y hay muchas universidades que no suelen pagar estas visas, así que tienes que hacer un desembolso de miles de libras tú. Es una pena, porque era un hub global de atracción de talento.

P. ¿Te planteas volver a España?

R. Yo creo que si le preguntas a cualquiera que esté aquí: “En las mismas condiciones que tienes ahora, ¿te irías mañana a Madrid?”, te diría, “me cojo el primer vuelo”. Pero hoy por hoy todavía no es la situación. Pese al Brexit, creo que el papel del investigador sigue estando mejor considerado en Reino Unido y es más fácil montar tu propio grupo de investigación. Soy optimista y creo que algún día cambiará. Sigo esperando que después de la pandemia de coronavirus se hayan dado cuenta de que, o invertimos en ciencia, o estamos vendidos. Porque llegará otra pandemia y no habremos hecho nada.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_