
El abuso no es amor: ¿reconoces las señales de alarma en este cortometraje ‘romántico’?
‘No lo llames amor’, la última campaña social de YSL Beauty, deconstruye los clichés románticos y las relaciones tóxicas que han perpetuado el cine y la publicidad, invitándonos a construir narrativas afectivas más sanas
Son la pareja perfecta, la clásica pareja de película. Ella, atractiva y segura de sí misma. Él, apuesto y misterioso. Un derroche de complicidad y ternura allá donde vayan: fiestas elegantes, paseos románticos, miradas cargadas de entendimiento y, por supuesto, París, la capital de los enamorados. Esto, sin embargo, no es una historia de amor. “¿Reconoces las señales de abuso en este cortometraje?“, nos alerta un mensaje en la pantalla, despertándonos bruscamente de la fantasía tóxica que ha sostenido parte de nuestra educación sentimental. Rebobinemos.
No lo llames amor, la última campaña social de YSL Beauty, expone de forma impactante cómo la violencia de pareja puede adoptar formas de intimidación más sutiles e imperceptibles que la física. Signos de abuso, a veces, disfrazados de romanticismo. “Confronta el modo en que los medios han difuminado las fronteras entre el amor y el abuso, revelando la devastadora realidad que se esconde detrás de lo que nos han enseñado a idealizar”, apunta la consultora de cine y doctora en psicoterapia, Sara Kuburic, quien, junto a la directora de cine Léa Ceheivi y Nicolas Loir, en la dirección de fotografía, conforman el equipo directivo que ha dado vida al filme.
Con esta impactante campaña, YSL Beauty subvierte ingeniosamente los códigos de un clásico anuncio de perfume, invitándonos a reflexionar y construir narrativas más responsables, que promuevan modelos de relaciónes más sanas. Porque ni los celos, el control o el aislamiento son románticos. Son banderas rojas. «Esta campaña es un llamamiento mundial a la acción para reconocer los signos de abuso. Para la prevención es fundamental comprender que a menudo viene acompañada de señales de advertencia y que puede adoptar muchas formas», señala Stephan Bezy, director general internacional de YSL Beauty.

El abuso no es amor
La violencia de pareja es la forma más común de violencia contra las mujeres: afecta a una de cada tres mujeres, siendo las jóvenes las que presentan un mayor riesgo. Defensores de que la educación es clave para cambiar la realidad, YSL Beauty puso en marcha hace cuatro años el proyecto El abuso no es amor, un programa de sensibilización y formación, con especial foco entre los más jóvenes, que busca ayudarnos a reconocer los principales signos de abuso en una relación. Porque la violencia de pareja puede presentar una o varias red flags: que te ignore para castigarte, el chantaje, la humillación, la manipulación, los celos, el control, que no respete tu intimidad, el aislamiento y la intimidación. Nueve señales que, cuando sabemos reconocerlas, podemos actuar ante ellas.
YSL Beauty no actúa sola, son numerosas las ONGs locales las que colaboran estrechamente con la firma en este programa tan necesario. En España, la Fundación Ana Bella, una red de apoyo y acompañamiento de más de 26.500 mujeres supervivientes, trabaja con jóvenes en los diferentes centros educativos para que tomen conciencia de los comportamientos sexistas y la importancia de la igualdad. Desde que se puso en marcha la iniciativa, más de 30.000 jóvenes han recibido charlas y formaciones, concediéndoles las herramientas para construir relaciones más sanas o ayudar a alguien que se encuentre en una relación de estas características.
Para obtener más información sobre este proyecto o los cursos de formación que imparte YSL Beauty y la Fundación Ana Bella visita su página web o www.elabusonoesamor.es. En caso de necesitar ayuda, o conocer a alguien que la necesita, puedes ponerte en contacto directo con la Fundación Ana Bella a través de los teléfonos (+34) 691 669 095 y (+34) 667 233 133.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.