El eterno encanto de Stevie Nicks, la verdadera embajadora del estilo bohemio

Ni Sienna Miller en Glastonbury 2004, ni Kate Moss con sus flecos y sus mantones, ni las hermanas Olsen, ni la última bloguera que colecciona encajes victorianos. La auténtica embajadora del look bohemio es Stevie Nicks. Desde que entró a formar parte de Fleetwood Mac en 1974  la californiana ha sido referencia constante para chicas que se antojan románticas y misteriosas. Su influencia ha fluctuado durante cuatro décadas. Este año,  gracias a la reedición del álbum Rumours y la reunión de Fleetwood Mac con una gira que arranca a principios de abril en EEUU, su inconfundible estilo vuelve a saltar a un primer plano.

Nicks despojó al estilo bohemio de las referencias hippies y naturales y se reinventó en una sacerdotisa del rock, en una cíngara de lujo. Lo suyo eran las capas bordadas, los vestidos vaporosos, las botas de plataforma y una melena rubia asalvajada que domaba mediante pañuelos o sombreros de copa. Un estilo de apariencia enigmático que, sin embargo, tuvo sus raíces en una motivación práctica. “Conocí a Stevie en 1976  antes de que Fleetwood Mac se hicieran enormemente famosos”, explica por teléfono desde Los Ángeles la diseñadora Margi Kent. “Ella quería un vestuario a medida para ir de gira. Buscaba algo que no se hubiera visto antes, que reflejara la calidad hipnótica y flotante de su música y que incrementaran su presencia sobre el escenario, porque es muy menuda.”

Kent acababa de terminar la escuela de diseño y sabía de terciopelos, sedas, pedrería y gasas. Todos los materiales sensuales (y caros) que atraían a Nicks. Además, con menos de metro sesenta de altura entendió perfectamente la necesidad de conseguir altura para imponerse frente al público. Fue una colaboración que resultó en una suerte de uniforme y coraza teatral que Nicks ha mantenido hasta hoy. “Hasta entonces, lo popular era un estilo hippy y de mezclas. Nadie había visto a una cantante de rock así. Era algo mágico. Stevie domina el escenario y se transforma. Unas veces es una criatura etérea, de otro mundo otras, como cuando intepreta Gold Dust Woman, una hechicera.” La diseñadora nunca olvidará la primera vez que presenció un directo de Nicks. “Me quedé sin habla. Todavía me emociono recordándolo.”

Stevie Nicks, esa figura en la que se fijan las estrellas de ahora.

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Después de años turbulentos de adicción a las drogas y vaivenes de popularidad Stevie Nicks disfruta de una nueva edad de oro. La cantante tiene una consolidada trayectoria en solitario. Cada año una legión de clones de Nicks se reúne en la fiesta “La noche de las mil Stevies”. Y entre sus adeptas más célebres está la diseñadora Anna Sui que le ha dedicado colecciones, la cantante Sky Ferreira, Courtney Love o la cantante Florence Welch. “Veo influencias de Stevie en Florence”, observa la diseñadora. “Su ropa, la manera en la que se mueve por el escenario. Sin embargo, Florence es más ecléctica”

Kent, que se ha encargado de la imagen de artistas como George Harrison (“muy espiritual pero jovial y con sentido del humor”) o Neil Diamond (“muy cool”) también diseña el vestuario de Nicks en la inminente gira de unos reformados Fleetwood Mac. “He visto los ensayos y va a ser una gira fantástica. Se crea una intimidad especial en el escenario. Hay que ir a verlos”, comenta entusiasmada.  El vestuario se renovará con las chaquetas estructuradas o las prendas más contemporáneas. Pero la coautora del estilo Nicks asegura que no faltarán versiones de los grandes éxitos que según ella no delatan el paso del tiempo.  “El otro día desembalé algunas prendas antiguas y aunque han recibido mucho tute en los conciertos no han envejecido lo más mínimo. Siguen siendo verdaderas joyas.”

Stevie Nicks buscaba en la ropa un refuerzo para su presencia en el escenario. (Ámsterdam, 1976).

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Florence Welch, una fiel seguidora del estilo de Nicks.

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Ski Ferreira y Courtney Love también miran al armario de Stevie Nicks cuando se visten.

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