La historia de ‘Diseña la Moda’, el juego de los ochenta que la nostalgia mantiene más vivo que nunca
La rueda inventada por MB y reproducida por marcas nacionales estimuló la creatividad y despertó vocaciones de diseñadores, aunque siempre con el lastre de los roles de género
“Las más jóvenes diseñadoras están de moda. Esta temporada, diseños exclusivos únicos y atrevidos. Marca tu estilo con Diseña la Moda. Sólo gira la rueda, y tú marcas la moda. Ahora elige un color, y ya tienes otro modelo en tu colección. Crea tu estilo con Diseña la Moda. Diseña la moda, de MB”. Esas palabras funcionaban como voz en off del anuncio del popular juego, cuyas instrucciones quedaban claras en esos 20 segundos publicitarios que marcaron a toda una generación.
Aunque se sabe que en sus mejores años, se llegaron a fabricar unas 500.000 unidades de muñecas Chabel al año, y que el archiconocido Barco Pirata de Playmobil vendió en tan solo un año más de 500.000 unidades, el éxito de Diseña la Moda se explica mejor mediante emociones que con cifras. Es es una de las claves de la fuerza de este juguete, cuyo diseño variaba tanto según la marca que lo distribuía, como en la propia caja y en el título que se le ponía al juego. “El original fue creado por la marca americana MB [Milton Bradley Company] a principios de los años 80, con el nombre de Fashion Wheel [Rueda de la Moda]. A nuestro país llegó con una caja que tenía un diseño similar al original. Lo fabricó la marca de juguetes española Brekar, bajo licencia de los productos MB. En la publicidad, se alardeaba de poder realizar con esa rueda más de 58.000 combinaciones diferentes de diseños, algo que para una mente infantil eran combinaciones infinitas”, explica Vicente Pizarro, autor especializado en historia del juego.
Aunque, con permiso de la creación de Brekar, la versión del juego más conocida en nuestro país fue la editada con el logo original de MB.
Sus antecedentes
Aunque la rueda giratoria resultó una de las claves por las que tantas niñas encontraron en este juguete un pasatiempo creativo e innovador, lo cierto es que como explica el historiador del juguete Juan Hermida, este tipo de juegos con objetivos didácticos provenían en realidad de una larguísima tradición que nace de las muñecas de papel recortables, que como productos tanto de la cultura popular como del marketing masivo, fueron intencionadamente diseñados para reflejar la versión idealizada de la feminidad de la sociedad. Por ello, sus looks encierran en realidad una valiosa y significativa información acerca de la mujer de antaño.
“El juguete que asentó las bases de la llegada de Diseña tu Moda fue Magic Mary, de Juguetes Borras, licencia MB Milton Bradley. Eran muñecas parecidas a las de los recortables, pero magnéticas. Lo que se buscaba era estimular la imaginación de los niños y niñas, y la importancia que tuvo ese juego es que quienes jugaban con él dibujaban sus propias plantillas, que así podían transformar en papel o tela”, explica Hermida, que subraya además el importante papel que la publicidad tuvo para dar a conocer el juego.
La fuerza del marketing
Nosti, la persona detrás de la cuenta de Instagram @nostalgiamilenial, recuerda que el anuncio se emitió “en bucle” cada Navidad durante los ochenta y los noventa. “Por eso se convirtió en uno de los clásicos de la época. Todos los millennials lo conocemos perfectamente, hayamos jugado con el juego o no. Aún resuena en mi cabeza aquel “Diseña la moda, de MB” con el que se cerraba el anuncio. Otra clave de su éxito fue que nació en una época en la que los videojuegos aún se estaban consolidando, por lo que los juegos que despertaban la creatividad eran los que mejor funcionaban”, indica. “Aquí entramos en el poder del marketing y la publicidad. Con las frases adecuadas, una música de éxito y un mantra que se repitiera hasta la saciedad en cada anuncio, bastaba para que esa marca, y ese juego en concreto, se quedara grabado a fuego en nuestro subconsciente infantil. Por eso, cuando la generación millennial se hizo algo más mayor y vio una imagen del juego, un catálogo de juguetes o volvió a ver el anuncio en YouTube, vio cómo todos sus recuerdos infantiles volvieron a florecer junto con una sensación de felicidad asociada a esos años tan maravillosos”, asegura Pizarro.
La magia de la moda y los estereotipos de roles de género
Indica que otra de las claves de su éxito radica en que salió al mercado en un momento en el que en España el mundo de la moda estaba en auge. “Modelos muy famosas tenían mucha presencia en las mejores pasarelas y salían en las revistas de más éxito entre los adolescentes. Ser diseñadora de moda, aunque fuera con un juego, te podía acercar algo más a ese mundo exclusivo y de glamour. Seguramente, alguna diseñadora profesional de la actualidad le debe en parte al juego de Diseña la Moda su decisión de convertirse en diseñadora o quizá modelo, quién sabe”, indica.
Mientras que Yolanda Pérez, de YolanCris, explica que aunque lo pidió a los Reyes Magos con mucha emoción, consideró pronto que el juego no le permitía crear demasiados diseños (“Por más que recuerdo este juguete a la perfección, como en casa teníamos maniquíes, me parecía más fácil emplear los retales que mi madre tenía y ponérselos a las figuras”, indica), Juan Duyos reconoce que Diseña la Moda fue importante en sus comienzos, aunque no precisamente por evocar recuerdos de su infancia… “El juego siempre me fascinó, porque era uno de esos juguetes que por aquel entonces, se decía que eran “para chicas”. Por eso, los niños a los que nos interesaba lo tocábamos incluso con reparo, por miedo a los insultos. El anuncio se mantuvo en la tele a medida que fui creciendo, y ya de mayores, cuando “jugábamos a diseñar”, siempre teníamos el juego tanto en la cabeza, como en la boca. “¡Vamos a hacer una colección, vamos a hacer Diseña tu Moda!”, decíamos. En definitiva: ojalá me hubieran dejado jugar más, pero es ciertamente llamativo que ya al diseñar profesionalmente, usáramos el juguete como una coletilla. En lugar de “vamos a diseñar”, decíamos “vamos a hacer Diseña tu Moda”, explica el diseñador.
Como señala el informe ‘Publicidad y campañas navideñas de juguetes: ¿Promoción o ruptura de estereotipos de roles de género’, aunque han pasado los años, el sexismo sigue muy presente en la publicidad de juguetes mediante la segmentación del mercado según el sexo. Los datos recogidos, al hablar de la representación masculinizada y feminizada de roles profesionales, indican que al abordar los juguetes que representan una profesión, en el caso de las niñas, en la actualidad el 34, 1 % se vincula con peluquería y estética, mientras que los niños sólo se asocian con estos sectores en el 4,8 % de estos anuncios.
“Muchas niñas soñaban con ser diseñadoras por lo que veían en las revistas y la tele, y si hablo de niñas es porque ellas eran el principal público objetivo del juguete. En aquellos años, todavía estaba muy marcada la distinción entre los juguetes “de niña” y los “de niño”. De hecho, el propio anuncio se dirigía únicamente a ellas, y en caja aparecía una niña jugando; aunque bien me consta que hubo bastantes niños que también se apuntaban a jugar con sus hermanas o amigas, o que incluso se lo llegaron a pedir ellos mismos”, aclara Nosti. “Era un juego que te hacía creer en tu potencial y talento como diseñadora y también en la competitividad que el mundo de la moda exigiría a quienes llegaran al mundo profesional de adulto. Mi hermana tuvo su Diseña tu Moda y competíamos para ver quién hacía los diseños más exclusivos. Tengo que decir que ella mezclaba mejor los conjuntos, pero yo los pintaba con mayor precisión. Hacíamos un buen equipo”, dice Vicente Pizarro, que antes de finalizar, señala las dos últimas claves del éxito del juego. “Salió en una época en la que todos los juguetes que salían al mercado eran para jugar en familia o por lo menos, con varios jugadores. Aunque entre amigos, haciendo turnos, se podía jugar con Diseña la Moda, también se podía disfrutar en total soledad. Eso le daba una versatilidad muy alta, siendo un juego muy aprovechable. También se puede decir que como en su diseño no había piezas pequeñas, cartas o dados destinados a perderse con el tiempo, y estaba formado por un bloque difícil de romper por más que se girara muchas veces, era un juego que podía heredarse por varias generaciones”, dice.
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