Estas son las marcas infantiles que debes tener en el radar

La metáfora es perfecta: en Instagram las pequeñas marcas de moda infantil ganan la batalla a las grandes y la ropa en miniatura no solo acumula “likes” sino que tiene su propio ecosistema de “influencers”, estilos y, por supuesto, “hashtags”. Es la conclusión de un informe del ISEM Fashion Business School que asegura que las marcas emergentes infantiles están más preparadas que las consolidadas para exprimir los secretos de las redes sociales porque, según Patricia San Miguel y Gabriela Pasillas, investigadoras responsables del informe, parecen conocer mejor los códigos de funcionamiento de Instagram mientras que las grandes empresas son más fuertes en web.

San Miguel indica que Instagram ya es la primera fuente de información para ropa de niños, embarazadas y consejos útiles entre madres , tanto, que está desplazando a los medios tradicionales: “Hay que reconocer que algunas madres Youtubers se dan a conocer en Instagram y luego construyen también su comunidad en esta plataforma. Instagram desplaza las fuentes especializadas o las visitas a tienda sobre todo entre las llamadas It Moms, madres Millennials de 27 a 40 años, trabajadoras, con gusto por la moda, aficionadas a las redes sociales y de clase media-media alta”.

Los referentes en España de estas It Moms son mujeres “como Sara Carbonero, Raquel del Rosario o Noelia López que acaba de tener un niño y su primera foto tuvo más de 21.000 likes”, afirma la investigadora que da más nombres de madres influyentes que dominan la red “Luisa Ferré, Katie Holmes o Gwyneth Paltrow entre las extranjeras y Fátima Cantó , Mi Pequeña Tribu o la conocidísima youtuber Verdeliss”, entre las españolas.

Presentadas las madres hay que vestir a los retoños para que luzcan tan guapos como acostumbran en ese escaparate del estilo de vida –y el perseguido estatus personal– que son las redes sociales. Y ese es el espacio en el que las marcas compiten para nutrir la aspiración de distinguirnos a través de una segmentación impensable hace unos años: “Hay marcas consolidadas, de estilo tradicional con líneas modernas como Nicoli, Gocco, Mayoral, Pettit Bateau o Jacadi. Marcas Premium, tanto en precio como en diseño, como Bonnet à pompón, de estilo afrancesado, Mini Rodini, de estilo nórdico tanto en tejido como en líneas de diseño o Nanos. También marcas modernas e indies, que coinciden con el estilo de la madre y estilo de vida de las familia como Tinycottons, Omini, Little Creative Factory, Señorita Babies & Moms o firmas de estilo romántico como No sin Valentina o Casilda y Jimena” , detalla San Miguel.

Aunque ya estamos acostumbrados, la diversidad de estilos del panorama patrio en moda infantil es sorprendente. Isabel García Hiljding es una de esas It Moms que recurre a Instagram “porque encuentro inmediatez, frescura y sobre todo puedo navegar entre muchas marcas grandes y pequeñas con un solo click y algo de scroll, sin perderme en sus webs” y asegura que “lo más llamativo de la moda infantil española es la cantidad de marcas que existen y la variedad de estilos que ofrece”. Es investigadora de moda y lujo y explica que España es “pionera” en el sector respecto a otros países. “Hace unos años, en Suecia era muy complicado encontrar lo que aquí llamaríamos estilo tradicional. En la mentalidad nórdica, llevar a un bebé con faldón es para la realeza, está totalmente fuera de lo que los nórdicos consideran primordial, es decir, lo práctico y cómodo y sin embargo, en España, es algo habitual”, reflexiona.

Tan habitual que forma parte de nuestra cultura porque, según Patricia San Miguel, “España es un país donde vestir al recién nacido y a los niños siempre ha sido muy importante, por eso las marcas de moda infantil españolas ofrecen gran variedad de estilos y precios y somos referente a nivel mundial en moda infantil, tanto en el entorno offline como en el online”. Y eso se traduce en datos: el volumen de negocio del sector habla de cifras que superan los 1.000 millones de euros y pisa los talones al otro emblema de la moda “made in Spain”, la nupcial, que vende por 1.300 millones de euros y solo es superada por China en ventas internacionales.