Cuál es el origen de los pies de puntillas de Barbie, que la nueva película de Margot Robbie ha hecho virales
La muñeca alemana Bild Lilli fue la inspiración tras ese diseño, que también siguió la Paulova fabricada por Famosa en España. La película dirigida por Greta Gerwig, que se estrenará el 21 de julio, hace un guiño a la forma de esas extremidades inferiores.
Barbie, la película dirigida por Greta Gerwig y protagonizada por Margot Robbie, promete ser uno de los estrenos del año. Llegará a los cines el 21 de julio, pero el primer adelanto del filme ya impactó al recrear el inicio de 2001: una odisea del espacio de Stanley Kubrick; esta vez, el monolito era sustituido por la primera Barbie. “Desde el principio del tiempo, desde la primera niña que existió, ha habido muñecas. Pero las muñecas habían sido siempre bebés. Hasta…”, decía la voz narradora (Helen Mirren) cuando aparecía de la nada Margot Robbie con el bañador de rayas blanco y negro, las gafas de sol y las sandalias de tacón negras de ese modelo primigenio de la muñeca Barbie que fue presentado el 9 de marzo de 1959 en la Feria Internacional de Juguetes de Nueva York. El segundo tráiler de la película ha vuelto a hacerse viral, y los pies de la muñeca han cobrado protagonismo de nuevo: una de las escenas es un primer plano de cómo Barbie se descalza y, al quitarse sus mules rosas con un pompón y tacón de pedrería, continúa andando con los pies de puntillas.
“Necesito saberlo todo sobre esta toma. Cuántas veces se repitió, si [la actriz] se agarró a algo, llevaba un arnés, si había pegamento en el suelo, si son sus pies, quién hizo la pedicura, en realidad necesito un documental sobre esta toma”, escribió en Twitter Chrissy Teigen. Para la modelo esta imagen despertó tanta curiosidad como para muchos otros usuarios de redes sociales. Pero ¿cómo llegó la muñeca Barbie a andar de puntillas? ¿Dónde está el origen de la atípica forma de sus pies? El historiador del juguete Juan Hermida explica que no fue una innovación de Barbie, sino de su predecesora, la muñeca alemana Bild Lilli, que la compañía de juguetes Hausser comenzó a vender en 1955. Para él, la forma de pies inclinados de la muñeca surgió porque estéticamente “seguía los cánones de la época”. En los años cincuenta creadores como Salvatore Ferragamo, André Perugia y Roger Vivier popularizaron el uso de los stilettos, que Marilyn Monroe llevó al imaginario colectivo. Y como refleja la Enciclopedia Británica, “Barbie fue una creación de Ruth Handler, de Mattel Inc., que obtuvo su inspiración de la muñeca alemana Bild Lilli en 1956 y desarrolló la muñeca Barbie poco después”. Lilli –que se parecía a otro icono cinematográfico de la época, Marlene Dietrich– había nacido unos años antes, en 1952, de unas tiras cómicas para adultos, a veces subidas de tono, dibujadas por Reinhard Beuthien y publicadas en el tabloide alemán Bild-Zeitung. Las viñetas presentaban a Lilli como una mujer moderna y atrevida que siempre llevaba tacones, ya fuera vestida o en ropa interior.
Bild Lilli no fue pensada para un público infantil. Robin Gerber, autora de Barbie and Ruth, una biografía de la fundadora de Mattel Ruth Handler, recordaba en un artículo publicado en Time en 2015 que “las muñecas Lilli podían comprarse en estancos, bares y tiendas de juguetes para adultos (…) Los hombres las adquirían como regalo para las despedidas de soltero, las ponían en el retrovisor de sus coches o se las regalaban a sus novias”. Cuenta la leyenda del nacimiento de Barbie que Handler, que llevaba tiempo queriendo fabricar una muñeca con aspecto adulto, encontró la inspiración en un viaje a Suiza, donde adquirió varias de esas muñecas Lilli: una fue para su hija Barbara (de quien tomaría el nombre la figura superventas de Mattel) y las otras fueron objeto de estudio para su compañía. De hecho, Barbara era quien le había dado la pista a su madre de hacia dónde iba a ir el mercado del futuro: la veía jugar muy a menudo con muñecas recortables con formas adultas y muchos complementos, muy distintas de los juguetes con forma de bebé que se vendían entonces, como recuerda Greta Gerwig en el primer tráiler de su película.
Handler se empeñó en producir esta nueva muñeca, pese a los elevados costes que implicaba y a que iba contra lo establecido hasta entonces en la industria, como recuerda Gerber en su libro: “Los fabricantes de muñecas no eran sensibles a las sutilezas necesarias para darle a la muñeca el tipo de valor imaginativo que Ruth había visualizado. Sus muñecas tenían caras de bebés, cuellos estrechos, estómagos redondeados, pechos planos y piernas rectas, y resultaban cómicas con trajes de novia o de graduación. Ruth creía que las adolescentes no podían participar en juegos de adolescentes con estas muñecas infantiles”. Ella y su marido, Elliot, supieron adelantarse a este fenómeno que cambió la industria juguetera. Pero no se fabricaron sólo muñecas inspiradas en Lilli en Estados Unidos. En España nacieron las Paulova de Famosa, que tomaban su nombre de la bailarina rusa Anna Pavlova y también tenían los pies de puntillas, muchas veces enfundados en zapatillas de ballet, a juego con sus vestidos de bailarina. “Ellos iban a Alemania, a Núremberg, y descubrieron a Lilli, y a los alemanes les gustó la tradición juguetera que había en España, y esa fue la razón por la que les dejaron hacer estas muñecas Paulova”, precisa Juan Hermida. Para este historiador del juguete, lo más razonable en cuanto a diseño, tanto en Lilli como en Barbie o Paulova, habría sido diseñar unos pies con otra forma: “Lo más fácil a nivel estilístico para los fabricantes de muñecas era que el pie fuese plano, que no fuese inclinado, porque así resultaba mucho más fácil que un zapato se adaptase a él. Fue algo específico de esa muñeca, Lilli, y de las que la siguieron”.
Al contrario de Barbie, que ya desde su primera versión mostraba sus pies con la forma de los dedos y ofrecía zapatos de quita y pon, las extremidades inferiores de Lilli estaban rematadas con el zapato pintado en el pie, según destaca M. G. Lord en su libro Forever Barbie: The Unauthorized Biography of a Real Doll: “El final de su pierna tiene la forma de un zapato de tacón y está pintado de negro brillante”. Pero Handler tenía muy claro que su muñeca Barbie debía tener un buen armario, buscaba detalles como, por ejemplo, que tuviera las uñas de las manos y los pies pintadas. Su creación estrella fue criticada años después por marcar un estereotipo: en 1994 la revista feminista judía Lilith (Handler era hija de judíos polacos emigrados a Estados Unidos) publicaba una entrevista con la empresaria en la que le preguntaban por “las objeciones de muchas feministas de que Barbie presenta una imagen demasiado idealizada y poco realista de los cuerpos de las mujeres: piernas muy largas, un torso más corto y pies para siempre en punta para llevar zapatos de tacón”. Ella respondía argumentando que su creación había ayudado a muchas niñas: “Cuando lanzamos Barbie yo estaba muy en contra de que fuera demasiado guapa o tuviera una personalidad distintiva. Entendí la necesidad de las niñas de proyectar sus sueños en la muñeca. Sobre las críticas feministas: no respondo a eso. El hecho de que Barbie sea tan querida habla por sí solo”. Hasta 2015, los pies de Barbie mantuvieron esa forma. Pero en ese año sus fabricantes presentaron por primera vez un nuevo modelo con el tobillo regulable para poder hacer el pie plano.
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