La Iglesia aparta al exdeán de la Catedral de Santiago acusado de tocamientos a jóvenes
Los supuestos abusos ocurrieron en Mondoñedo (Lugo) y el Obispado resta importancia al asunto: "No se sentían víctimas de nada"
Un sacerdote de Mondoñedo (Lugo) ha sido apartado por la Iglesia tras ser denunciado a finales de agosto por tocamientos ante el obispo de la diócesis de Mondoñedo-Ferrol, Luis Ángel de las Heras. Se trata, según han confirmado a este periódico fuentes eclesiásticas, del exdeán de la Catedral de Santiago José María Díaz Fernández, de 88 años, máxima autoridad en el templo compostelano cuando fue robado el Códice Calixtino en 2011 y hermano del actual deán de la Catedral de Mondoñedo, Pedro Díaz Fernández.
José María Díaz ha sido apartado de sus funciones públicas después de que el prelado recibiera a finales de agosto una carta de un joven de Mondoñedo que relataba cómo el cura, retirado desde hace años en su localidad natal, le había “tocado el trasero” en las escaleras de la Catedral, principal plaza del municipio lucense, y en presencia de un amigo. El episodio ocurrió hace dos años, cuando era un menor de 17 años, pero la víctima alertaba además en aquella misiva de que otros muchachos de la localidad habían sufrido abusos similares por parte del mismo religioso. La Iglesia asegura que no ha recibido más denuncias pero asegura que está investigando si efectivamente hay más casos.
La diócesis inició la investigación interna el 3 de septiembre por este "episodio de acoso", unas pesquisas eclesiales en las que se recabaron más testimonios, entre ellos el del padre del denunciante, y que les llevaron a apartar cautelarmente al sacerdote "de sus funciones públicas, dentro del respeto a la presunción de inocencia", según confirman desde el Obispado. Las indagaciones, en manos de un instructor nombrado por el obispo, siguen abiertas y, según informa la diócesis, se ajustan a "los actuales protocolos de la Iglesia" y "a la legislación civil vigente", porque se ha informado al denunciante de que está en su derecho de acudir "paralelamente" a la justicia ordinaria.
El obispo afirma en el comunicado hecho público este martes que suscribe la "condena de toda conducta inapropiada", pero, en declaraciones anteriores a La Voz de Galicia, ha restado importancia a lo ocurrido y ha achacado los tocamientos a menores del veterano cura a la “merma de facultades”, a “cosas de la edad”. De las Heras, que dirige la diócesis de Mondoñedo-Ferrol desde 2016, rebaja la gravedad del comportamiento del religioso con los menores afirmando que los muchachos que los sufrieron “no se sentían víctimas de nada”.
El denunciante, por su parte, que ha esperado a ser mayor de edad para contar lo ocurrido, advierte en su carta al prelado que el resto de afectados nunca se habían “atrevido” a relatar lo vivido. El Obispado sostiene que no ha recibido más denuncias contra el sacerdote y ha defendido su "compromiso con las víctimas" y su "colaboración con la justicia civil" y ha reclamado a "toda la sociedad" que lo haga "igualmente" para "generar espacios seguros en cualquiera de los ámbitos en los que, lamentablemente, se ha dado o pueden darse tales hechos execrables".
José María Díaz vive retirado en Mondoñedo, su pueblo natal, desde hace unos años, ya que dejó su cargo en el templo compostelano en 2012, tras la recuperación del Códice Calixtino. Su hermano, deán a su vez de la Catedral de Mondoñedo, ha salido en su defensa este martes en declaraciones a este periódico y ha calificado de "calumnia" la denuncia. Pedro Díaz asegura que la víctima "ha malinterpretado" al exdeán de Santiago y añade que tanto él como el acusado tienen "la conciencia tranquila"
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