“Los negacionistas están perdiendo”
Un grupo de expertos ha analizado en la COP25 la desinformación y las noticias falsas que intentan sembrar el escepticismo sobre el cambio climático
El negacionismo sobre el cambio climático cuenta cada vez con menos apoyos. "Es un movimiento que está perdiendo, porque no tiene razón como han demostrado los científicos y porque el público rechaza esa visión", ha razonado Richard Black, director de Energy and Climate Intelligence Unit (ECIU) y excorresponsal de medio ambiente de la BBC, en una charla con expertos que se ha celebrado esta mañana en la COP25 sobre desinformación y fake news. Un arrinconamiento propiciado también por el cambio de actitud de los políticos, y teniendo en cuenta que las noticias falsas existen desde antes de que se hablara del cambio climático. "Siempre han estado ahí, con los escándalos, crímenes... porque vende periódicos", ha comentado en el debate que ha presentado Irene Lozano, secretaria de Estado de España Global.
Black ha recordado que hace cinco años un miembro del Parlamento del Reino Unido sostuvo que se debían olvidar del cambio climático porque el uso de energías renovables conllevaría apagones, una declaración "que tuvo mucho éxito en medios y políticos conservadores". Hoy en día, con un Gobierno también conservador, "se han introducido objetivos nuevos para el cambio climático, Reino Unido se enorgullece de ser anfitrión de la próxima cumbre del clima y hay una carrera para ver quien es el más verde". A pesar de ello, en el Reino Unido siguen esperando a que "los políticos tomen acciones concretas".
En el camino existen importantes escollos con mucho peso político. Black ha recordado al primer ministro australiano Scott Morrison, que cree en la existencia del cambio climático, pero lo considera un fenómeno natural y cíclico. "Es como si en una habitación llena de fumadores alguien con problemas respiratorios negara dónde está el problema", comenta. Una visión que ha corroborado la subdirectora de EL PAÍS, Berna González Harbour, que ha remachado que "el problema no son las fake news, sino la utilización que hacen de ellas los políticos".
Entre ellos, el expresidente Mariano Rajoy, que en 2007 se mostraba escéptico con el calentamiento global con el razonamiento de "si no somos capaces de saber cuándo va a llover en Sevilla como vas a predecir el cambio climático", ha rememorado González Harbour. El PP se ha alejado de esa postura e incluso Rajoy anunció hace cuatro años una ley de cambio climático, que todavía no ha sido aprobada. Sin embargo, ha aparecido en España la formación política Vox que, en opinión de la periodista, vincula el cambio climático con ideas progresistas.
Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, se mantiene, asimismo, firme en sus convicciones negacionistas. Este martes se mofó de la energía limpia y del calentamiento global en un mitin en Pensilvania.
Stephan Lewandowsky, profesor en la Universidad de Bristol y especialista en desinformación, ha planteado que la razón por la que las personas escuchan a estos líderes diga lo que digan. El principal polo de atracción es la ideología política: "No es política en sentido puro, es la emoción, tu identidad". El docente ha explicado que estas personas resuelven con el negacionismo el conflicto que les produce los hechos que evidencian la existencia del cambio climático.
"Usan su inteligencia para encontrar argumentos", ha aclarado Lewandowsky. En ocasiones, se decantan por teorías de conspiraciones o pueden escoger selectivamente hechos que respalden su creencia. "Es muy fácil para ellos crear una retórica que resulte plausible para personas que no conozcan mucho la ciencia. Por ejemplo, que el mar de Bering lleva tres años con hielo. "Eso funciona hasta que te das cuenta de que es una pequeña parte del Ártico, que está perdiendo su cubierta helada", explica. Lewandonsky piensa que es labor de los medios de comunicación desmontar esas mentiras, "explicar de qué manera se confunde al público". Pero si se echa una mirada al historial de negacionismos con "el tabaco, al agujero de ozono, ahora el cambio climático", el profesor se muestra optimista. "Da ánimos ver lo qué hemos conseguido con el tabaco y, ahora, con Greta Thunberg y cómo está cambiando todo".
Una mirada optimista que se ha encargado de acotar el periodista Paul D. Thacker, especializado en desinformación. Considera que se sigue dando información incorrecta a propósito para crear escepticismo. Este método fue creado en los años cincuenta por una agencia que contrataron las tabacaleras "para luchar contra una evidencia creciente". "Esta empresa creó la desinformación, utilizando a científicos, dando dinero a organismos independientes y tapando la voz de los investigadores y periodistas independientes", ha manifestado Thacker. "Para ser claros", ha puntualizado, "algunos de los investigadores que trabajan en el clima son los peores negacionistas". En su opinión para entender la desinformación científica habría qué saber de dónde sale el dinero de muchas investigaciones, publicar nombres y que se enseñen los documentos.
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