Más de la mitad de los españoles ha perdido ingresos a raíz de la pandemia

La crisis del coronavirus, sanitaria en su inicio, ha derivado con los meses en una crisis económica de la que el país aún tardará mucho en recuperarse. La covid-19 ha tenido un gran impacto en el empleo: el parón o la ralentización de la actividad ha derivado en cierres de empresas y en despidos. Según la encuesta de 40dB. realizada para EL PAÍS, un 14,8% de la población ha perdido temporalmente su trabajo, mientras que un 11,5% lo ha perdido de forma definitiva. Pero las consecuencias de las restricciones van mucho más allá: más de la mitad de los ciudadanos (el 50,5%) asegura que ha perdido ingresos por culpa de la pandemia. La merma de poder adquisitivo se nota especialmente en los más jóvenes: el 68,1% de los que tienen entre 18 y 24 años y el 66% de los de 25 a 34 años afirman que ellos o algún miembro de su familia han visto reducidos sus ingresos, ya sea de forma temporal o permanente.

Como consecuencia de la menor entrada de dinero en los hogares, casi 6 de cada 10 encuestados (57%) afirman que han reducido sus gastos en ocio y tiempo libre. Este es el apartado en el que más personas han recortado el presupuesto. El siguiente, mencionado por uno de cada cuatro encuestados (25,5%), es el de productos de primera necesidad. Un 15,4% de personas ha dejado de poner la calefacción o el aire acondicionado cuando lo han necesitado —en el caso de los jóvenes de 18 a 24 este porcentaje sube hasta el 26%—, mientras que un 8,8% ha recortado en salud: afirman que han dejado de comprar alguna medicina, han abandonado algún tratamiento médico o han aplazado o anulado visitas al dentista o al oculista, especialidades que en España no cubre la sanidad pública. Los mayores de 65 años son los que están aguantando mejor la crisis económica, a juzgar por sus respuestas. Más de la mitad (51,8%) seleccionó la categoría “ninguno de los anteriores” cuando se le pedía identificar en qué había recortado. En la población general el porcentaje es del 33,6%, lo que, según el análisis de 40dB. “señala en la dirección de que los mayores, pese a ser el sector más vulnerable en términos sanitarios por la pandemia, son los que menos afectados se ven por las consecuencias económicas de la misma”.

Pesimistas sobre el impacto en la economía

El impacto sobre la economía española será negativo y duradero para casi 8 de cada 10 encuestados (79,7%). Los más optimistas, que califican ese efecto de negativo pero pasajero son solo el 15,7%. La percepción sobre cómo la pandemia afecta a la economía del país es mucho más sombría que cuando la pregunta se dirige a la economía del hogar del encuestado. Un 33,6% de ellos califican el impacto de negativo y duradero para su unidad familiar, mientras que un 27,9% afirma que este es o será negativo pero pasajero.

En este sentido, la percepción sobre la situación financiera del propio hogar ha evolucionado hacia el optimismo, mientras que las predicciones sobre la economía española son cada vez más sombrías. En abril quienes anticipaban un impacto negativo y duradero eran el 69,9%. En cambio, el porcentaje de quienes dicen que en su hogar el virus apenas tendrá impacto pasa del 16% en marzo al 21,1% en abril y al 29,2% en noviembre.

Auge del teletrabajo

La encuesta muestra también cómo la pandemia ha trastocado el ámbito laboral. El teletrabajo ha ganado posiciones, hasta el punto de que uno de cada tres ciudadanos con empleo (33,7%) dice que ha pasado de trabajar presencialmente a hacerlo de forma remota, bien parcialmente o todos los días. Además un 6,2% afirma que ya teletrabajaba antes de la pandemia, por lo que casi un 40% de personas con empleo trabaja en remoto.

En este apartado se aprecian diferencias entre las personas que residen en zonas rurales (el estudio las considera así cuando se trata de municipios de menos de 10.000 habitantes) y las que lo hacen en zonas urbanas. Un 46,6% de los encuestados afirma que sus empleos no son compatibles con el teletrabajo, pero cuando se segmenta por el tamaño de su municipio se comprueba que en el medio rural este porcentaje sube hasta el 60,2%, mientras en las áreas urbanas es del 43,1%. La Comunidad de Madrid destaca como la región más propicia para el teletrabajo, según la encuesta, ya que un 47,8% de sus residentes aseguran que han pasado de trabajar presencialmente a hacerlo en remoto.

Suspenso al Gobierno

La mayoría de españoles considera que la gestión del Gobierno central en la crisis del coronavirus ha sido mala o muy mala. Un 53,3% de ellos así lo creen, según la encuesta, que indica también que el 21,7% califica su actuación de buena o muy buena y un 22,6% de regular. Cuando se les pregunta por sus Ejecutivos autonómicos la percepción es bastante mejor, y las opiniones quedan divididas prácticamente en tres bloques iguales: 34,7% muy buena o buena; 31,5% regular, y 31,1% mala o muy mala.

Si se analiza en función de a quién confiaron su voto en las últimas elecciones, la valoración de la actuación del Gobierno durante la crisis varía enormemente: mientras alrededor de la mitad de los votantes del PSOE y de Unidas Podemos califica de buena o muy buena la gestión (47,9% y 50,2% respectivamente), los de Ciudadanos, PP y Vox tienen una opinión muy negativa. La mayor diferencia se da en los seguidores de Vox. Mientras 8 de cada 10 votantes del PP (81,7%) califican de mala o muy mala la gestión, el porcentaje sube en el caso de los de Vox hasta el 90,4%. Apenas un votante de Vox de cada cien cree que el Gobierno ha gestionado “muy bien” la epidemia.

La encuesta pregunta también por la actuación de los partidos políticos durante la crisis. En el caso del PP la valoración es mala o muy mala en el 62% de los casos, con muchas diferencias en función de a quién votaron los encuestados. Cuando se pregunta a votantes del PP, ese porcentaje se reduce al 29,6%. En cambio, el 87,9% de los simpatizantes de Unidas Podemos valoran negativamente la actitud del principal partido de la oposición.

En la valoración de los Gobiernos autonómicos aparecen grandes diferencias. La gestión de la Comunidad de Madrid es la que concita las opiniones más negativas. El 47,7% de los residentes encuestados calificaron de mala o muy mala la gestión de Isabel Díaz Ayuso. En cambio, en la Comunidad Valenciana el Gobierno de Ximo Puig sale mucho mejor parado: el 42% de los residentes en este territorio contestó que la actuación ha sido buena o muy buena.

Opinión negativa de la división de competencias

A diferencia del primer estado de alarma, cuando el Gobierno central asumió la competencia en la gestión de la crisis, en esta segunda ola son las comunidades autónomas las principales encargadas de decidir qué restricciones aplican para intentar reducir los contagios, evitar la proliferación de casos en residencias de mayores y prevenir el desbordamiento del sistema sanitario. Cuando se pregunta a los ciudadanos qué opinión tienen sobre esta división de competencias, la mayoría (60,5%) contesta que “hace más difícil luchar contra la pandemia”. Las otras opciones son que lo hace más fácil (21,8%) o que no afecta en ningún sentido (8,4%). Los votantes de Vox son los más críticos con esta gestión compartida: un 76,8% asegura que complica la actuación contra el virus.

Al analizar las diferencias por la comunidad de residencia, se aprecia que los habitantes de Madrid son los que en mayor medida creen que la división de competencias hace más difícil el control de la epidemia. Son un 75,8% de los encuestados en este territorio. Los residentes en Cataluña son los que en menor proporción consideran que la doble competencia es negativa, pero siguen siendo mayoría (56,3%) frente al 20,8% que aseguran que la situación facilita la actuación.

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