Así han llegado los repuntes a una semana de Navidad: la movilidad se disparó tras las restricciones
Varias comunidades registran más contagios e ingresos hospitalarios después de que los movimientos aumentaran, propiciados por el puente de la Constitución y los días de compras
La curva de contagios por coronavirus ha vuelto a repuntar a una semana de la Navidad. La tendencia a la baja tras las restricciones que impulsó el estado de alarma se ha interrumpido, la movilidad ha crecido en casi todas partes y varias comunidades autónomas ya notan más presión sobre sus hospitales.
Las medidas de finales de octubre tenían como objetivo reducir los movimientos para tratar de contener las nuevas infecciones por covid-19. Llegaron cuando la segunda ola había entrado ya con fuerza en todas las comunidades y tenían el objetivo de “salvar la Navidad”. Los movimientos disminuyeron en todo el país, según indican los datos de Google y del Ministerio de Transporte. Los contagios hicieron lo mismo. Pero la movilidad volvió a subir un mes después, coincidiendo en muchas ciudades con días de compras prenavideñas, el Black Friday o los días de puente de comienzos de diciembre. Ahora vuelven a subir los contagios y su aumento ya se nota en los hospitales.
“Suele haber correlación muy fuerte entre indicadores de movilidad y respuesta en contagios”, recuerda Enric Álvarez, miembro del grupo de la Universidad Politécnica de Cataluña que analiza el ritmo de la pandemia en esa comunidad. Con este repunte a una semana de Navidad, cuando se prevé un mayor número de desplazamientos y encuentros familiares, un nuevo aumento de contagios amenaza con volver a colapsar un sistema hospitalario más saturado ahora de lo que estaba en septiembre.
Donde ya repuntan los hospitalizados
Por cómo actúa el virus, los positivos de hoy suelen ser contagios que se han producido hace unos siete días, mientras que los hospitalizados suelen tardar una semana más en llegar. En la Comunidad Valenciana, Galicia, Extremadura, Madrid y Cataluña, la tendencia de casos e ingresos hospitalarios ha cambiado de forma clara esta última semana. El hecho de que la curva de casos a veces esté subiendo a la vez o más tarde que la curva de ingresos en hospitales hace pensar que puede haber todavía grandes retrasos en los sistemas de notificación.
Las autoridades catalanas ya han decidido rediseñar su plan de desescalada, después de ver cambiar la evolución de casi un mes de caída en picado de los contagios propiciada por las duras restricciones sociales. Pero el ritmo de contagios ha vuelto a subir (el Rt, el índice de contagiados por cada caso, ya es superior a 1), algo que la portavoz de la Generalitat ha vinculado directamente con el aumento de la movilidad registrado durante el puente.
En Madrid los contagios llevaban más de dos meses cayendo, pero en la última semana se han observado repuntes en el diagnóstico de casos y en los ingresos en hospital. El aumento de nuevos contagios es claro y el crecimiento de los ingresos parece indicar que no ha sido solo un crecimiento leve debido a los retrasos en la notificación, como sugería el consejero regional. “Como poco, ya se ha parado la tendencia a la baja de nuevos ingresos”, cuenta José Ramón Arribas, médico en el hospital de La Paz. “Y esto nos preocupa porque todavía no hemos recibido todo el impacto de los días del puente –sin olvidar que sigue habiendo un constante goteo por los brotes en residencias–”.
El mayor problema de que se produzca un repunte de pacientes en los hospitales es la situación en la que se encuentran los centros. No es lo mismo que los nuevos ingresos se produzcan cuando apenas hay pacientes covid o que lo hagan cuando, como ahora, hay diez comunidades con más del 20% de sus UCI ocupadas por estos enfermos. Lo explica bien Gonzalo Tamayo, médico del hospital de Cruces de Bilbao: “La ocupación por covid-19 en las unidades de cuidados críticos es del 60% en Guipúzcoa, del 45,5% en Álava y del 26% en Vizcaya. Un nuevo repunte después de las Navidades no habrá permitido liberar camas (los pacientes son complejos, están muy graves y requieren ingresos prolongados), y el efecto acumulativo puede tener consecuencias muy severas”. Es decir, no hacen falta muchos contagios para saturar el sistema: ”Podemos llegar a una situación como la de marzo con una epidemiología aparentemente mucho más favorable”, resume.
Asturias, Andalucía, Aragón o Cantabria fueron las que más tarde doblegaron la curva de contagios de la segunda ola y las últimas en relajar las medidas, modificando toques de queda y aforos solo durante esta última semana. Su movilidad también repuntó más tarde y está por ver si tendrá efecto en la expansión del virus.
La movilidad sube, los contagios también
Algo que nos ha enseñado el virus es que nunca hay una sola causa que determine que suban o bajen los contagios. Puede deberse a múltiples causas, desde la relajación de las restricciones (mayores aforos en hostelería, flexibilización del toque de queda o levantamiento de cierres perimetrales) o a que los ciudadanos hayan bajado un poco la guardia tras semanas de descenso en los contagios; pero los movimientos de personas son, desde el comienzo, un factor clave para la difusión del virus.
En el mes de diciembre la actividad en las ciudades ha subido mucho. Lo detectan varios organismos que miden la evolución de la movilidad, desde el Ministerio de Transporte hasta el INE (ambas instituciones han invertido en programas de análisis de datos de movilidad, demostración de la importancia de su monitoreo) y también se ve en los datos de que publica Facebook o en los de Google Mobility Report, que son los que utilizamos en este artículo.
En el gráfico se observa cómo, tras la bajada de la actividad después del estado de alarma, la gente volvió a acercarse a las tiendas. El Black Friday, las compras navideñas o los tradicionales encuentros de estas fechas podrían estar detrás de esta subida.
En Madrid, que llegó a situarse como la autonomía con menor incidencia de la Península hace solo dos semanas, la movilidad ha ido creciendo despacio ya desde noviembre, repuntando tras el puente de diciembre. Algo similar ocurre en otras comunidades que han visto empeorar los ingresos los últimos días, como la Comunidad Valenciana (que ha decidido el jueves cerrarse ante las fiestas), Extremadura o Galicia. En Baleares y Canarias, las dos comunidades que mejor habían resistido la segunda ola, el crecimiento de la movilidad se nota especialmente en las estaciones de transporte.
En Cataluña este crecimiento se nota desde finales del mes pasado, tras la reapertura de bares y restaurantes, y ha ido a más: “La movilidad anterior al puente de diciembre ha vuelto prácticamente a niveles de febrero por primera vez desde la pandemia. Nunca la habíamos visto tan alta como en esos días”, explica Álvarez. Su equipo de Biología Computacional y Sistemas Complejos analiza desde hace meses el comportamiento del virus y utiliza, entre otros, los datos geolocalizados y anónimos de usuarios de Facebook. Detectaron un aumento de movilidad parecido, aunque algo menor, alrededor de las fiestas de La Mercé, a finales de septiembre: “tras los movimientos de ese puente, el R, que mide el ritmo de contagios, se disparó hasta 1,4” y antes de mediados de octubre los casos se disparaban en toda la región.
Algo parecido puede haber ocurrido con el puente del Pilar (12 de octubre). La segunda ola solo parecía afectar a Madrid y el Gobierno cerró entonces todos los municipios de más de 100.000 habitantes de la comunidad. Mientras, creció la movilidad en toda España (especialmente la relacionada con el transporte, según los datos de Google), los contagios empezaron a repuntar y semanas más tarde la segunda ola ya inundaba los hospitales.
99 municipios grandes y medianos empeoran su incidencia
Si analizamos la tendencia de los contagios en municipios podemos encontrarnos con repuntes que aparecen diluidos en las curvas autonómicas. Hay al menos 29 municipios de más de 20.000 habitantes que tienen hoy peor incidencia que hace dos semanas, que suben hasta 155 si comparamos con la semana pasada. La mayoría en Madrid y Barcelona, pero también en Canarias, la Comunidad Valenciana, Castilla y León, Navarra o el País Vasco.
En las áreas metropolitanas de Barcelona y Madrid la incidencia ha revertido la tendencia descendente de las últimas semanas. Alrededor de la capital los casos crecen especialmente en Torrelodones (el doble que hace 14 días), Arroyomolinos (70%), Algete (60%) o Getafe (37%). En Alcobendas, Móstoles, Fuenlabrada, Parla o Alcorcón los contagios se mantienen o suben ligeramente. En la provincia de Barcelona, Tarrasa y Badalona, dos de sus municipios más poblados, notifican un 20% más de positivos, aunque la situación es peor en otros municipios catalanes como Calafell (120%), Cambrills o Sant Feliu de Llobregat (90%). En la Comunidad Valenciana sucede algo similar: los contagios se contienen en las tres capitales de provincia, pero crecen en ciudades medianas de su extrarradio como Vila-real (20%), Mislata (67%) o Sant Vicent del Raspeig (20%)
En Canarias la situación es peor en la isla de Tenerife. Allí los contagios han crecido un 50% en las dos últimas semanas en dos de las ciudades más importantes de la isla, Santa Cruz (354 casos por 100.000 habitantes en 14 días) y La Laguna (430 casos). En Baleares la incidencia está disparada desde hace días y la situación es de alto riesgo en sus principales ciudades: Palma (560 casos), Calvià (360), Ibiza (350) o Manacor (390). En Sa Pobla, de más de 13.000 habitantes, la incidencia roza los 1.500 casos.
Metodología y fuentes
Para determinar si los ingresos hospitalarios crecen, siguen descendiendo o han frenado este descenso hemos considerado la suma de llegadas al hospital –publicada diariamente por el Ministerio de Sanidad en su informe sobre la situación de la covid-19– en la semana del 14 al 18 de diciembre con las llegadas al hospital la semana del 30 de noviembre al 4 de diciembre, previa al puente. Crecen cuando la diferencia es mayor que el 5%, continúan su descenso cuando este es mayor del 10% y se mantienen en el resto de casos.
Las incidencias de comunidades autónomas indicadas en todo el artículo se refieren a los casos notificados en 14 días y por cada 100.000 habitantes. Escogemos esta métrica y no la incidencia de casos diagnosticados en 14 días que publica el Ministerio de Sanidad para las comunidades autónomas por el retraso con el que se notifican estos datos al sistema de información centralizado: contando los diagnosticados se pierden los casos que llegan con retraso, que en algunas comunidades pueden ser una gran parte de todos los de un día.
Los datos por municipios han sido recogidos por EL PAÍS de los diferentes portales de información de las comunidades autónomas. Las fuentes y los datos no siguen un criterio único de publicación y periodicidad. El indicador reportado también varía. La mayoría de las comunidades ofrecen la evolución diaria o semanal de los positivos por PCR. Sin embargo, otras como La Rioja, Cantabria, Baleares (indicadas en los gráficos y la tabla con *) reportan los casos activos.
La Junta de Castilla y León ofrece los datos de positivos por zona básica de salud. Dado que una zona básica de salud puede contener varios municipios hemos asignado a cada una la localidad más grande al que pertenece (indicado con **). Para el cálculo de la incidencia se ha considerado la población asociada a cada zona básica. Algunas autonomías publican solo la última información diaria disponible por lo que no se reporta su evolución.
Para analizar la evolución de la movilidad hemos usado los datos del Informe de movilidad local que publica Google cada semana a partir de los datos anonimizados de usuarios de sus plataformas.