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El tráfico no se reduce en la Zona de Bajas Emisiones de Barcelona por la ausencia de multas

El volumen de coches ha sido el mismo que el año pasado en el primer día de escuela tras las vacaciones

Clara Blanchar
Vehículo del Área Metropolitana de Barcelona que detecta infractores de la ZBE.
Vehículo del Área Metropolitana de Barcelona que detecta infractores de la ZBE.Massimiliano Minocri (EL PAÍS)

Barcelona vivió este jueves el primer día laborable (con plena actividad y los niños de vuelta a clase después de Navidad) con la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en marcha. Pero la prohibición de que circulen los coches más contaminantes fue imperceptible en el tráfico: el Ayuntamiento informó de que a primera hora la circulación fue la misma que el 8 de enero de 2019. La ausencia de multas a los infractores, que no serán multados hasta abril, neutraliza por ahora el impacto de la ZBE.

Comparando la circulación de este jueves con la media del tráfico del mes de noviembre pasado, resulta que se ha reducido un 2,4% en el interior de la ciudad. Respecto al transporte público, tampoco metro, Rodalies ni Ferrocarriles de la Generalitat vieron aumentar sus pasajeros, informaron los portavoces de cada servicio. Una normalidad que el gobierno de la alcaldesa Ada Colau interpretó con “cautela” y afirmando que es pronto para evaluar la efectividad de la ZBE. A partir de ahora, para que los datos sean más fiables, se compararán por meses enteros.

El concejal de Emergencia Climática, Eloi Badia, admitió que las cámaras que controlan la restricción detectan “muchos” vehículos circulando sin etiqueta de la DGT, los que tienen prohibido transitar. Además de 36 cámaras fijas ubicadas en los accesos, un vehículo del Área Metropolitana de Barcelona circula para detectar infractores. Badia también reconoció que “es posible en parte” que la ausencia de multas no permita ver resultados positivos hasta abril.

El concejal no supo atribuir a una sola causa el bajo impacto de la ZBE y argumentó que “hay muchas incógnitas por resolver”: cuántos coches contaminantes estarán afectados por moratorias, hasta qué punto los coches viejos serán sustituidos por nuevos o si hay infractores por la ausencia de multas.

Los datos de ventas de coches durante el último trimestre de 2019 indican que las matriculaciones crecieron un 20% de media en los cinco municipios afectados por la ZBE, según el Gremio del Motor y Fecavem, que agrupan a concesionarios.

El consistorio celebró que casi 6.000 personas se hayan acogido a la posibilidad de dar de baja sus coches viejos a cambio de una tarjeta de transporte gratuita e ilimitada para tres años, la T-Verda. Pero, por ahora, no se están cumpliendo las previsiones de incremento de pasajeros en el transporte público, cifradas en hasta 170.000 trayectos adicionales.

La ZBE comprende 95 kilómetros cuadrados (que incluyen Barcelona, otros dos municipios y partes de dos más) donde este año no pueden circular los coches y motos que carezcan de etiqueta ambiental de la DGT, los más contaminantes. El 2021 la restricción se extenderá a vehículos de transporte público y mercancías. Para las personas que quieran circular puntualmente con un turismo contaminante, se pueden solicitar hasta 10 permisos al año.

Sobre la denuncia que ha anunciado la Plataforma de Afectados por las Restricciones Circulatorias (PARC) contra la ordenanza que regula la ZBE, Badia consideró que el veto al coche contaminante “es proporcional para luchar contra la contaminación” y defendió que “sin perder su objetivo”, se ha intentado facilitar la transición a los vehículos afectados.

Medir la efectividad

El consistorio explicó también que un comité de científicos y expertos en salud será el encargado de evaluar la efectividad de la ZBE: cómo reduce la presencia de contaminantes mensualmente o por semestres. Un grupo que, además de expertos del Ayuntamiento, el Área Metropolitana y la Generalitat, integrarán científicos de la Agencia de Salud Pública, y los institutos ISG Global e IDAEA del CSIC.

La concejal de Salud, Gemma Tarafa, aseguró que la ZBE “tendrá efecto, porque lo que genera más mortalidad en la ciudad es la contaminación asociada al tráfico, y si se actúa sobre el tráfico se reducirá su impacto sobre la salud”. “Lo que habrá que ver es cuánto mejora”, concluyó.

“No estamos pensando en tocar nuevas etiquetas”

El Ayuntamiento no ha decidido qué medidas tomará cuando se produzca un episodio de alta contaminación, ahora que la Zona de Bajas Emisiones ya está en marcha. Lo lógico sería endurecer la restricción de coches y motos, que este primer año se limita a los coches que no tienen etiqueta ambiental de la DGT. La ordenanza que regula la ZBE prevé activar, por decreto de alcaldía, medidas adicionales. Y a la pregunta de si se contempla restringir las etiquetas amarillas en caso de elevada contaminación, el concejal de Emergencia Climática, respondió ayer que la restricción este año se centra en la ausencia de etiquetas: “No estamos pensando en tocar nuevas etiquetas”, afirmó.

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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