El cierre perimetral para frenar al coronavirus afecta ya a 489 de los 778 municipios andaluces

Esta noche la ciudad de Sevilla se cierra perimetralmente, por lo que se limitan los movimientos en las ocho capitales andaluzas para frenar la expansión del coronavirus en su tercera ola, tildada de “explosiva” por la Junta este martes. Además de las grandes ciudades, el cierre afecta ya al 60% de los 778 municipios de la comunidad (489) que superan los 500 casos por cada 100.000 habitantes y el 30% (265) tiene paralizadas sus actividades no esenciales, entre ellas Almería o Jerez de la Frontera, al superar el millar de casos.

La virulencia de la tercera ola, que ha obligado al Ejecutivo autonómico a activar el Plan 7.500 (para disponer de esas camas hospitalarias) tras alcanzar el pico de 4.119 hospitalizados, plantea otra vez las mismas preguntas que la pasada primavera y otoño: ¿Dónde está el límite del sistema sanitario andaluz? ¿Qué ha pasado para llegar a este punto crítico de tensión?

“El error ha estado en querer contentar a muchos sectores y no se trata de contentar, sino de medidas útiles. Desde el principio llegamos tarde y el gran problema es que solo tomamos medidas cuando se saturan las UCI, no antes con la atención primaria, hospitalizaciones y urgencias al límite. El mensaje es que tenemos que aprender”, censura José Juan Jiménez Moleón, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Granada.

La incidencia acumulada ha caído este martes solo seis puntos desde ayer y se mantiene en 909 casos por cada 100.000 habitantes, por encima de la media nacional de 884 casos. La Junta defiende que hila fino en sus medidas: “En la primera ola hicimos amputaciones, ahora hacemos cirugía de precisión, todo eso es fruto de la autocrítica. Seguimos aprendiendo cada día”, ha afirmado el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre. Tras “el tsunami de casos”, en palabras de Aguirre, el Ejecutivo atisba un descenso de la curva de contagios después de reportar menos de 5.000 nuevos contagios durante dos días seguidos y tener una tasa de transmisión de contagios menor a uno.

La previsión es que el plan 7.500 se active a finales de esta semana, al superarse los 4.500 hospitalizados por covid-19. El plan supone un aumento de casi 2.000 plazas hospitalarias hasta las 15.384 y de 1.200 camas UCI, hasta las 2.622. La Junta prevé derivar entre el 10% y el 15% de las hospitalizaciones hacia los centros de la sanidad privada en la comunidad.

Antonio Aguado, presidente del Consejo andaluz de Colegios de Médicos, apunta a la falta de previsión para adelantarse al avance del patógeno: “Vamos a remolque, la Junta lo ha intentado pero no ha habido valentía para hacer un confinamiento domiciliario que pare a tiempo [medida que correspondería al Gobierno central, solicitada por la Junta para ciertas localidades]”. Este martes se han sumado 4.058 nuevos contagios y 82 fallecidos, una de las cifras más altas de las últimas semanas, además de una ocupación de camas UCI del 31%. Desde el inicio de la pandemia, Andalucía ha registrado 6.050 fallecidos.

Para llegar a esta situación crítica de alta presión asistencial, han influido varios factores: “La movilidad de las reuniones familiares, las nuevas cepas del virus y la posible falsa sensación de seguridad de protección frente al virus tras recibir la vacuna. Este último es solo una percepción, no tenemos datos”, avanza Rafael Martínez Nogueras, presidente de la sociedad andaluza de medicina preventiva y salud pública.

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