Andalucía acuerda con la sanidad privada utilizar sus recursos para hacer frente a la tercera ola

Los recursos de la sanidad privada se suman a la lucha contra la pandemia en Andalucía para aliviar la presión hospitalaria de los centros sanitarios públicos andaluces, al límite en plena tercera ola. Así lo ha confirmado este miércoles el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, quien ha explicado que los centros privados no solo atenderán a pacientes covid, sino a los que presenten cualquier otra patología cuya atención se haya suspendido o no pueda prestarse de manera inmediata por parte del Servicio Andaluz de Salud (SAS).

“Los recursos sanitarios públicos y privados van a estar al servicio de todos los andaluces”, ha asegurado Moreno. La Consejería de Salud, según ha confirmado a este diario su responsable, Jesús Aguirre, cerró hace un mes un acuerdo con la Asociación de Empresas Sanitarias de Prestación Asistencial de Andalucía para el uso conjunto de medios. “El valor es diferente en función de si se trata de camas convencionales, camas UCI y camas UCI-covid”, ha indicado el consejero, que ha señalado que los precios oscilan “entre los 170 y los 700 euros, según la modalidad”. Fuentes de la consejería aseguran que el montante final dependerá del número de pacientes que acaben derivándose y que correrá a cargo del fondo covid que el Gobierno andaluz ha destinado para paliar los efectos de la pandemia.

El presidente de la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE), Carlos Rus, ha explicado a este diario que el acuerdo con la Junta establece que cuando las derivaciones de pacientes obliguen a modificar la programación establecida en los centros privados se paralizarán las intervenciones no urgentes que requieran UCI y aquellas que requieran más de tres días de hospitalización. El presidente aclara que para los pacientes de cualquier otra patología no se han establecido excepciones. La ASPE ha llegado a acuerdos similares con otras comunidades para enviar a centros privados “enfermos libres de covid para liberar infraestructura sanitaria y albergar el enorme volumen de contagiados que llegarán en las próximas semanas”, entre las que se encuentra la Comunidad Valenciana, Baleares, Murcia, Canarias, País Vasco o Madrid. Cataluña y Navarra, señala Rus, son las únicas que han enviado pacientes con coronavirus a hospitales privados.

En Andalucía, según los datos publicados por el Instituto Andaluz de Estadística y Cartografía, que datan de 2019, hay 50 hospitales públicos y 58 privados con 15.277 y 5.069 camas instaladas, respectivamente. Unos datos que el informe Sanidad privada, aportando valor 2020, publicado por la Fundación IDIS, eleva a un total de 62 hospitales privados, 15.669 camas en los públicos y 5.680 en los privados. En ese documento se concluye, además, que Andalucía es, después de Cataluña y Madrid, la comunidad con más hospitales y camas privadas de España. El 23,78% de las camas convencionales de los hospitales que dependen del SAS están ocupadas por enfermos de coronavirus, un porcentaje que sube al 33,78% en el caso de las UCI, según los datos publicados por el Ministerio de Sanidad. En la privada, la ratio oscila entre el 10% y el 15%, de acuerdo con las cifras que manejan las fuentes de la Consejería de Salud y que desde ASPE elevan a al 25%. “Estamos sufriendo una presión creciente tanto de pacientes covid que llegan a través de las mutuas como de no covid. En España uno de cada cuatro ingresados por coronavirus es atendido por la sanidad privada”, indica Rus.

El anuncio llega un día después de que la Junta anunciara la puesta en marcha del Plan 7.500, tras haberse superado los 4.000 hospitalizados. El plan supone un aumento de casi 2.000 plazas hospitalarias hasta las 15.384 y de 1.200 camas UCI, hasta las 2.622. La consejería prevé derivar entre el 10% y el 15% de las hospitalizaciones hacia los centros de la sanidad privada en la comunidad. Pero también recurre a estos centros ya que activar este plan implica la suspensión de otras intervenciones quirúrgicas y atenciones no urgentes en los hospitales públicos.

Mientras el Colegio de Médicos de Sevilla aplaude esta colaboración que supone “aprovechar todos los recursos”, según su presidente, Alfonso Carmona, los sindicatos la ven lógica en la actual situación, pero advierten de que lo primordial es reforzar los servicios públicos. “La sanidad privada está para apoyar en momentos de urgencia y necesidad, pero es necesario contratar más en la pública porque estamos exhaustos”, advierte Vitorino Girela, desde el CSIF. “Si la intención última es derivar más trabajo a la sanidad privada, estaremos vigilantes porque por lo que debe apostar la Administración es por abrir hospitales públicos”, advierte Antonio Macías, secretario de Salud, Servicios Sociosanitarios y Dependencia de UGT.

Traslados entre provincias y atención hospitalaria domiciliaria

Precisamente, la semana que viene reabrirá sus puertas el Hospital Militar de Sevilla, a un tercio de su capacidad, para atender exclusivamente a pacientes covid. La Junta cuenta con sumar este nuevo centro y el de Benalmádena (Málaga), ambos dependientes del SAS, para aliviar la presión hospitalaria de la provincia de Sevilla y del Campo de Gibraltar, según ha explicado el presidente andaluz. El Plan 4.500, que activó la Junta la semana pasada, contemplaba el uso de hoteles y albergues para alojar pacientes, un recurso que, según ha asegurado Moreno, aún no ha sido necesario emplear. “Vamos a tratar de aguantar dentro de nuestras posibilidades”, ha afirmado el dirigente popular.

Ya en la primera ola los primeros planes de contingencia en Andalucía contemplaron la derivación de pacientes de diálisis a los hospitales privados, recuerda Girela. La presión en los centros sanitarios ejercida por la tercera ola y la falta de personal ya ha obligado a Andalucía a reactivar la atención hospitalaria domiciliaria para hacer seguimiento de pacientes no graves en sus hogares y a redistribuir a los facultativos en virtud de la suspensión de las consultas y operaciones quirúrgicas no urgentes y oncológicas, tal y como confirmó este martes del consejero de Salud. El desbordamiento en algunos hospitales ha obligado al SAS a realizar traslados entre provincias.

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