La bajada de la incidencia del coronavirus toca fondo con un ligero aumento de 11 centésimas

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Son solo 0,11 unidades, pero la de este miércoles ha sido la primera subida de la tasa de incidencia de casos de covid en 14 días por 100.000 habitantes desde el 27 de enero, cuando se llegó al pico de esta tercera ola, con 899,93. Ahora está en 127,91, mientras que este martes era 127,8. La variación es tan pequeña que estadísticamente se debe hablar de un estancamiento, con la duda asociada de si eso implicará que se vuelvan a registrar datos al alza o si se trata de las oscilaciones que en estos fenómenos aparecen cuando los valores llegan a su mínimo. El problema es que esos 127 casos están muy lejos de los 50 o 25 recomendados, con los que se considera que la pandemia está bajo control. Y que, salvo en los coletazos de la primera ola, esta pandemia no ha titubeado. El fin de la segunda ola quedó claramente marcado el 10 de diciembre, cuando este parámetro bajó a 188,72 sin una sola oscilación desde los 529,43 del 9 de noviembre.

“Estamos en una zona valle”, ha dicho la ministra de Sanidad, Carolina Darias, en la rueda de prensa posterior al Consejo Interterritorial. “Es pronto para saber si estamos ante un cambio de tendencia”, ha insistido, y ha pedido prudencia “para evitar un nuevo repunte”, similar al de Francia e Italia.

Este dato en el indicador clave en la toma de decisiones llega justo a dos días del puente de San José (el viernes 19) y a 14 de la Semana Santa. La mayoría de los especialistas ya esperaban un crecimiento después de esas fiestas, pero ahora coincide el agravante de que el empeoramiento comienza desde un nivel ya alto, esos 127 diagnósticos por 100.000 habitantes. Darias ha insistido a que estamos en una zona de incertidumbre. “Tenemos que poner todo de nuestra parte” para que no haya un repunte. Pese a ello, ha dicho que no se habían previsto más medidas que los cierres, limitaciones de grupo y toques de queda ya acordadas para las vacaciones. “No se trata de poner más [restricciones], sino de cumplirlas”.

La ministra ha insistido en que el objetivo es bajar de una incidencia de 50 casos por 100.000 habitantes en 14 días, pero eso “no debe dejarse solo a las vacunas”, ha dicho, y ha vuelto a llamar a la prudencia individual.

La ministra ha destacado también que el comportamiento no es igual entre todas las comunidades. El martes, por ejemplo, aunque había mayoría de autonomías ya en ascenso, la tasa española bajó, entre otros motivos porque dos de las tres comunidades más pobladas, Madrid y Cataluña, seguían decreciendo. En el informe de este miércoles esas dos se unen a Andalucía en la tendencia al alza, con el efecto que se ha visto. Hay ya cinco territorios (Andalucía, Canarias, Extremadura, Melilla y Navarra) con un aumento de la incidencia con respecto a hace una semana.

El dato de los casos notificados, tomado día a día, también apunta a un aumento. Si el martes fueron 4.962, este miércoles han subido a 6.092. Pero este indicador sí que oscila más. Si se toma el acumulado en siete días, la tendencia no es tan mala. Son 34.015, cuando hace una semana eran 35.780. El total recogido asciende ya a 3.206.116 positivos.

Con las defunciones atribuidas a la covid pasa algo similar a los diagnósticos. Los números de este miércoles son peores que los del martes (228 frente a 141), pero el acumulado en siete días baja en una semana de 1.672 a 874. En este registro, que solo incluye las muertes con un diagnóstico de coronavirus, hay ya 72.793 fallecimientos.

Simbólicamente, la mejor noticia de los datos dados por Sanidad está en la ocupación de las UCI por personas con covid, que representan el 19,93%. Este indicador no bajaba del 20% desde la primera ola y su posterior rebrote el verano pasado. La desocupación de estas unidades se mantiene alrededor del 10% semanal desde el 15 de febrero. Las camas generales de los hospitales siguen desocupándose. La proporción de enfermos de covid sobre el total es del 6,45%, cuando hace una semana eran el 7,28%.