Macrobrote en Mallorca: 249 estudiantes confinados en un hotel de la isla y tres fugados
El Gobierno de Baleares ordena el aislamiento de los jóvenes considerados contactos estrechos. Tres han regresado a sus comunidades sin hacer la cuarentena obligatoria
El hotel Palma Bellver es uno de los más reconocibles del Paseo Marítimo de la capital de Mallorca. Un establecimiento de cuatro estrellas emplazado cerca del mar y con habitaciones recién reformadas. Es el alojamiento que ha contratado el Gobierno de Baleares este verano para acoger a los turistas que se contagien de coronavirus durante sus vacaciones y no desarrollen síntomas o para quienes sean considerados contactos estrechos de los positivos. Desde este lunes el establecimiento acoge a 249 estudiantes de Madrid, Galicia, Andalucía y País Vasco que han tenido contacto directo o indirecto con los más de mil jóvenes que han dado positivo al regresar a sus comunidades de origen tras el viaje de fin de curso a la isla. El 26% de ellos (62) han dado positivo. Otros 13 están confinados en otros hoteles de la isla —lo que hace un total de 262 aislados por el megabrote— y tres se han fugado.
El traslado de los estudiantes a este hotel no ha sido precisamente un paseo. Todo comenzó a rumiarse entre el viernes por la noche y el fin de semana. Se vivieron momentos de tensión en los hoteles de la zona del Arenal de Llucmajor porque muchos chavales se negaban a ser trasladados al Palma Bellver cuando los informaban de que tendrían que quedarse 10 días independientemente del resultado de las pruebas diagnósticas. Según la estrategia del Ministerio de Sanidad, los contactos estrechos de un positivo confirmado tienen que hacer cuarentena durante los 10 días posteriores al último encuentro. Cuando no se puede garantizar este aislamiento de forma rigurosa, se recomienda realizarlo en las instalaciones de la comunidad preparadas para ello. La consejera de Salud, Patricia Gómez, decía el domingo: “La Guardia Civil y la Policía Nacional nos tuvieron que ayudar con algunos de los dispositivos. Ha sido necesaria su presencia”. Gómez incidió en que se estaba hablando con los chavales y sus padres para convencerlos de la necesidad de ser trasladados al hotel.
Más de medio centenar de estudiantes se negaron entre el viernes y el sábado a desplazarse al Palma Bellver. Ante la gravedad de la situación, la Dirección General de Salud Pública emitió la madrugada del domingo una resolución por la que ordenó “el confinamiento forzoso en régimen de aislamiento bajo custodia policial” en el hotel de un total de 235 personas, cifra que este lunes se ha elevado a 265 al sumarse nuevos nombres tras las labores de rastreo. La resolución de Salud Pública alude al informe del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del 24 de junio que estableció que todas las personas “que han participado o están participando en los viajes de fin de estudios a Mallorca y en las diferentes actividades alrededor de ellos sean considerados contactos estrechos”.
La directora general de Salud Pública, Maria Antònia Font, ordenó el confinamiento forzoso de los estudiantes por un plazo de 10 días desde la fecha de exposición al virus, en una resolución que se fundamenta en varios artículos de diversas normativas como la Ley 14/1986 General de Sanidad, la Ley Orgánica 3/1986 de 14 de abril de Medidas Especiales en materia de Salud Pública o la Ley 5/2003 de 4 de abril de Salud de las Islas Baleares. La medida se acordó después de que la Consejería de Salud constatara a través de los establecimientos hoteleros donde estaban los estudiantes y de la Guardia Civil que se estaba produciendo “un intento de elusión masiva” de la realización de las pruebas diagnósticas y que los jóvenes estaban intentando abandonar la isla por vía marítima o aérea.
Fugados
Solo tres de los estudiantes confinados consiguieron salir de Mallorca. Tenían que permanecer en cuarentena, pero se marcharon de la isla antes de ser trasladados al hotel Palma Bellver. La Consejería de Salud ha advertido ya a las comunidades autónomas de origen para que insten al aislamiento de estos chavales y sean propuestos para sanción si se considera oportuno. “No podemos permitir que una persona que ha sido contacto con un positivo coja un avión o un transporte público porque es un riesgo importante para la salud”, ha reiterado la consejera Gómez este lunes.
Muchos de los estudiantes se han quejado en las últimas horas a través de vídeos y mensajes en las redes sociales de que tienen que cumplir los 10 días de cuarentena a pesar de que han dado negativo en las pruebas PCR. Hablan de retenciones en contra de su voluntad y de “secuestros”, una tesis que también ha avivado el partido de ultraderecha Vox. La madre de una de las jóvenes, procedente de Cádiz, ha presentado este lunes una denuncia contra la directora general de Salud Pública por presuntos delitos de detención ilegal y prevaricación.
Mientras tanto, en el hotel siguen los 249 estudiantes, que comparten edificio con 33 turistas extranjeros positivos o contactos estrechos, a los que se podrían sumar los 18 ocupantes de una patera que esta mañana se ha interceptado en la costa de Cabrera. El Gobierno de Baleares ha desplazado al establecimiento a psicólogos de Cruz Roja después de que varios progenitores se quejaran de las consecuencias que este episodio podría tener en la salud mental de sus hijos. La consejera ha subrayado: “Estamos intentando que pasen su estancia lo mejor posible, estamos atendiendo a todas las peticiones que nos hacen, que no son pocas. Es un contratiempo tanto para ellos como para sus familias y así lo entendemos”.
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