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Los ‘millennial’ no lo ven claro

Según el primer Barómetro sobre Bienestar Ocular, realizado por el grupo Miranza, dos de cada tres españoles creen que su visión está entre “regular” y “mala”. El estrés, el abuso ante las pantallas y la falta de sueño, entre otros factores, afectan a la calidad de la vista. Por edades, a partir de los 45 años la satisfacción visual cae en picado, pero también los más jóvenes empiezan a tener limitaciones

La mayoría de los participantes en una encuesta con 720 personas y un centenar de especialistas reconoció la dependencia de gafas o lentillas para desarrollar sus tareas diarias.
La mayoría de los participantes en una encuesta con 720 personas y un centenar de especialistas reconoció la dependencia de gafas o lentillas para desarrollar sus tareas diarias.Getty Images/iStock

Las letras X, Z e Y, entre otras, aparecen siempre que se acude a la consulta del oftalmólogo en esos cuadros iluminados que se ponen a cierta distancia y que el especialista hace deletrear al paciente. Grandes, pequeñas, lejanas o cercanas someten a examen a los ojos hasta calibrar cuál es la visión correcta. Las tres letras son también los apellidos que acompañan a la palabra generación en las divisiones sociológicas más actuales. Y las tres añadas tienen problemas con la vista. Según el primer Barómetro sobre Bienestar Ocular, realizado por Miranza, grupo líder en excelencia oftalmológica, dos de cada tres encuestados consideran que tienen un estado de visión entre “regular” y “malo”. Y hay una edad subrayada: los 45 años, cuando se disparan las alteraciones oculares.

Si bien los principales problemas de visión aumentan con la edad, especialmente a partir de los 65, el grado de frustración a causa de las limitaciones de la visión se multiplica por cuatro entre los jóvenes de entre 20 y 35 años. Un dato a tener muy en cuenta.

Hay muchos factores que no nos permiten ver claro. La falta de sueño y el abuso de pantallas son casi dos constantes cotidianas que provocan efectos y limitaciones: presbicia o vista cansada y defectos refractivos son los problemas más comunes. Y la sensibilidad a la luz, la mala visión, la visión borrosa, el lagrimeo o la picazón son las alteraciones visuales que más impactan en el día a día. Entre las limitaciones más acusadas, los encuestados destacan la lectura, el trabajo con ordenador y la conducción nocturna.

El grupo Miranza, con 30 centros en España, realizó la encuesta entre 720 personas y un centenar de especialistas, y los resultados de la misma señalan también que la mayoría acusa la dependencia de gafas o lentillas para desarrollar sus tareas diarias, así como el aspecto de sus ojos (ojeras, párpados caídos, ojos saltones) y el hecho de sentir menos control sobre lo que hacen a causa de la vista.

La falta de sueño y el abuso de pantallas son casi dos constantes cotidianas que provocan efectos y limitaciones: presbicia o vista cansada y defectos refractivos son los problemas más comunes

Según el doctor Javier Mendicute, especialista en córnea, catarata y cirugía refractiva en Miranza Begitek, “la dependencia de gafas hace que tengamos sensación de un menor bienestar ocular, ya que el hecho de poder prescindir de ellas para actividades al aire libre, deportivas, laborales o incluso en una cena romántica para poder leer el menú nos abre muchas posibilidades. Desde Miranza, intentamos poner los medios para que así sea”.

Males que acechan a los ojos

Todo ello encaja con los factores externos que, según los especialistas de Miranza, más inciden en el bienestar ocular, apuntando en primer lugar al nivel de luz y, en segundo, al uso de pantallas. Además, destacan otros factores cuya incidencia quizá no es tan evidente para la población, como son el uso de lentes de contacto, el exceso de enfoque constante en visión cercana o el efecto de aires acondicionados y calefacciones.

En lo que se refiere a factores intrínsecos al ojo, lo que más afecta directamente al grado de bienestar ocular, según los oftalmólogos, es la agudeza visual y el grado de visión central, seguido de la cantidad y calidad de la lágrima, y, posteriormente, malformaciones o malposiciones de párpados (ectropión, entropión, ptosis) o de órbita (como el exoftalmos u ojos saltones), irregularidades de la córnea (queratocono, entre otros), y la calidad óptica del sistema visual, es decir, cómo la luz se dispersa cuando atraviesa el ojo para llegar hasta la retina, donde se forman las imágenes.

Entre las causas patológicas de malestar ocular con mayor incidencia destacan, según explica el doctor Carlos Mateo, especialista en retina de IMO Grupo Miranza, la DMAE (degeneración macular asociada a la edad), el ojo seco, el síndrome de disfunción del cristalino (catarata y presbicia), seguidas por los defectos refractivos, las cicatrices corneales u otras alteraciones de la transparencia de los medios ópticos, la epífora (obstrucción del lagrimal), las miodesopsias (moscas volantes), las alergias, el estrabismo, los problemas de motilidad ocular, la ptosis (caída del párpado superior) y el exoftalmos (ojos saltones).

Hábitos a corregir

Si bien tres de cada cuatro de los encuestados dicen que acuden a revisiones oftalmológicas cada año o cada dos, Ramón Berra, director general de Miranza, destaca que, como muestra el estudio, la mayoría adoptamos unos hábitos diarios “poco favorables para fomentar el bienestar ocular. Ante esta situación, nuestros oftalmólogos aconsejan corregir o minimizar el abuso de pantallas y otros dispositivos (un 40% de los encuestados supera las ocho horas diarias), el estrés (uno de cada dos declara padecer bastante o mucho estrés) y utilizar lágrimas artificiales para hidratar la superficie ocular (las usa solo un 19%); además del tabaquismo y una pobre cantidad o calidad de descanso”.

Un 40% de los encuestados supera las ocho horas diarias ante los dispositivos electrónicos.
Un 40% de los encuestados supera las ocho horas diarias ante los dispositivos electrónicos. Getty Images/iStock

La encuesta también refleja el tema de las distancias de visión. La consulta señala que hay un predominio absoluto de la cercana frente a la lejana. Más de la mitad de los encuestados utiliza la cercana para mirar el móvil o leer. La visión intermedia, empleada en trabajos ante el ordenador, aparece en segundo lugar, mientras que la lejana solo la utiliza habitualmente un porcentaje bajísimo de españoles (7%).

Los imprescindibles del bienestar ocular

Según los oftalmólogos de Miranza, estos son los pasos fundamentales para tener los ojos en buena forma:

1. Revisiones oftalmológicas periódicas, sobre todo a partir de los 45 años.

2. Atención a antecedentes familiares.

3. Ser constante en tratamientos y no posponerlos (ni quirúrgicos, ni farmacológicos).

4. Hacer descansos en el uso de pantallas y aumentar la actividad al aire libre.

5. Buenos hábitos: horas de sueño, no fumar, buena alimentación y ejercicio.

6. Uso y mantenimiento correctos de las lentes de contacto.

7. Uso de lágrimas artificiales sin conservantes para hidratar la superficie ocular.

8. Cuidar las condiciones del entorno: nivel de luz, aire acondicionado, calefacción…

9. Utilizar gafas de sol con cristales homologados.

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