Alerta sanitaria tras detectarse en Madrid ocho pacientes sospechosos de tener la viruela de los monos
El Reino Unido y Portugal han confirmado en los últimos días 12 casos de esta rara enfermedad endémica de África. La enfermedad se contagia por contacto de fluidos y en España de momento todos los casos que se investigan son hombres
El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas han lanzado una alerta sanitaria tras detectar en Madrid ocho casos sospechosos de la viruela de los monos, según documentos a los que ha tenido acceso EL PAÍS y han confirmado fuentes sanitarias. Los casos están pendientes de confirmación mediante pruebas genéticas que se llevan a cabo en el Centro Nacional de Microbiología (CNM).
La alerta, lanzada el martes por la tarde, se produce después de que Portugal confirmara en el mismo día tres casos mediante pruebas PCR —hoy miércoles ya son cinco y una veintena más en investigación— y solo dos días después de que la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido informara de la existencia de un brote en el país que ha afectado a siete personas. No se ha logrado identificar un vínculo epidemiológico entre la mayoría de los afectados, lo que muestra que hay varias cadenas de transmisión del virus no identificadas.
La viruela de los monos es una enfermedad causada por un virus endémico de zonas selváticas del continente africano, donde varios mamíferos (simios, roedores...) pueden transmitirla al ser humano. La dolencia causa una llamativa erupción en la piel y la letalidad en los brotes registrados en África asciende a entre un 1% y un 10% de los afectados, especialmente entre los niños pequeños, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En los países desarrollados, donde apenas ha habido brotes, se considera que la mortalidad sería mucho menor debido a las mejores condiciones de salud de la población y los servicios sanitarios disponibles.
El contagio del virus suele requerir un contacto estrecho, ya que se produce mayoritariamente al tocar líquidos corporales de la persona portadora, aunque también es posible que ocurra a través de gotas de saliva. La incubación suele durar de 6 a 13 días (puede durar hasta 21) y la enfermedad, para la que no existe tratamiento específico ni vacuna específica, remite en la mayoría de los casos tras dos o tres semanas de intensas molestias.
El sistema de alertas sanitario español ha hecho un llamamiento a las comunidades para que notifiquen “de forma urgente” a los servicios de salud pública los pacientes con síntomas compatibles con la definición de caso compartida por las autoridades británicas a nivel internacional. Esta contempla como “caso en investigación” cualquier paciente “con un exantema vesicular [erupción con ampollas] sin causa explicable en cualquier parte del cuerpo”; que tenga también uno o más de los siguientes síntomas: fiebre superior a los 38,5 grados, dolor de cabeza intenso, dolores musculares y en las articulaciones, e inflamación de los ganglios linfáticos; y que además cumpla uno de los tres siguientes criterios: haya tenido contacto con un caso diagnosticado en los 21 días anteriores, sea “un hombre que tenga sexo con hombres” o haya viajado a “África occidental o central en los 21 días anteriores al inicio de los síntomas”.
“Se ha abierto una alerta en el Centro Nacional de Microbiología (CNM) donde habrá que enviar las muestras si se detectan casos que cumplen la definición. Estamos trabajando en un procedimiento para el manejo de estos casos y sus contactos”, recoge el aviso remitido por Sanidad a las comunidades.
Los ocho casos ahora investigados en Madrid han sido detectados en el Centro de Salud Sandoval de la capital, un equipamiento de referencia en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades de transmisión sexual y otras que sin serlo, como la viruela de los monos en el actual brote, afectan mayoritariamente a colectivos como los homosexuales.
El director del Centro Coordinador de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, ha explicado esta mañana en Valencia que “no es probable que la viruela del mono vaya a generar una trasmisión importante [en España], pero no se puede descartar”. Por ello, ha añadido, ahora es necesario extremar las medidas de vigilancia e investigar todas las hipótesis sobre las vías de contagio.
La viruela de los monos es hasta la fecha una enfermedad muy rara en Europa. Desde que el virus fue identificado por primera vez en un ser humano en 1970, todos los casos diagnosticados en el continente lo han sido en personas que habían viajado a zonas endémicas y en sus contactos estrechos. El Reino Unido ha detectado en las últimas décadas solo algunos contagios locales. Estados Unidos registró en 2003 un brote mayor, con más de 30 afectados, cuyo origen estaba en la importación de mascotas exóticas.
La mayor preocupación entre los expertos es la magnitud que el actual brote está adquiriendo, con casos confirmados en Reino Unido y Portugal, y ahora también sospechosos en España. El temor es que el virus esté circulando de forma comunitaria entre grupos de hombres que mantienen relaciones homosexuales.
Reino Unido informó el 7 de mayo del diagnóstico de un caso de la viruela de los monos en un hombre que había viajado a Nigeria. Las autoridades iniciaron el rastreo de contactos, aunque consideraron, como en otras ocasiones, que “el riesgo de transmisión entre la población general es muy bajo”. Una semana más tarde, el país informó de que había detectado dos nuevos casos en personas “sin ningún vínculo” con el anterior, lo que aumentó los temores de una circulación no controlada del virus. Las sospechas se confirmaron el lunes, cuando la Agencia de Seguridad Sanitaria informó de otros cuatro contagios.
En su último comunicado publicado ese día, la Agencia de Seguridad Sanitaria británica señaló que, “debido al reciente incremento de casos y la incertidumbre sobre el origen de la infección de varios de estos pacientes”, el organismo ha iniciado una estrecha comunicación con la sanidad pública del país “para identificar si ha habido un mayor número de casos en las últimas fechas, así como a nivel internacional para determinar si en otros países también se está produciendo un incremento de contagios”.
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