¿Cómo será el envase para alimentos y bebidas del futuro?
Tetra Pak está trabajando para lograr un envase para alimentos y bebidas hecho solo con materiales renovables de origen vegetal, gestionados de forma responsable, totalmente reciclable y neutro en carbono
En apenas 60 años, la Tierra ha vivido una profunda explosión demográfica. En ese tiempo, ha duplicado con creces su población –hoy viven casi 8.000 millones de seres humanos– y Naciones Unidas prevé que en 2050, la cifra alcance los 9.700 millones de habitantes. Números mastodónticos que conllevan numerosos desafíos. Uno de los más urgentes tiene que ver con la alimentación.
En menos de tres décadas, habrá un tercio más de cuerpos que nutrir, lo que requerirá un 70% más de comida. Como es evidente, la seguridad alimentaria ocupará (lo hace ya) un papel central. Por eso es imprescindible avanzar hacia envases que garanticen la calidad de bebidas y alimentos en todo el proceso de distribución, desde su lugar de origen hasta que llegan al consumidor final. Pero hay un problema: cuantos más envases se comercializan, más desechos se generan en los vertederos, en los montes y en los mares. A su vez, se disparan los gases de efecto invernadero y se agotan antes los recursos naturales.
Parte de la solución pasa por el reciclaje. En España, ocho de cada diez hogares –unos 37 millones de personas– afirman separar sus residuos en cubos de basura diferenciados para los envases (el contenedor amarillo). Pese al esfuerzo, hay que plantear otras acciones, como la apuesta por envases que estén fabricados con materiales más respetuosos con el medioambiente. Envases que apuesten por las materias primas de origen vegetal y los materiales renovables procedentes de fuentes gestionadas de manera responsable, que se puedan reciclar al 100% para evitar el impacto en la naturaleza, favorezcan una economía circular y sean neutros en emisiones de carbono. El reto es mayúsculo, aunque hace ya tiempo que la industria está inmersa en esta búsqueda del envase perfecto.
Como empresa líder mundial en el sector, Tetra Pak ha apostado por la innovación para avanzar hacia envases de cartón más sostenibles. “Queremos que el envase del futuro sea muy ligero, que utilice el mínimo de materiales y proteja lo que contiene. Pero no podemos comprometernos con la sostenibilidad sin tener en cuenta la seguridad alimentaria y ese es nuestro objetivo: lograr un envase sostenible que pueda albergar los productos de forma segura y eficiente”, admite su director general, Ramiro Ortiz.
Cartón de bosques de gestión responsable y plástico de origen vegetal
La compañía ya se ha puesto manos a la obra para culminar con éxito este proceso. Para ello, tiene un firme compromiso en sustituir materiales que proceden de fuentes fósiles y finitas, como el plástico o el aluminio –esenciales para proteger el alimento de la luz y otros agentes externos–, por elementos renovables como el cartón o el plástico de origen vegetal. Esta decisión tiene beneficios positivos para el medio ambiente, ya que contribuye a reducir las emisiones de carbono y a proteger la biodiversidad y los ecosistemas naturales. De hecho, los envases de cartón tienen una menor huella de carbono a lo largo de todo su ciclo de vida comparados con otras alternativas de envasado. Esto se debe a que están fabricados con un 70% de cartón procedente de árboles que se regeneran y absorben CO₂ mientras crecen.
Queremos que el envase del futuro sea muy ligero, que utilice el mínimo de materiales y proteja lo que contiene. Pero no podemos comprometernos con la sostenibilidad sin tener en cuenta la seguridad alimentaria. Nuestro objetivo es lograr un envase sostenible que pueda albergar los productos de la mejor maneraRamiro Ortiz, director general de Tetra Pak
Pero hay más. Todo el cartón que utiliza Tetra Pak para sus envases proviene de bosques con la certificación FSC® (Forest Stewardship Council®) y otras fuentes controladas. El sello FSC® acredita que el bosque del que se obtiene este componente está gestionado de tal manera que preserva su biodiversidad y beneficia a las poblaciones y a la economía local. Asimismo, Tetra Pak utiliza polímeros de origen vegetal, procedentes de caña de azúcar con certificación Bonsucro, que promueve una gestión responsable de las plantaciones que, a su vez, al igual que los árboles, absorben CO₂ mientras crecen.
Este punto es prioritario para la empresa, comprometida al máximo para que el 100% del cartón que utiliza provenga de bosques y otras fuentes naturales completamente sostenibles. Además, Tetra Pak promueve acciones para proteger la biodiversidad en distintos países como el ambicioso Programa de Conservación de la Aracuria, en Brasil. El objetivo es restaurar, para 2030, al menos 7.000 hectáreas de este bosque atlántico del que hoy apenas se conserva el 12% de su superficie original mediante el uso de especies autóctonas. Con ello se generan beneficios ambientales, económicos y sociales positivos para las comunidades locales mientras se protege la fauna y flora de la región.
Otra muestra más del compromiso de Tetra Pak para alcanzar un envase cada vez más sostenible es la introducción de envases con un tapón de rosca unido al envase una vez abierto. Además de asegurar en todo momento la protección del alimento, esta fórmula permite reducir los residuos y la huella de carbono. Esto se consigue porque los tapones se fabrican a partir de polímeros vegetales, con lo que así se aumenta el contenido renovable del envase.
A ello se suma, además, un nuevo hito en el viaje hacia un envase aséptico totalmente renovable. Tetra Pak ha empezado a testar una capa basada en fibra de papel en sustitución de la de aluminio. Este innovador material tiene el objetivo de reducir la huella de carbono a la vez que hace que los envases de cartón para bebidas sean más atractivos para la industria del reciclaje una vez se han consumido.
Una inversión millonaria
En su planta de Châteaubriant (Francia), la compañía ha invertido 100 millones de euros hasta finales de este año para que la fábrica empiece a producir estos tapones unidos al envase a partir de 2024. De esta forma, Tetra Pak cumple con la directiva europea de los plásticos de un solo uso. “Es un compromiso que tenemos en toda la industria: utilizar menos materiales fósiles y más materiales renovables para avanzar hacia una economía circular con baja huella de carbono”, incide Ramiro Ortiz.
En todo el proceso, la innovación juega un papel esencial. Tetra Pak ha coinvertido 11,5 millones en plantas de reciclaje para ayudar a establecer soluciones de reciclado completamente nuevas. La idea es que se puedan reutilizar todos los componentes de un envase de cartón usado, para transformarlos en materiales y bienes de calidad. En estas instalaciones se procesarán hasta 45.000 toneladas adicionales de estos recipientes, lo que se traduce en más de 50.000 millones de envases reciclados cada año.
Además, de los cinco a diez años próximos, Tetra Pak invertirá hasta 100 millones de euros al año para seguir mejorando el perfil medioambiental de los envases de cartón para alimentos y bebidas, lo que incluye la investigación y el desarrollo de envases fabricados con una estructura de materiales simplificada y un mayor contenido renovable.
La digitalización, además, abre todo un mundo de nuevas oportunidades en el sector. El mero hecho de habilitar un código único en cada envase permite que se puede recopilar información muy útil y hacer una trazabilidad del producto desde el origen hasta el consumidor. Los envases adoptan así una nueva función, al transformarse rápidamente en canales de información e interacción para los productores.
De cara al futuro, Tetra Pak ha establecido otros compromisos, como el de utilizar un 100% de electricidad renovable en sus operaciones para 2030, (el 100% de la electricidad que usa en sus instalaciones en Arganda del Rey ya es renovable) que el 20% de sus envases en todo el mundo use polímeros con contenido renovable o reciclado en 2025 y proseguir con la defensa de la biodiversidad mediante la conservación de los bosques. Asimismo, sus responsables investigan la creación de nuevos envases con tamaños adaptados a las necesidades actuales, para reducir el desperdicio alimentario.