Un jubilado de Jaén obligado a pagarse una operación: “Toda mi vida cotizando y ahora no tengo sanidad pública”
Este paciente de 74 años ha acudido a una clínica privada tras 15 meses esperando a ser intervenido de una hiperplasia de próstata, casi un año por encima del plazo máximo establecido
Manuel Rodríguez Gallardo, un vecino de Jaén de 74 años, está viviendo un auténtico calvario tanto físico como psicológico desde que en enero de 2022 le diagnosticaron una hiperplasia de próstata con obstrucción urinaria. Le aseguraron que sería operado en un plazo máximo de cuatro meses, pero tras 15 meses de espera y un evidente agravamiento de su estado de salud, no ha tenido más remedio que ...
Manuel Rodríguez Gallardo, un vecino de Jaén de 74 años, está viviendo un auténtico calvario tanto físico como psicológico desde que en enero de 2022 le diagnosticaron una hiperplasia de próstata con obstrucción urinaria. Le aseguraron que sería operado en un plazo máximo de cuatro meses, pero tras 15 meses de espera y un evidente agravamiento de su estado de salud, no ha tenido más remedio que acudir a una clínica privada para ser intervenido quirúrgicamente.
“Es algo inexplicable y bochornoso, toda mi vida cotizando a la Seguridad Social y ahora no puedo tener acceso a la sanidad pública”, se lamenta este jiennense que tendrá que abonar más de 7.000 euros para ser operado el miércoles 29 por un médico privado. En el hospital de Jaén, donde ha presentado sin éxito un buen número de quejas y reclamaciones, le han asegurado que no puede ser intervenido por falta de quirófanos y de anestesistas, un déficit que no ha encontrado en la sanidad privada.
Rodríguez, que trabajó de camionero hasta su jubilación, se considera un ferviente defensor de la sanidad pública, pero ahora dice sentir una gran decepción. “No quiero pensar mal, pero me da la sensación de que con estas largas esperas para ser operado lo que buscan es que la gente se vaya a la sanidad privada”, subraya.
Mientras le asignaban cita para ser operado de una prostatectomía transuteral, a Manuel Rodríguez le colocaron una sonda, que debe renovar cada dos meses. “La sonda me está causando muchas molestias fisiológicas, me produce infecciones y me está afectando psicológicamente porque me está limitando la movilidad y apenas me deja dormir por la noche”, explica.
El jubilado ha presentado una reclamación contra la dirección del Complejo Hospitalario de Jaén y también contra la dirección del Servicio Andaluz de Salud (SAS) por “su incapacidad para dotar a la sanidad pública de recursos materiales y humanos suficientes para la prestación de un servicio de calidad en el marco de sus competencias”.
Según se recoge en el Decreto 209/2001, de 18 de septiembre, por el que se establecen garantías de plazo de respuesta quirúrgica en el sistema sanitario público de Andalucía, el plazo máximo para una operación de este tipo debe ser de 120 días, pero él lleva ya esperando 450. El paciente también ha denunciado su caso ante el Defensor del Pueblo Andaluz, que le ha dado la razón y le he indicado que tiene derecho a ser indemnizado por el sistema sanitario público de Andalucía.
Pese a las múltiples reclamaciones interpuestas, Rodríguez solo logró una cita para ser derivado al Hospital Universitario Virgen de Valme de Sevilla. Pero esta cita, prevista para mayo, también le llega demasiado tarde y después de que haya concertado su operación en una clínica privada para el miércoles. Desde el SAS reconocen que “hay escasez de quirófanos y de anestesistas” en el hospital de Jaén y que solo se prioriza a los pacientes oncológicos, algo que tampoco garantiza que estos estén siendo operados en los plazos adecuados.
El caso de Manuel Rodríguez es uno de los más clamorosos que se da en este centro hospitalario, con 7.978 pacientes en lista de espera quirúrgica, según los datos del Servicio Andaluz de Salud, que no actualiza desde junio de 2022. Según los datos oficiales, hay más de 12.200 jiennenses esperando a ser operados, de los que casi la mitad han superado ya todos los plazos legales establecidos.
Precisamente, fue la “sobrecarga en la red propia derivada de la pandemia” la que llevó a la Junta a firmar en enero de 2021 por la vía de emergencia y sin licitación previa un contrato de 70 millones de euros con 97 clínicas privadas para derivar operaciones que no podían realizarse en los hospitales públicos. Ese contrato se renovó hasta en tres ocasiones —la última entre enero y junio de este año—, alegando los mismos motivos. “Lo que hemos hecho ha sido dar una respuesta sanitaria a las crisis que teníamos dando salida a las pruebas diagnósticas que teníamos en espera y a las intervenciones quirúrgicas a través del Servicio Andaluz de Salud o con el contrato con las clínicas privadas, que nos permitió ir reduciendo los procesos que tenían un decreto de garantía”, explicó el martes la consejera andaluza de Salud, Catalina García. Rodríguez no se ha beneficiado de ninguna de las dos vías.
La situación es peor aún en la atención primaria. En toda la provincia, hay 108.000 personas en lista de espera del especialista, casi el doble que hace cuatro años. Y mientras, sorprende que la Consejería de Salud decidiera cerrar el hospital del Neveral de la capital jiennense y que el de Cazorla, inaugurado hace tres años, no se abrirá en su totalidad hasta finales de este mes de marzo.