Más de 120 personas presentan una demanda contra Sean Combs por violaciones y abusos sexuales
Los abogados afirman que han recibido 3.200 llamadas de supuestas víctimas del rapero. Algunos de los demandantes eran niños de apenas nueve años cuando se cometieron los abusos contra ellos
El músico y empresario Sean Combs está en la cárcel a la espera de juicio después de recibir 11 demandas por abuso sexual, pero este martes se ha conocido una más, la más multitudinaria hasta el momento. Más de 120 personas acusan al rapero, también conocido como Puff Dady o Diddy, de abusos y explotación sexual. Entre ellos se encuentran unas 25 víctimas que eran menores de edad, apenas niños, cuando Combs, supuestamente, abusó de ellos.
Sobre las 13:20 de la tarde (hora de Texas, las 20:20 en la España peninsular) del martes 1 de octubre, los representantes legales de las víctimas se han unido en la ciudad texana de Houston para dar una rueda de prensa. Comandado por el bufete local Buzbee, en colaboración con AVA Law Group, con sede en San Diego (California), los abogados han sido muy claros desde el principio: “El mayor secreto de la industria de la música, que no era ningún secreto, ha sido desvelado al mundo. Se ha roto el muro de silencio y las víctimas están dando un paso adelante”, ha explicado el abogado Tony Buzbee, principal responsable de la demanda. El letrado ha afirmado que se han puesto en contacto con ellos, hasta el momento, 3.285 personas que aseguran ser víctimas de Combs, pero que por el momento representan a 120 personas de 25 Estados diferentes de todo el país que han presentado demandas civiles contra él y contra muchos otros de sus colaboradores.
Otro de los letrados, Andrew Van Arsdale —socio principal de AVA Law Group, que ya participó en una gran demanda de boy scouts el año pasado y también en otra contra el rapero Travis Scott por su concierto en Astroworld de 2021—, ha explicado que el hecho de que Combs esté a la espera de juicio y haya pisado la cárcel ha validado las sensaciones de muchas de las víctimas, que hasta el momento se veían culpables de lo ocurrido hace, incluso, tres décadas. “Muchos se sienten apoyados ahora”, ha asegurado también Buzbee, “sienten el respaldo de sus comunidades. Espero que en este proceso salgan a la luz nombres de personas poderosas, que se revelen muchos secretos muy sucios”. Además, ha pedido a los seguidores de Combs que no ataquen a las víctimas en redes sociales, y ha animado a todas ellas a denunciar y a sumarse a esta demanda. En las webs de ambos bufetes y en sus redes sociales se puede encontrar el número de para denunciar.
Preguntado por la relación entre esta demanda y la investigación federal que se está llevando a cabo desde hace meses, Buzbee ha asegurado que son independientes: “Damos la bienvenida a [la investigación por parte de] las autoridades, mi sospecha es que no sabían de estos casos, de esta gente. El FBI debería investigar porque no estaban al tanto de ello”. También ha afirmado que van a “tratar de poner a estos demandantes disponibles para las autoridades, sobre todo para el FBI”. Los letrados prevén que haya más demandas en los próximos días.
Buzbee —que ha trabajado en casos como el del vertido de petróleo en el Golfo de México de Deepwater en 2010, y también en el de Travis Scott— ha explicado que no va a desvelar los nombres de las víctimas, ni tampoco de los demandantes, al menos por ahora: ”Llegará el día en que demos más nombres que el de Combs, y hay muchos nombres, la lista ya es larga, [...] los nombres les impactarán”. Lo que sí ha querido es dar algunos datos para que se comprenda mejor la demanda; de hecho, las 120 demandas: aunque se han presentado ante el público de manera conjunta, no se trata de una demanda colectiva, como ha aclarado Buzbee, sino que cada demandante tiene sus propios tiempos, ha denunciado en distintos lugares (unos en Nueva York, otros en Los Ángeles, otros en diversos Estados) y los demandados de cada una de ella son distintas: solo Combs o, en ocasiones, personas cercanas a él. Una de las cuestiones más destacadas es que hay dos docenas de casos de menores de edad: ha llegado a hablar de una niña de nueve años que acudió al estudio de Big Boy Records y fue violada por Combs y por otros colaboradores cuyos nombres tampoco ha revelado; también de otro menor de 15 años que sufrió abusos. Las víctimas tenían entre nueve y 38 años en el momento de los abusos, que se remontan hasta el año 1991.
”Llegará el día en que demos más nombres que el de Combs, y hay muchos nombres, la lista ya es larga, [...] los nombres les impactarán”Tony Buzbee, abogado de la demanda colectiva contra Sean Combs, en su rueda de prensa
El abogado también ha desgranado, de manera anónima, algunos casos, como el de una mujer atacada sexualmente cuando tenía 22 años, que había sufrido el “comportamiento habitual” por parte de las víctimas de Combs: entrando en una fiesta y tomando una bebida: “En el 90% de los casos, estos individuos eran drogados con esas bebidas”. Ha contado el caso de una mujer violada por Combs después de que este la invitara a cenar, pero que no llegó a beber nada porque estaba embarazada. También el de otra mujer de 20 años a la que prometió una carrera discográfica y que afirma que dejó la industria por lo que Combs le hizo. “Puedo seguir, es el mismo tema, suele implicar ciertas drogas”, ha dicho Buzbee. “Les animo a apoyar a las víctimas, para que podamos continuar escuchando estas voces”. “Nunca se tenía que haber permitido algo así en Estados Unidos, que se alargara por tanto tiempo”, ha lamentado.
En un comunicado anterior a la rueda de prensa, Buzbee ha escrito: “Este es un asunto importante que perseguiremos de manera agresiva. No dejaremos una piedra sin levantar hasta encontrar a todas las partes responsables, hasta incluir a cualquier individuo o entidad que haya participado o se haya beneficiado de este comportamiento atroz”. Además, Van Arsdale ha desvelado al diario The Washington Post que entre los demandados hay “miembros de la familia de Combs, discográficas, lugares de organización de eventos y socios de Combs”.
Olivia Rivers, representante de la principal asociación contra el acoso sexual de Texas, ha explicado en la conferencia que una de cada tres mujeres y uno de cada seis hombres son víctimas de la violencia sexual a lo largo de sus vidas, y apenas el 23% lo denuncia, y solo un 1% de las denuncias llegan a implicar una condena. Y, por ello, también ha animado a denunciar.
Combs está en prisión preventiva en Brooklyn, Nueva York, a la espera de juicio. Fue detenido en la ciudad el pasado 16 de septiembre, y un día después se conocieron los cargos: está acusado de tráfico sexual, asociación ilícita y transporte para ejercer la prostitución, lo que puede suponerle una condena de 15 años de cárcel, pero puede llegar a ser de por vida. Hasta el momento había recibido 11 demandas por abusos, abusos y violación por parte de dos hombres y nueve mujeres, la primera de ellas su exnovia, la artista Casandra Ventura, en noviembre de 2023. Ventura, conocida como Cassie, hablaba de palizas, violaciones, persecuciones y amenazas constantes, encubiertas por el equipo y los colaboradores de Combs. Aunque retiró la denuncia al día siguiente tras un acuerdo extrajudicial, abrió la puerta a una decena de hombres y mujeres que se decidieron a contar sus historias de terror contra el músico. Entre otras, en diciembre una mujer la acusó de violarla en grupo en 2003 cuando ella era menor de edad, en la que fue una de las denuncias más graves hasta el momento. Un hombre le demandó en junio, pero no se supo hasta septiembre, cuando la jueza le obligó a pagar 100 millones de dólares por no presentarse a la vista. La última denuncia es de hace apenas una semana, el 24 de septiembre, cuando una mujer llamada Thalia Graves le demandó por abuso sexual y violación. La jueza le ha negado a Combs la libertad provisional bajo fianza, para la que sus abogados ofrecieron 50 millones de dólares.
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