Hace 40 años el mundo dijo adiós a uno de los grandes intérpretes de Hollywood y también a un hombre lleno de conflictos que quería ser actor y acabó convertido en la estrella más perseguida de su tiempo
En Exarquia aún hay protesta y revuelta, espíritu transgresor, pero a su modo también es puro glamur y está al borde de ser una pijada como ya lo son Malasaña o el Trastévere
Harto del pulular por los noticiarios de apestosos bribones, nocivos pero rastreros, me ha dado por recordar a los mejores villanos cinematográficos, es decir los peores de todos
Bright Sheng, que sufrió en China la represión de la Revolución Cultural y dos veces finalista de los Pulitzer de la música, provocó el enfado de sus alumnos por usar la película en la que el intérprete británico actúa con el rostro pintado de marrón
¡Yo soy Espartaco! Rodar una película, acabar con las listas negras es la memoria que el nonagenario Kirk Douglas publicó en 2012 para evocar un episodio histórico de Hollywood el fin de las listas negras que provocó la caza de brujas del comité de Actividades Antiamericanas.
Marilyn Monroe o Dustin Hoffman fueron víctimas de sus dardos en vida. Hoy afloran las grabaciones donde el actor despachó con odio al resto de sus colegas