El móvil más deseado no es perfecto
Cinco lagunas por las que se puede criticar al alabado teléfono de Apple
Nadie puede negar que el iPhone levanta pasiones, pero entre tanto halago, han pasado desapercibidas ciertas lagunas de este teléfono que resulta tan atractivo que puede llegar a nublar la razón. A continuación, les presentamos cinco puntos mejorables del teléfono que tiene haciendo cola a decenas de fanáticos a las puertas de las tiendas de móviles.
1. Una batería no tan duradera
La excusa de Apple para explicar por qué su primer terminal no estaba preparado para la banda ancha móvil es que no habían logrado optimizar el consumo de la batería, por eso, uno de los principales esfuerzos de la compañía ha sido dotar una autonomía remarcable a su iPhone 3G. Oficialmente, Apple asegura que el nuevo terminal aguanta hasta 5 horas de conexión a Internet a través de 3G, pero en la práctica estas cifras resultan un tanto exageradas.
ESPECIAL: Todo sobre el iPhone 3G |
En las dos semanas de pruebas, el iPhone 3G ha tenido que ser recargado a diario especialmente después de haber utilizado el sistema de GPS y haber realizado consultas en Google Maps. El iPhone 3G, cuando se utiliza como dispositivo de acceso a Internet, consume bastante batería.
2. El GPS, su verdadero punto débil
El sistema de GPS del iPhone está basado enteramente en el servicio de mapas de Google, por lo que para consultar una ruta hay que estar siempre conectado a Internet para que el teléfono vaya actualizando el callejero. Otro de los problemas que hemos detectado es que al trasladarnos en coche, el sistema es capaz de seguir el movimiento del vehículo pero una vez que se ha superado el tramo del mapa que sale en la pantalla, el iPhone no nos muestra como continúa el mapa. Hay que avanzar al siguiente tramo, adelantando la aplicación manualmente, es decir con los dedos.
El iPhone no es precisamente un buen GPS para programar un viaje largo en coche.
3. No se ven los vídeos de la mayoría de las páginas web
Una de las lagunas más incomprensibles del iPhone es que no soporta Flash. Esto se traduce en que no se ven los vídeos de la gran mayoría de las páginas web. Apple asegura su política de empresa es apoyar los estándares, y considera que Flash es una aplicación propietaria. La apuesta del iPhone en cuestiones de vídeo es el formato que utiliza You Tube, cuyos vídeos al igual que los descargados de los PodCast o los de iTunes, se ven a la perfección.
4. Una cámara de sólo 2 Megapíxeles
Apple no se ha molestado en mejorar la resolución de la cámara de fotos, que sigue siendo de 2 Megapixeles como en la primera versión del iPhone, y por supuesto, sigue sin permitir grabar vídeos. Esto resulta una deficiencia bastante reseñable cuando la mayoría de los móviles del mercado dan una resolución superior y han empezado a incluir Zoom, flash y otras prestaciones que empiezan equiparar los móviles con las cámaras digitales.
5. No es fácil escribir en el teclado táctil
La pantalla táctil del iPhone es revolucionaria, pero escribir en su teclado resulta incomodo. Cada vez que se desea escribir un mensaje o introducir una dirección web, basta con dar un golpecito en la pantalla para que surja el teclado. Pero es fácil equivocarse de letra a pesar de que Apple ha mejorado su sistema de autocorrección. También resulta complicado aprender a moverse dentro de las letras de una palabra una vez tecleada. Existe una lupa para este propósito, pero cuesta hacerse con ella.
Además, el teclado no es completo y hay que cambiar de pantalla para encontrar los números y otros signos ortográficos.
Apple asegura que al cabo de una semana te acostumbras a escribir con él. A nosotros nos está costando algo más.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.